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viernes, enero 20, 2012

Un mundo sin Guantánamo

A 10 años de la apertura de la criticada prisión estadounidense en la Bahía de Guantánamo, vale la pena hacer un ejercicio de reflexión sobre lo que implica mantener abierto este recordatorio de que la brújula moral de Washington fue secuestrada.

Diez años después de su apertura, miles de imágenes emergen al mencionar Guantánamo: hombres con lentes vestidos de overol anaranjado, encapuchados y esposados, alineados bajo el implacable sol del Caribe; jaulas como de zoológico, a la intemperie, sin nada más que cubos que funcionan como baños; áreas secretas del recinto penitenciario donde se pusieron a prueba "técnicas mejoradas de interrogatorio"; algún prisionero que es privado del sueño e inyectado a la fuerza con líquidos que provocan hinchazón; hombres que son encontrados colgados en sus celdas.

¿Cómo sería el mundo sin Guantánamo? Aunque no lo parezca, es una pregunta doble. Primero, uno debe imaginar un mundo donde el complejo penitenciario nunca abrió sus puertas. Y, con menos fantasía, un mundo en el que el complejo ya dejó de operar.

Para empezar, es bueno recordar lo que ha sido Guantánamo y lo que significa hoy en día.
Desde un inicio, la prisión militar estadounidense establecida en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, fue presentada públicamente como un lugar de contención para reclusos de inimaginable maldad. La Casa Blanca y funcionarios militares insistieron en que los prisioneros que estaban ahí eran "lo peor de lo peor".

En alguna ocasión, Richard Myers, el ex jefe del Estado Mayor, describió a los reclusos casi como superhombres capaces de "roer las tuberías hidráulicas" del avión que los condujo a esas instalaciones.

El ex presidente George W. Bush dijo más de una vez que no se utilizaba la tortura como método de interrogación, hasta el día en que transportó a 14 prisioneros al campamento y emitió un anuncio en el que explicaba el valor que tenía para la seguridad nacional interrogar a los detenidos con técnicas radicales. Jueces, funcionarios de seguridad nacional, fiscales y funcionarios del poder legislativo argumentaron que el sistema de Estados Unidos (EU) era demasiado débil para manejar a ese tipo de hombres terribles.

El gobierno del presidente Barack Obama ha estado de acuerdo. Esto se reflejó cuando pospuso la fecha del cierre de Guantánamo, y vaticinó que todavía le queda larga vida al afirmar que unos 48 detenidos serían trasladados a esa prisión en "detención indefinida".

Simbólicamente, Guantánamo siempre ha tenido un poder que va más allá de su misión de acoger a los prisioneros de la guerra contra el terrorismo. Para sus detractores y defensores de las libertades civiles, el complejo representa la violación de derechos en que incurrió Estados Unidos en nombre de esa guerra, sobre todo en lo que respecta a su tolerancia de las "detenciones abiertas".

Para quienes lo defienden, Guantánamo marca la voluntad de Washington de quitarse los guantes. A nivel internacional, es un símbolo de la humillación estadounidense.

Guantánamo es una invitación para que otros puedan decir: "¿Ven? EU es igual que el resto de nosotros, incapaz de resistirse a ir al lado oscuro cuando es atacado".

Guantánamo representa lo que está por debajo de la superficie del EU civilizado, es una ventana de atracción a lo brutal en tiempos de confusión y un recordatorio de la olvidada disciplina que requiere la democracia constitucional.

Pero, sobre todo, Guantánamo es el lugar donde EU ha decidido concentrar el universo de asuntos morales post-9/11 que confunden a los políticos, las leyes y las personas. En caso de duda o ignorancia, o cuando simplemente sea cuestionado por la complejidad de los dilemas de seguridad nacional, envíe los problemas a Guantánamo.

¿No sabe qué hacer con los prisioneros capturados en el campo de batalla de la guerra contra el terrorismo? Envíelos a Guantánamo. ¿Tiene dudas sobre la capacidad de los tribunales de EU para juzgar a los terroristas? Mándelos en Guantánamo. ¿Preocupado por la inquietante realidad de que la tortura salga a la luz pública? Mantenga a quienes fueron torturados en Guantánamo.

¿Qué pasa si borramos todo eso?

Sin Guantánamo, no habría ningún punto focal que trajera a la memoria el papel de EU en la guerra contra el terrorismo. No habría un lugar que encapsulara el viaje errante que inició la nación a raíz del 9/11, la sorprendente desviación de la ley y los procesos de lo que antes se identificaba como una nación segura, justa y respetuosa de la ley.

La ausencia de Guantánamo, ese término que evoca tantas cosas, habría significado que EU no escogió la salida fácil. Si no hubiera existido Guantánamo, EU habría tenido que enfrentar problemas que todavía lo acechan: la capacidad de la Constitución para hacer frente a los enemigos del siglo 21, las fortalezas y debilidades de sus servicios de inteligencia, la incertidumbre de saber quién es un enemigo y quién no.

Los líderes de EU tendrían que haber creado políticas de dudosa legalidad que no nos habrían llevado a un estado de limbo perpetuo codificado hoy por el Congreso y apoyado por el presidente en la forma de detenciones por tiempo indefinido y arrestos militares para sospechosos de terrorismo extranjero.

Sin Guantánamo, todavía habría muchas cosas que le causarían problemas a EU: la guerra en Iraq y las mentiras que lo llevaron ahí, las pérdidas en Afganistán, la extralimitación de la seguridad del Estado al monitorear las conversaciones, tanto virtuales como de otro tipo. Pero no habría una insignia evidente de la vergüenza, ni tampoco un símbolo de la disposición del país a permitir que la seguridad nacional pasara por encima del Estado de derecho. Sin Guantánamo, nuestra brújula moral no habría sido secuestrada de manera tan visible.

Obama ha seguido utilizando Guantánamo como una caja para coleccionar los dilemas de seguridad nacional prioritarios. Ha intensificado el papel de la prisión como un cajón de sastre para meter ahí toda la confusión de seguridad post-9/11, como si por cada celda vacía de un ser humano, se llenara otra con un problema: el uso del método de tortura "waterboarding", el deseo de detener a personas por asociarse con un grupo terrorista, la necesidad de contar con un sistema secundario de justicia, el atractivo político de prometer al Congreso que los enemigos de EU no podrán ingresar a su territorio.

Pero si se cierra Guantánamo –la caja de Pandora de lo que se hizo mal después del 9/11–, se pondría fin a toda una era, y con ello a la furia, la frustración y la pérdida de fe en el gobierno y los tribunales, que ha perdurado una década. Desaparecería la ignorancia que persiste acerca de quiénes están recluidos ahí y el peligro real que representan. Quedaría atrás la decepción de los legisladores que usaron Guantánamo como un recordatorio de que EU se ve acosado por las amenazas y así mantiene vivo el miedo. También quedaría atrás la castración de los tribunales de EU como un lugar viable para tratar los casos de terrorismo.

¿Podría el cierre de Guantánamo resolver la confusión moral y legal que desató la guerra contra el terror, o será simplemente en un remedio fallido? La respuesta está en cómo se haga. No se puede clausurar Guantánamo de manera silenciosa. Más que dejar que se marchite sola, cubierta de excusas de restricciones políticas y complejidades jurídicas, la prisión debe ser cerrada con una clara declaración de los aciertos y errores.

Las detenciones indefinidas están mal. No pasar por los tribunales está mal. Sucumbir al miedo hasta que domine a la ley, está mal.

En última instancia, ya que Guantánamo es un depósito no sólo de presos sino también de la confusión de EU, su clausura debe marcar un momento de claridad y una renovada confianza en el Estado de derecho. Al cerrar Guantánamo, se cierra también la caja de los pecados que desató la guerra contra el terror, la que nos convirtió en una nación como todas los demás, en lugar de ser una nación excepcional.

Al cerrar Guantánamo, se enterrarían los males de la última década, se cerrarían las puertas de un estado de incertidumbre y confusión, y la verdadera excepcionalidad de Estados Unidos podría prosperar una vez más.

(C) The Washington Post Service

lunes, diciembre 05, 2011

Caso Cassez: hasta la Iglesia tiene miedo

Después de que la televisión francesa transmitiera el documental Florence Cassez, el último recurso, con testimonios que contradicen la acusación de la Secretaría de Seguridad Pública, uno de sus declarantes, el abogado Pedro Arellano, fue destituido el 28 de noviembre como secretario adjunto de la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Entrevistado por Proceso, Arellano relata cómo investigó el caso a petición de la familia Cassez y ofreció sus conclusiones como ayuda al Séptimo Tribunal Colegiado del Distrito Federal; resultados que no fueron tomados en cuenta pero que disgustaron al gobierno, específicamente al entorno de Genaro García Luna, y a la jerarquía católica de México.
La francesa Florence Cassez condenada a 60 años de cárcel.


MÉXICO/PARÍS (Proceso).- El equipo legal de la Iglesia católica mexicana que impugnó ante el Poder Judicial de la Federación las pruebas con las que el gobierno de Felipe Calderón acusa de secuestro a Florence Cassez recibió un golpe importante: el abogado Pedro Arellano Aguilar fue removido el pasado 28 de noviembre como secretario adjunto de la Pastoral Social –una de las ocho divisiones de la Conferencia del Episcopado Mexicano– a consecuencia de un documental transmitido hace tres semanas por la televisión francesa.

En ese programa Arellano cuestiona “la fabricación” de pruebas para acusar y condenar a Cassez a 60 años de cárcel, conclusión a la que llegó después de una investigación de medio año.

El litigante aún está al frente de la Pastoral Penitenciaria, pero al salir de la Secretaría Adjunta dejará de representar a la Pastoral Social ante organismos nacionales e internacionales. La Pastoral Social tiene un gran peso en la relación de la Iglesia católica mexicana con la población vulnerable, como indígenas, migrantes y presos.

Su salida fue confirmada el mismo día 28 por el padre Hugo Valdemar, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México, que en declaraciones citadas por la agencia France Presse (AFP) aseguró que “el cambio en la Pastoral Social no tiene nada que ver con el reporte (de Arellano) sobre Florence Cassez”.

Sin embargo Valdemar, también enlace institucional de la arquidiócesis con el gobierno federal, indicó: “Tenemos divergencias sobre ese reporte que exculpa a Cassez. No es de nuestra competencia, de nuestra iglesia, decir si alguien es culpable; eso depende de las autoridades”.

