México perdió 872 mil millones de dólares debido al crimen organizado y a la evasión fiscal en 40 años, revela el documento México: flujos financieros ilícitos, desequilibrios macroeconómicos y la economía sumergida de Global Financial Integrity (GFI), institución estadunidense de investigación sin fines de lucro con sede en Washington, DC.
El reporte −que será dado a conocer este lunes 30 de enero y del cual Contralínea
posee copia− mide y sigue la pista de la cantidad de dinero ilícito que
abandonó al país ilegalmente en 41 años, de 1970 a 2010.
GFI documenta que bajo los gobiernos de los panistas Vicente Fox
Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, se incrementó el flujo financiero
ilícito, con un promedio anual de 49 mil millones de dólares desde que
en el 2000 el Partido Acción Nacional asumió el poder.
El estudio demuestra que los flujos ilícitos se elevaron “de manera
explosiva” durante los últimos 10 años. De un promedio anual de tres
mil millones de dólares en la década de 1970; 10 mil millones de dólares
en 1980; 17 mil millones en 1990, pasó a 49 mil millones de dólares
anuales de 2000 a 2009.
De acuerdo con el informe, elaborado por Dev Kar, economista
principal de GFI y quien trabajó como economista en jefe para el Fondo
Monetario Internacional, a través de la facturación fraudulenta ha
salido secretamente el 74 por ciento del capital ilícito entre 1970 y
2010.
El dinero, tanto lícito como ilícito de México, tuvo como destino,
en primer sitio, a Estados Unidos; en segundo lugar, a los paraísos
fiscales del Caribe; en tercer lugar, a los paraísos fiscales europeos, y
en cuarto lugar al grupo de bancos de países europeos desarrollados
como Francia, Alemania y Reino Unido.
Global Financial Integrity califica a la cifra presentada como
conservadora puesto que las transacciones del tráfico de drogas, la
trata de seres humanos, el contrabando de bienes, el comercio sexual, y
otras actividades ilícitas suelen liquidarse en efectivo, y los modelos
utilizados no las pueden detectar.
Pese a ello, para Raymond W Baker, director de GFI, la cifra “es
una pérdida devastadora y altísima para cualquier país en vías de
desarrollo. Se han perdido 872 mil millones de dólares, los cuales
pudieron ser utilizados para desarrollar la economía mexicana, invertir
en educación, construir carreteras o luchar contra los cárteles de la
droga. Las ramificaciones negativas son enormes para todos los
mexicanos”.
Para participar en la facturación fraudulenta, una manera de lavado
de dinero, según datos del GFI, se necesita que un individuo tenga el
capital y la oportunidad de participar en el comercio internacional por
lo que se asume que sólo envían dinero al extranjero los particulares
con un elevado patrimonio y no la población en general.
“La manipulación deliberada de las facturas de importaciones y
exportaciones es uno de los métodos predominantes para sacar capital
ilícito de los países”, señala el documento.
El reporte afirma que con la entrada en vigor del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte en 1994 se dio paso a más facturación
fraudulenta. Además, encontró una relación estrecha entre el aumento de
los flujos ilícitos y seis crisis macroeconómicas en México: la crisis
del petróleo de 1973, la crisis de la balanza de pagos de 1976, la
crisis de la deuda de 1982, la crisis del petróleo de 1986, la crisis
del peso en 1994 y la crisis económica mundial de 2007.
“Los economistas asocian un volumen elevado de flujos salientes con
problemas de gobernanza, mala gestión económica, inestabilidad
política, y otros males”, señala el órgano y recomienda al gobierno
mexicano además de frenar la facturación fraudulenta, reducir los flujos
ilícitos para impactar positivamente en la disminución de la corrupción
y de la actividad criminal en el país.
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