Agencias
Dallas. El gobernador de Oklahoma, Brad Henry, firmó y convirtió en ley una iniciativa antinmigrante, considerada como una de las más duras decretadas hasta ahora.
La medida, aprobada por la mayoría de representantes y senadores estatales a finales de abril, obligará a los agentes de policía en Oklahoma a detener indocumentados y convierte en delito estatal transportar, esconder y albergar a un inmigrante sin papeles.
La nueva ley, que entrara en vigor en noviembre próximo, elimina también los beneficios y subsidios gubernamentales a los indocumentados en atención a la salud y bienestar social, excepto en emergencias y servicios humanitarios.
El estatuto obliga además a las dependencias estatales a verificar la ciudadanía y el estatus migratorio de sus nuevos empleados e impide a las autoridades contratar a compañías que no verifiquen la condición migratoria de sus trabajadores.
Henry dijo que la nueva ley constituye una medida temporal para lidiar con el problema de la inmigración ilegal que es una responsabilidad del gobierno federal.
"Los estados pueden tomar algunas acciones propias, pero hasta que el Congreso de Estados Unidos apruebe una política de inmigración nacional y completa los ciudadanos verán muy poco progreso en este asunto", indicó el gobernador.
Henry firmó la iniciativa este martes en el último día de plazo que tenia para hacerlo, a fin de que se convirtiera en ley.
Organizaciones hispanas y de derechos de los inmigrantes habían solicitado al gobernador en los últimos días vetar la iniciativa.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario