miércoles, mayo 30, 2007

Las esposas ambiciosas y advenedizas... mal augurio

De verdad qué lata con estas esposas que no entienden que estar en el campo social y político es producto de un trabajo de sus maridos, bueno o malo, y que ellas no lo tienen por el hecho de que circunstancialmente y en base, se supone, a otros intereses, se casaron con un político. Tal es el caso de Mariana Pratts, de la Margarita Zavala no quiero ni hablar porque esa es harina de otro costal más apestoso.

Y no es que queramos marginarla de sus derechos políticos, es que su aparición en ese rubro es fortuita y por tanto hay una falsedad implícita en su interés político y social. ¿Por qué Marianita no produce mejor una obra de teatro con visos políticos? Ese es su campo, el de la actuación. Sabemos de fuentes que no podemos develar que siente unos profundos celos porque Marcelo en su momento estaba muy ligado a AMLO, ahora parece que ya no tanto, y no le ponía atención a ella: "¡Ay, Marcelo, hazme caso, todo es AMLO y AMLO, ya me tiene harta ese Peje! ¡Va a deshacer nuestro matrimonio!".

¿Será que para llamarle la atención ahora se ha constituido en una incipiente nueva Martha Sahagún? ¿No se dará cuenta que eso en vez de favorecer la carrera política de su marido la perjudica? Los mexicanos que votamos por Ebrard estamos hasta la madre de la Martha Sahagún, tuvimos una pésima experiencia y ya sabemos que las esposas de mandatarios que se meten más allá de lo que les corresponde, son mujeres ambiciosas y advenedizas que seguramente van por una tajada, ¡y qué tajada la de la Martha!, ya que si hubiera un interés político en el buen sentido (que a veces hasta se me olvida cual es ese "buen sentido", ah, sí, Claudia Sheinbaum, por ejemplo), tendrían antecedentes en ese ámbito.

Mal augurio para la administración de Marcelo pues su cercanía con AMLO era más fuente de votos que la que tenga con su esposa en lo político. A menos que lo que se proponga Marcelo sea cachar votos del PAN ya que los panistas sí son más proclives a simpatizar con las esposas, con eso de que la familia, y "la familia", y de que no les importa que las esposas intervengan en las decisiones de Estado ni que utilicen el erario para sus intereses personales ni que se roben el dinero de los mexicanos, no creo que el exhibicionismo que últimamente ha tenido Mariana ni el que sea dirigente del DIF le traiga adepciones en el Distrito Federal. La buena relación con la esposa no tiene nada que ver con un trabajo político valioso. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.


Creemos que Mariana debería regresar a su actividad artística y recomendamos a Marcelo que le ponga para que se embarace y se entretenga con su criatura en vez de estarse metiendo en un campo que sinceramente ni conoce ni le corresponde. Y si realmente le surgió el interés social y político, que no empiece desde la presidencia del DIF, que se faje desde abajo para que realmente haya una carrera de por medio que justifique las posiciones a las que llegue y que demuestre que está interesada en trabajar en ese campo. Porque ¿qué puede saber Marianita del trabajo que hay que llevar a cabo en el DIF? Es absurdo.

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