De acuerdo con el servicio en francés de AFP, el vocero aseguró que el reporte “no representa la opinión de la Comisión del Episcopado”, sino que es producto de una “comisión independiente”.

Pedro Arellano responde: “Yo no sé si el padre conoce nuestra investigación. Es el vocero de la Arquidiócesis de la Ciudad de México y es natural que no la conozca porque lo que hicimos fue a nivel episcopal, a nivel nacional”.

Según los litigantes consultados, Hugo Valdemar tiene como abogado a Marcos Castillejos, cuñado de Luis Cárdenas Palomino, actual responsable de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal (cercano al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna) y quien en 2005 participó en la detención de Cassez. Hasta el cierre de esta edición, el sacerdote no respondió a las llamadas de Proceso.

Arellano, quien por más de 30 años trabajó en reclusorios, se involucró durante 2010 en la defensa de Cassez a solicitud de los padres de la francesa. Actuó con el consentimiento del obispo presidente de la Pastoral Social, el obispo de Nuevo León, Gustavo Rodríguez Vega, y del entonces secretario ejecutivo de la pastoral, el padre Armando Flores Navarro, actual rector del Colegio Mexicano en Roma.

“Vino la mamá y nos entregó una carta, firmada también por el papá, para pedir nuestra intervención. Pero también lo hicimos porque (la solicitud) fue aceptada por la comisión asesora de la Pastoral Penitenciaria, integrada por expertos, entre ellos jueces y magistrados católicos que dentro de su profesión realizan un apostolado ayudándonos en casos”, dice Arellano en entrevista, un día después de su destitución.

Integrado a la Pastoral Penitenciaria desde el año 2000, el litigante ha participado en la preliberación o liberación de 17 mil 800 personas. “Creemos que la gente tiene derecho a una segunda oportunidad, máxime cuando las circunstancias no son de todo claras”, explica.

Detenida hace seis años, el 8 de diciembre de 2005, por García Luna, entonces director la Agencia Federal de Investigación (AFI), Cassez permanece presa en el Centro de Readaptación Femenil de Tepepan, en la Ciudad de México, acusada de secuestro, delincuencia organizada y posesión de armas.

“El asunto de Florence Cassez nos pareció importante porque es el de miles de personas que están en prisión y que son víctimas de la fabricación de pruebas –añade Arellano–. Apoyarla es apoyar a muchas personas. En este caso, por los antecedentes, ya sabíamos de qué se trataba, que era un caso relevante.”

La Pastoral Penitenciaria reunió a 27 especialistas. No fue un grupo eclesiástico, sino de expertos, en el cual participaron jueces y magistrados en activo, expolicías y peritos. Se dividieron en tres equipos de trabajo: jurídico, criminológico y criminalístico.

Los tres llegaron a conclusiones similares: no hubo elementos suficientes para consignar, no hubo un debido proceso y no se identificó un perfil criminal de Cassez como jefa o integrante de una banda de delincuencia organizada, señala Arellano, quien coordinó la investigación pero nunca se ha reunido con la acusada.

La investigación duró casi medio año y no estuvo exenta de presiones contra sus integrantes, a quienes dos veces les robaron su equipo de cómputo. También sufrieron amenazas y agresiones.

Los resultados se entregaron en enero de este año al Séptimo Tribunal Colegiado del Distrito Federal en forma de una opinión conocida como amicus curiae (amigos de la Corte). Pero esta documentación fue desechada un mes después, cuando esa instancia fijó en 60 años la pena contra Cassez por los tres delitos que le enfiló García Luna.

El tribunal resolvió conforme a “la prueba circunstancial” y no a partir de pruebas concretas, dice Arellano, convencido de que se trata de “un caso político y no jurídico”. Pero incluso, añade, “el argumento de la prueba circunstancial sólo fue un ganchito de los magistrados para agarrarse y justificar su decisión”.

“De una mentira salió todo esto”

Extrañado por su salida de la Pastoral Social –“no dijimos nada que no haya dicho la defensa”, dice–, Arellano afirma que su estudio jurídico se centró en la jurisprudencia contra la falsedad de los testigos.

Además, la jerarquía católica mexicana supo en todo momento que la Pastoral Penitenciaria realizaba esa investigación, incluso antes de la alegada solicitud del Vaticano para indagar el caso.

“Yo no sé si hubo esa solicitud. De todas maneras, cualquier investigación que ordenara el Vaticano vendría a la Pastoral Penitenciaria. En este caso, nosotros empezamos antes, y después nos enteramos que al parecer había esa solicitud, de lo cual no nos consta, pero al parecer fue de otro nivel. Nosotros ya estábamos haciendo nuestra investigación”, dice el abogado, hijo de un fundador del PAN, Pedro Arellano Torres, fallecido el mes pasado.
En conversación con la corresponsal Anne Marie Mergier, los padres de Florence, Bernard y Charlotte Cassez, expresaron su preocupación por las sanciones contra Arellano. Recordaron que tuvieron dos entrevistas con monseñor Laurent Ulrich, arzobispo de la ciudad de Lille, cerca de la cual viven.

