El
pasado 7 de marzo, el diputado federal adelantó en un editorial en 'El
Universal' qué tipo de presiones enfrentaría Joaquín Vargas, presidente
de MVS Comunicaciones, en el caso banda 2.5 Ghz.
El diputado federal Javier Corral dio indicios de lo que podía ocurrir a Joaquín Vargas Guajardo, presidente de MVS, en su defensa de la concesión de la banda 2.5 ghz.
El 7 de marzo de 2012 Corral publicó en el periódico El Universal y en su blog el editorial ‘Una historia más allá del espectro’ en el que subrayó el papel de Televisa para tratar de despojar a la familia Vargas de la titularidad de derechos en la banda 2.5 Ghz, y en la búsqueda de ofrecer servicio de banda ancha de internet.
“Vargas podría escribir uno de los relatos más descriptivos de los
últimos tiempos sobre la supeditación política y gubernamental al poder
de Televisa (…) Se trata de una historia que retrata de manera inigual,
las debilidades y mezquindades con las que se toman decisiones de enorme
trascendencia para la economía y la política”, escribió.
Recordó que “en agosto de 2007 y el 30 de enero de 2008, la Cofetel
había otorgado su visto bueno para los refrendos de MVS, sin embargo el
mismo organismo emitió una opinión contraria para diciembre de 2008,
luego de una ‘sugerencia’ de Cablevisión y la Canitec (Cámara Nacional
de la Industria ). De aquí la historia cambió su curso y empezó un
peregrinar judicial: más de 90 amparos promovidos por MVS para mantener
sus títulos de concesión…”
“Si Televisa y Iusacell no podrán fusionarse por lo pronto para ofrecer
servicios de telecomunicaciones, que tampoco otros lo hagan. Otro logro,
a su manera”, apuntó Corral y consideró que de proseguir la acción
sería un “triunfo ilegítimo” de Televisa y su abogado Javier Tejado
Dondé.
Lee aquí íntegro el artículo de Javier Corral:
UNA HISTORIA MÁS ALLÁ DEL ESPECTRO / 7 de marzo, 2012
Joaquín Vargas Guajardo podría escribir uno de los relatos más
descriptivos de los últimos tiempos sobre la supeditación política y
gubernamental al poder de Televisa. Ese testimonio sería invaluable para
la academia y el activismo social en torno de la democratización de los
medios y de la lucha por la competencia en las telecomunicaciones;
porque sería el primero brindado desde la óptica de un operador
importante de esos sectores, como lo es precisamente el presidente del
Grupo MVS.
Se trata de una historia que retrata de manera sin igual, las
debilidades y mezquindades con las que se toman decisiones de enorme
trascendencia para la economía y la política. Una historia que tiene
inmersa, como chantaje, uno de los intentos de censura más absurdos que
haya conocido.
Conozco —como actor y testigo—, una buena parte del largo proceso
mediante el cual la empresa de Emilio Azcárraga ha buscado despojar de
la titularidad de derechos sobre algunas porciones en la banda de 2.5
GHz a la familia Vargas Guajardo, y que la semana pasada ha tenido un
capítulo culminante, aunque todavía muy lejos del punto final.
La SCT emitió el pasado 2 de marzo, un comunicado en el que informa que
negó las prórrogas de las concesiones vencidas a MVS “para lograr un
reordenamiento ágil y coordinado de la banda 2.5 Ghz. No obstante los
esfuerzos realizados, al no haber logrado establecer un esquema viable
en términos de normatividad aplicable…” Televisa tiene en la mira
ofrecer el servicio de banda ancha en internet, como lo pretende también
Iusacell, y es el mismo que la empresa MVS ha venido anunciando como
“Banda Ancha Móvil para todos”. La empresa de los Vargas posee el rango
de la frecuencia más idónea para ello, el que va de los 2,500 a 2,690
MHz. Para apropiarse de un pedazo había que quitárselo al que lo tenía
concesionado en mayor medida, a como diera lugar. Así lo pidieron y así
les fue concedido la semana pasada.
En su escrito de hace cinco años, Cablevisión, “buscando fortalecer el
uso eficiente del espectro y la competencia en las telecomunicaciones”,
pidió: Primero.- “Que en caso de resolver favorablemente el otorgamiento
de prórrogas para aprovechar bandas de frecuencias de 2,500 a 2,690
MHz, reserve o separe del objeto de las concesiones una porción de dicha
banda a fin de que sea destinada al otorgamiento de nuevas concesiones
en futuras licitaciones de bandas de frecuencias para prestar servicios
de banda ancha”; segundo.- Modifique el programa de licitaciones, a fin
de incorporar las porciones de la banda de 2,500 a 2,690 MHz que se
reserve el Estado al prorrogar las concesiones a que se refiere el punto
anterior. Está concedido el pliego: de los 63 títulos de concesión que
posee MVS, la SCT le negó la prórroga en 20 que están vencidos, lo que
representa solamente 12% de los megahertz de que disponen; ya está “la
reserva para el Estado”.
Un antecedente es importante, en agosto de 2007 y el 30 de enero de
2008, la Cofetel había otorgado su visto bueno para los refrendos de
MVS, sin embargo el mismo organismo emitió una opinión contraria para
diciembre de 2008, luego de una “sugerencia” de Cablevisión y la
Canitec. De aquí la historia cambió su curso y empezó un peregrinar
judicial: más de 90 amparos promovidos por MVS para mantener sus títulos
de concesión, por lo que la decisión de la SCT, de no llegar hasta el
rescate de la frecuencia, inutiliza esa porción del espectro por los
siguientes años. Si Televisa y Iusacell no podrán fusionarse por lo
pronto para ofrecer servicios de telecomunicaciones, que tampoco otros
lo hagan. Otro logro, a su manera.
Por eso, incontenible en asentar la huella de su triunfo
ilegítimo, Javier Tejado Dondé, asesor jurídico de la presidencia de
Televisa, adelantó un día antes la información sobre la decisión de la
SCT, tomada, presumiblemente, por el secretario Dionisio Pérez Jácome.
¿Cómo no festejar una batalla de cinco años? No importa que se encuere
todo el sometimiento oficial a los negocios de los muchachos, el mensaje
ya no es para los que se van, sino para los que quieren llegar. Ojalá
que Joaquín Vargas Guajardo se anime. En una de ésas, hasta yo colaboro.
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