En esos encuentros le pidieron que hiciera “lo imposible al más alto nivel” para salvar a su hija. Por su lado, Florence Cassez mandó dos cartas al Papa Benedicto XVI para pedirle su ayuda: una en 2009 y la otra en 2010.

Los padres de la reclusa no descartan que el Vaticano le haya pedido a la Iglesia mexicana llevar a cabo una investigación, aunque nunca se les notificó oficialmente que la máxima instancia católica hubiera tomado tal iniciativa.

Arellano asegura que los obispos mexicanos sabían de su labor: “Informamos periódicamente de nuestras actividades. Han depositado la confianza para que tengamos la libertad de investigar y de dar estas opiniones. En este caso también sabían de la investigación, pero no conocían el contenido. Lo entregamos a las autoridades y ahí pensamos que terminaba nuestro trabajo. Además, no era el primer amicus curiae que presentábamos”.

La existencia de la investigación se hizo pública el 15 de noviembre, cuando el Canal 5 de Francia difundió el episodio Florence Cassez, el último recurso dentro del programa Le Monde en Face (El mundo de frente). Ese canal estatal francés, especializado en cultura y educación, presenta documentales, debates sobre temas políticos y de sociedad, así como reportajes de fondo.

El documental dura 52 minutos y es una coproducción de la reconocida productora francesa Cineteve y de Crea-TV, cuyo dueño –el productor, guionista y realizador de documentales Othello Khanh– tiene la doble nacionalidad francesa y vietnamita. La sede de Crea-TV está en la ciudad de Ho Chi Minh. En 1994, Khanh realizó el documental Corridos sin rostro, sobre el subcomandante Marcos y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El documental sobre Cassez lo hizo junto con Patrice Du Tertre, quien desde hace varias décadas recorre el mundo reporteando para la televisión de Francia asuntos como guerras, lavado de dinero de extremistas islámicos y narcotráfico. En la investigación fueron asesorados por corresponsales franceses en México que por años han seguido el caso.

El título Florence Cassez, el último recurso alude al amparo solicitado por la acusada y que debe resolver la Suprema Corte de Justicia de la Nación como la instancia final que tiene en México para acreditar lo que su defensa alega como vicios del proceso judicial. El amparo podría desahogarse en el máximo tribunal en el curso del primer trimestre de 2012, en plena campaña electoral por la Presidencia de la República.

La primera parte del documental es un relato cronológico del caso desde la detención de Cassez el 8 de diciembre de 2005 y la “escenificación” de su aprehensión el día siguiente, ante las cámaras de Televisa y TV Azteca.

Khanh y Du Tertre subrayan las múltiples incoherencias y “aberraciones” del expediente. Entrevistan a testigos que nunca fueron tomados en cuenta por los jueces y magistrados mexicanos y dan la palabra a periodistas, abogados y expertos.

Según explicó Khanh a la corresponsal, en vano solicitaron entrevistas a altos mandos políticos, policiacos y de la justicia mexicana. Precisó: “Sólo aceptó hablar con nosotros María Elena Morera, quien encabeza la asociación Causa Común. Se mostró tan incondicional de Genaro García Luna que la presentamos como una especie de vocera oficial”.

El documental fue objeto de una amplia promoción antes de que se transmitiera el 15 de noviembre a las 20:30, el horario de mayor audiencia en el Canal 5. Días antes, el 3 de ese mes, sus productores organizaron una proyección privada en Radio France, sede de la Radio y la Televisión estatal de Francia, ante un centenar de espectadores.

La versión que presentaron esa noche es diferente de la que pasó el Canal 5. La principal modificación concierne a uno de los principales entrevistados. En la primera versión, de la que Proceso obtuvo una copia, el testigo se expresa abiertamente; en la segunda aparece con el rostro borroso, la voz cambiada y sin nombre ni apellido.

En esa última versión se oye en la voz de Patrice Du Tertre: “Tuvimos una entrevista filmada con un francés que lleva varias décadas viviendo en México. Está considerado como el mejor especialista del caso Cassez. Por miedo a represalias, unos días antes de la difusión del documental pidió no ser identificado”.

Las declaraciones de ese testigo son demoledoras para Eduardo Margolis, empresario supuestamente cercano a García Luna y exsocio de Sébastien Cassez, hermano de Florence:

“Cuando uno encuentra a Margolis y platica tres horas con él, uno sale de esa conversación con la impresión de que es un hombre peligroso. Es un hombre que pertenece a servicios paralelos, es un hombre que seguramente dispone de una pequeña fuerza paramilitar encargada de ayudar a resolver problemas de secuestros o de recuperar gente secuestrada.
“Es el protector de la comunidad judía de Polanco –se trata de una colonia muy rica en la que viven industriales de la rama textil, comerciantes, etcétera–. Esa comunidad es víctima de los secuestradores.

“Sabemos, según él mismo nos lo dijo, que dispone de equipos de vigilancia. Habría pertenecido o pertenece al Mossad (el servicio de inteligencia de Israel). Es alguien que hace trabajos de inteligencia, tiene sistemas de escucha telefónica y además tiene acceso directo a García Luna porque vende oficialmente armas al general X. Por lo tanto se sabe que todos los días tiene contactos con esa gente. Se trata de un hombre intocable que puede pedir un favor a cambio de otro.”

Más adelante, el mismo testigo asegura que en el trabajo que hizo la Pastoral Penitenciaria “encontramos elementos muy perturbadores. Por ejemplo, una de las personas que fue secuestrada con su hijo, Cristina, fue ama de llaves; es decir, empleada de servicio, del señor Margolis”.

Según la acusación de García Luna, Cristina Ríos Valladares y su hijo menor de edad fueron secuestrados por la banda Los Zodiacos, de la que –según el mismo documento– forma parte Cassez y cuyo mando se le atribuye a su exnovio Israel Vallarta.

La intervención de Pedro Arellano es mucho más breve en la segunda versión del documental, pero no deja de ser impactante. A diferencia del otro testigo, Arellano se muestra abiertamente ante la cámara.

Explica la voz de Patrice Du Tertre: “El Vaticano, conmovido por el caso de Florence Cassez, pidió a la Iglesia católica mexicana que llevara su propia investigación. Pedro Arellano, el hombre clave de esa investigación, es abogado y secretario de una asociación católica encargada de atender a los presos injustamente condenados.

“Durante seis meses dirigió un equipo de 27 investigadores para elaborar un informe sobre la inocencia o la culpabilidad de Florence Cassez.

“Pedro Arellano nos hace una señal y nos pide seguirlo. Nos lleva a la sede de su asociación, ubicada no muy lejos de la catedral… Les teme particularmente a los hombres que detuvieron a Florence Cassez y a su jefe. Angustiado, decide sin embargo dar la cara para testimoniar.”

Habla, entonces, Pedro Arellano:

“Para nosotros es importante también porque se vuelve un caso emblemático, ya que si se esclarece la verdad en el caso de Florence y si se logra reconocer su inocencia y dejarla en libertad, para nosotros como Iglesia de México sería muy bueno porque podríamos luchar por otras Florence que están también en reclusión y por otros que desgraciadamente también fueron encarcelados a partir de pruebas fabricadas. El origen de las pruebas falseadas de Florence es gubernamental.”

Interviene otra vez Du Tertre: “Le planteamos la pregunta esencial: ¿En su informe queda notificado que Cristina hubiera sido ama de llaves de Eduardo Margolis?”.

Contesta Pedro Arellano: “Hay algo que debo decirles: desde el panteón o desde el hospital no voy a poder ayudar a Florence”.

El abogado esboza una sonrisa crispada. Luego se tapa el rostro con la mano derecha y se queda así unos instantes. Finalmente agacha la cabeza, su barbilla reposa sobre su puño derecho. La cámara no se mueve. Arellano tampoco.

Entrevistado por Proceso en su oficina el martes 29 de noviembre, el abogado explica: “A veces no nos fijamos en el contenido, sino en quién lo dice. Así pasó en este caso. Se sorprendieron de que la Iglesia dijera algunas cosas. En otros casos nos hemos metido más, pero tal vez por las personas que están atrás o porque este asunto tiene una cuestión internacional, se agranda”.

Indica: “Nuestro trabajo es ayudar a que se esclarezca la verdad. No somos jueces ni metemos a nadie a la cárcel ni los sacamos; simplemente ayudamos a dar los elementos que permite la ley para generar al menos la duda razonable, que siempre opera a favor del reo.

“Es sabido el modus operandi de nuestras autoridades de procuración de justicia. Ya no investigan, sino que atrapan al primero que pueden. Lo presentan ante los medios de comunicación y muchos de éstos se prestan para exhibir a estas personas, y ya una vez sentenciadas por la opinión pública, hasta entonces son consignadas a un juzgado. Ya con ese juicio mediático, ¡qué juez va a declararlas inocentes!”

Enfatiza: “En este caso, de una mentira se generó todo esto y ahorita quién lo para. Si en este momento se da marcha atrás, se tuvieran los videos completos, todos los testimonios y se diera el reconocimiento de inocencia a Florence Cassez, ¿cuántas personas de los que están ahora como paladines de la justicia se irían a la cárcel?”.

Sobre su futuro en el Episcopado Mexicano, dice: “Ayer me informaron que va a estar el padre Óscar Arias al frente de la Secretaría Adjunta de la Pastoral Social y que yo sigo al frente de la Pastoral Penitenciaria. En teoría, mi nombramiento en esta otra instancia termina en noviembre de 2012. Pero no estoy seguro de lo que vaya a pasar”.

Florence Cassez, l’ultime recours – France5
Condamnée au Mexique à soixante ans de prison pour kidnapping, Florence Cassez continue de clamer son innocence. Enquête.Diffusion : mardi 15 novembre à 20.35

sábado, diciembre 25, 2010

Bradley Manning Suffering Extreme Isolation Prison Torture by Our Goverment

Courageous Whistleblower 'Physically Deteriorating'...

Bradley Manning is suffering inhumane isolation in prison that numerous experts say is a form of real torture.

AlterNet / By Joshua Holland

December 23, 2010/ Last week, Bradley Manning, the soldier accused of giving classified materials to Wikileaks, spent his 23rd birthday in the brig of the Marine Corps Base in Quantico, Virginia. He has been convicted of no crime, but endures the kind of highly restrictive detention that's usually reserved for the most dangerous criminals in America's supermax prisons. He is kept isolated in his cell 23 hours a day, where he is cut off from most human contact, denied reading materials and personal items, prevented by the guards from exercising and regularly awakened from his sleep. He has been at Quantico for five months, following two months of detention in Kuwait.
The circumstances of Manning's detention gained prominence last week after Salon's Glenn Greenwald wrote a scathing exposé of what he called “conditions that constitute cruel and inhumane treatment and, by the standards of many nations, even torture.” As AlterNet's Sarah Seltzer noted, the U.N. Special Rapporteur on Torture has started a probe to determine whether Manning's solitary confinement constitutes torture under international law.
The Pentagon reacted to the story by claiming that Manning is “a maximum custody detainee” who can “receive the same privileges that a detainee classified as general population may receive … [including] daily television, hygiene call, reading and outside physical activity without restraint.” But David House, one of the few people able to visit Manning, said that Manning told him he'd only been allowed outdoors sporadically, and his exercise consisted of being placed in a room where he can only walk around in circles.
Manning also has a “Prevention of Injury” (POI) order that requires him to be constantly monitored by guards, and prevents him from having normal bedding. He has to strip down to his underwear and surrender his clothes to the guards each night before sleeping under a “suicide blanket” – he told House it's “similar in weight and heft to lead aprons used in X-ray laboratories, and similar in texture to coarse and stiff carpet.” Manning “expressed concern that he had to lie very still at night to avoid receiving carpet burns.” According to Greenwald, prison medical officials are administering him antidepressants.
POI orders are usually issued for brief periods of time for inmates who are judged to be suicidal or have not yet undergone a psychological evaluation. Manning has been evaluated, and there is no indication he is a threat to himself or others. He has been, by all accounts, a model prisoner.
Clinical psychologist Jeff Kaye spoke to House after his visit with Manning, and while he stressed that a complete evaluation of Manning's well-being is impossible without personal contact, he predicted that “Solitary confinement will slowly wear down the mental and physical condition of Bradley Manning.”
Solitary confinement is an assault on the body and psyche of an individual. It deprives him of species-specific forms of physical, sensory and social interaction with the environment and other human beings. Manning reported last weekend he had not seen sunlight in four weeks, nor does he interact with other people but a few hours on the weekend. The human nervous system needs a certain amount of sensory and social stimulation to retain normal brain functioning. The effects of this deprivation on individuals varies, and some people are affected more severely or quickly, while others hold out longer against the boredom and daily grind of dullness that never seems to end.
Over time, isolation produces a particular well-known syndrome which is akin to that of an organic brain disorder, or delirium. The list of possible effects upon a person is quite long, and can include an inability to tolerate ordinary stimuli, sleep and appetite disturbances, primitive forms of thinking and aggressive ruminations, perceptual distortions and hallucinations, agitation, panic attacks, claustrophobia, feelings of loss of control, rage, paranoia, memory loss, lack of concentration, generalized body pain, EEG abnormalities, depression, suicidal ideation and random, self-destructive behavior.

In order to read the complete article HERE.

Julian Assange: Why the world needs WikiLeaks

http://www.youtube.com/watch?v=HNOnvp5t7Do&playnext=1

http://www.ted.com/ The controversial website WikiLeaks collects and posts highly classified documents and video. Founder Julian Assange, who's reportedly being sought for questioning by US authorities, talks to TED's Chris Anderson about how the site operates, what it has accomplished -- and what drives him. The interview includes graphic footage of a recent US airstrike in Baghdad.TEDTalks is a daily video podcast of the best talks and performances from the TED Conference, where the world's leading thinkers and doers give the talk of their lives in 18 minutes. Featured speakers have included Al Gore on climate change, Philippe Starck on design, Jill Bolte Taylor on observing her own stroke, Nicholas Negroponte on One Laptop per Child, Jane Goodall on chimpanzees, Bill Gates on malaria and mosquitoes, Pattie Maes on the "Sixth Sense" wearable tech, and "Lost" producer JJ Abrams on the allure of mystery. TED stands for Technology, Entertainment, Design, and TEDTalks cover these topics as well as science, business, development and the arts. Closed captions and translated subtitles in a variety of languages are now available on TED.com, at http://www.ted.com/translate. Watch a highlight reel of the Top 10 TEDTalks at http://www.ted.com/index.php/talks/top10

viernes, noviembre 12, 2010

El fracaso de las prisiones

Recluir en cárceles a los infractores no contribuye a su rehabilitación ni a reducir la criminalidad, por el contrario: favorece el hacinamiento. Hasta ahora, la posibilidad de aplicar penas sustitutivas ha sido tímida en México y no se puede evaluar su resultado, estiman juristas y legisladores mexicanos. Adicionalmente, en el actual sistema penal persiste la falta de transparencia, como se demuestra en el excesivo tiempo de reserva que se aplica a las averiguaciones previas concluidas.

Castigar los delitos con la privación de la libertad le cuesta al Estado mexicano 29 millones de pesos diarios, que representan 12 mil millones de pesos al año. Mantener en prisión a 222 mil 297 reclusos –casi el 40 por ciento de ellos, jóvenes que provienen de los sectores marginales de la sociedad– no ha contribuido a disminuir la tasa de criminalidad ni a disuadir a los delincuentes. Para Sergio García Ramírez, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, esta política abre una ventana “hacia un sistema sumamente autoritario de justicia penal, cobijado bajo una bandera benévola”.

El jurista, quien también presidió la Academia Mexicana de Ciencias Penales, manifiesta que, ante la criminalidad “desbordante y desbocada, de una antisocialidad que nos ocupa y preocupa, lo que hemos hecho ha sido multiplicar los delitos”. Explica que en la medida en que surgen los escándalos y preocupaciones sociales, los legisladores modifican y aumentan las penas.

Las hipótesis delictuosas y los tipos penales aumentaron, con punibilidades “verdaderamente exageradas” que saturan las prisiones, indica García Ramírez. Eso significa que se pretende combatir la criminalidad con penas de 50, 60 y hasta 70 años que, por supuesto, no se aplican a nadie porque “lo que prevalece es una rampante impunidad”, agrega el abogado.

El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México estima que esa política se inserta en un esquema donde, “para disgusto y horror de las autoridades locales”, no se dispone de los recursos necesarios para la manutención de los reclusos federales. A esta problemática se suma el hecho de que, en las prisiones, se aloja cerca del 40 por ciento de presos sin condena y que serían presuntos inocentes.

El también exprocurador General de la República describe que, en México, se generaron dobles sistemas penales y de cárceles. Existe “un sistema penal y prisiones asignadas para la delincuencia ordinaria, y otro sistema penal y prisiones para lo que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos designa como medidas especiales de control”. Ése sería el caso de los reclusos de la llamada delincuencia organizada.

El otro sistema penal atiende los “otros delitos” –homicidios, lesiones dolosas, delitos sexuales, secuestros, robos con armas–. Para el doctor en derecho, ante el panorama de criminalidad ya se debería haber adoptado una serie de medidas más racionales que, aparentemente, no se han emprendido.

En su análisis sobre la situación en las prisiones mexicanas, el expresidente de la Comisión de Reclusorios del Distrito Federal sentencia: “Las prisiones son una manifestación sombría y cruel de un sistema penal”. Ese problema acarrea también el hacinamiento en prisiones.

El sistema de cárceles del Distrito Federal, concebido en 1975, preveía una población de 1 mil 500 o 1 mil 800 reclusos. Treinta y cinco años después, y a pesar de sus incrementos físicos, las prisiones resultan insuficientes para albergar a 13 mil o 14 mil reclusos.


Prisión para jóvenes excluidos

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública, difundidas en julio pasado, el 33 por ciento de su presupuesto se destina para mantener a los presos en 429 reclusorios. Parte importante del universo de presos está constituido por jóvenes de entre 18 y 25 años que provienen de los sectores más marginales de la sociedad. La antropóloga social Elena Azaola Garrido estima que ese sector de procesados recibe penas de prisión tan altas que marginan más a los ya de por sí excluidos.

Los números muestran que la gente de escasos recursos es la que colma mayoritariamente las prisiones mexicanas. En México, el 70 por ciento de la población carcelaria recurrió a las defensorías de oficio; prácticamente no tuvieron defensa y por eso fueron a prisión, explica la especialista en criminalidad y violencia contra jóvenes.

Ante tal situación, Azaola cuestiona “severa y profundamente este sistema de justicia que mantiene en prisión a este grupo de personas en esas circunstancias”. Asimismo, describe que la sobrepoblación carcelaria es de 130 por ciento, con un incremento de la cuarta parte en los últimos años.

Este escenario, dice, es preocupante porque el de las prisiones es un mundo degradado, deshumanizado y en el que se invierten pocos o ningún esfuerzo; es la última de las prioridades en las agendas políticas. La especialista manifiesta que “es una ceguera política no atender lo que ahí ocurre. Nuestras cárceles están llenas de gente pobre que ha cometido delitos muy menores”.

Hasta ahora, no hay evidencia de que las prisiones cumplan con sus fines, sino que representan un daño en sí mismas para la población interna, que se distribuye a sus familias; también daña a las comunidades. Esto ocurre cuando se cometen delitos muy graves que quedan impunes y que generan en la sociedad la sensación de que no hay un juego limpio, de que no hay un juego justo, apunta la autora del estudio Crimen, castigo y violencias en México (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, 2008).

La situación de México no es muy distinta a las políticas criminalísticas que aplican otros países de América Latina, por lo general todas privilegian el enfoque punitivo al tiempo que permanecen impermeables a otras evidencias de la experiencia internacional y los estudios científicos.

Por ello, considera que el abandono de programas de rescate social, particularmente los dirigidos a los sectores en riesgo, evidencia lo equívoca de la política criminológica actual; por ello, propone elaborar políticas criminales vinculadas con las políticas sociales y con más énfasis en la prevención.


Criminalidad impune

Los datos sobre la tasa de homicidios en el país muestran que, “para nuestra tragedia, estamos frente a un incremento de la criminalidad”, señala el jurista Sergio García Ramírez. Se refiere a la cifra de casi 30 mil “asesinatos” en lo que va de la supuesta guerra contra el narcotráfico.

Es apremiante transformar el sistema penitenciario y revisar de qué forma afectan las penas de libertad la conducta de las personas, coinciden analistas, legisladores y juristas.

Mano dura… contra los pobres....y los pillos de los narcopoliticos corruptos?

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jueves, abril 23, 2009

Juicio a la tortura de Bush En Contexto con Ruben Luengas


http://www.youtube.com/watch?v=3PIMupUVkHw

Rice autorizó torturas en los interrogatorios de la CIA: Senado de EU
Según informes desclasificados, la ex secretaria de Estado dio luz verde al ahogamiento simulado o submarino.


AFP


Washington. La CIA solicitó desde mayo de 2002 poder emplear métodos severos en interrogatorios de sospechosos de terrorismo, y Condoleezza Rice, en ese entonces consejera de seguridad nacional de George W. Bush, dio su autorización, según un informe del Senado estadunidense.

La agencia de inteligencia recibió luz verde para utilizar el ahogamiento simulado, técnica conocida como "submarino" y considerada una tortura, desde que el 26 de julio de 2002 el ministro de Justicia, John Ashcroft, señaló que "la utilización de la simulación de ahogamiento (es) legal", según un informe de la comisión de inteligencia del Senado publicado el miércoles.

Nueve días antes, según documentos de la CIA citados en el documento, Rice se había reunido con George Tenet, director de la agencia de inteligencia en esa época, y dio su consentimiento "para que la CIA pueda proceder al interrogatorio previsto de Abu Zubaydah" bajo esa premisa.

Zubaydah estaba en poder de los estadunidenses acusado de ser un alto responsable de Al Qaeda.

La autorización dada por Rice constituiría la primera aprobación de un alto responsable de la administración Bush para emplear una técnica de interrogatorio que el actual ministro de Justicia, Eric Holder, ha calificado de "tortura", según el informe.

El reporte del Senado constituye hasta el momento la cronología más completa establecida a partir de documentos desclasificados que marcan el apoyo del gobierno de Bush a los métodos de interrogatorio altamente polémicos.

jueves, marzo 12, 2009

Irak: condenan a 3 años de prisión al periodista que lanzó zapatos a Bush

Muntazer Zaidi fue hallado culpable "de agresión a un jefe de Estado extranjero en una visita oficial"
Bagdad. Sobrinos de Muntazer al-Zaidi, el periodista que arrojó sus zapatos a George Bush, le manifiestan apoyo afuera de la Corte, que hoy lo condenó a tres años de prisión. Reuters

Bagdad. Muntazer Zaidi, el periodista iraquí que se hizo famoso en todo el mundo por haber lanzado sus zapatos a la cabeza del entonces presidente estadunidense George W. Bush, fue condenado a tres años de cárcel este jueves en Bagdad por agresión a un jefe de Estado extranjero.
El magistrado Abdel Amir al Rubaie condenó a tres años de reclusión a Muntazer Zaidi, acusado de "agresión contra un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial" y detenido desde mediados de diciembre en una prisión de la "zona verde", el sector ultraprotegido de Bagdad.
El veredicto fue leído en presencia del acusado y de sus 25 abogados, dado que la familia y los periodistas tenían el acceso prohibido a la sala.
La familia y los periodistas oyeron más tarde a los abogados, en un caos total, anunciar "cuatro años de prisión" a la salida de la sala, provocando gritos de "es un tribunal estadunidense, hijos de perra" entre la multitud.
"Fue condenado a tres años de prisión", aclaró finalmente Yahia Attabi, uno de los abogados del condenado, en un ambiente de total confusión.
El periodista, de 30 años de edad, se declaró inocente cuando por la manñana se había reanudado el juicio tras tres semanas de receso.
"Mi reacción fue natural, como la de cualquier iraquí", respondió Zaidi al juez.
Uno de los abogados anunció que recurrirán la sentencia.
El periodista, que trabaja para Baghdadiya, un canal de televisión árabe con sede en El Cairo, podía haber sido condenado a un máximo de 15 años de reclusión.
El juicio contra Muntazer Zaidi, un perfecto desconocido hasta que el 14 de diciembre le lanzó los dos zapatos a Bush durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí Nuri Maliki, comenzó el 19 de febrero pero fue aplazado debido a una controversia sobre la naturaleza de la visita del presidente estadounidense a Irak.
La defensa del periodista buscaba probar que el viaje de Bush era por sorpresa, y no "una visita oficial", para refutar el cargo contra Zaidi.
Pero en la apertura de la sesión del jueves el juez aseguró que Bush efectuaba una "visita oficial" según la información transmitida por el gobierno iraquí.
El 19 de febrero Zaidi había justificado su acto por la indignación que le provocaron las palabras del presidente estadunidense, al que calificó de "mayor responsable de los crímenes cometidos" en Irak.
"Hablaba de victorias y de éxitos (estadunidenses) en Irak pero lo que veo en materia de éxito es un millón de mártires, sangre derramada, mezquitas allanadas, iraquíes violadas e iraquíes humillados", afirmó.
Se levantó y, arrojando sus dos zapatos a Bush, que efectuaba su última visita a Irak, le gritó: "es el beso de despedida, perro".
Muntazer Zaidi afirmó que fue "golpeado y torturado con picana por un general luego del incidente".