ISRAEL RODRIGUEZ J.
Petróleos Mexicanos (Pemex) no está en quiebra. Solamente en 2006 obtuvo las segundas utilidades más elevadas del mundo detrás del gigante petrolero estadunidense Exxon-Mobil. Sin embargo, se le ha sometido a una quiebra contable planeada y deliberada mediante una constante descapitalización y endeudamiento creciente aplicada durante los últimos 25 años de gobiernos neoliberales en aras de su privatización.
Estos fueron algunos de los planteamientos que se analizaron en el foro México y el mundo actual, organizado por La Jornada y la Casa Lamm, ahora con el tema ¿Es Pemex una empresa quebrada, sin otra solución que privatizarla?, en el que participaron José Antonio Almazán, Luis Linares Zapata, Alfredo Jalife y Antonio Gershenson.
Para forzar a abrir a Pemex al capital privado e inclusive venderla se ha insistido en que la paraestatal está en quiebra técnica, al señalar reiteradamente que sus activos son equiparables casi con sus pasivos, advirtió José Antonio Almazán, diputado federal de la fracción parlamentaria del PRD.
Pero al hacer un análisis sobre el balance de flujo de efectivo que genera la petrolera se desentraña el por qué del interés del capital privado nacional y extranjero en participar en las ganancias de Pemex. Sólo de 2001 a 2005, precisó, el volumen de ingresos acumulados por Pemex fue de 3 billones 395 mil millones de pesos, mientras que en ese mismo lapso los costos de operación fueron de 392 mil millones. Es decir, apenas 10 por ciento de sus ingresos, lo que significó un rendimiento de 90 por ciento. Esto demuestra que Pemex es un enorme negocio.
El legislador señaló que la paraestatal es la empresa que paga más impuestos en el planeta, pues su carga fiscal llega a 65 por ciento de sus ingresos totales. Pemex, dijo, es la segunda empresa más rentable al obtener 55 mil millones de dólares de utilidad antes de impuestos y depreciaciones, después de Exxon, que obtuvo el año pasado 59 mil millones de dólares.
Almazán González alertó: "si la perdemos -Pemex- estaríamos ubicándonos automáticamente en la categoría de una colonia más de la potencia más grande del mundo que es Estados Unidos".
Por su parte Luis Linares Zapata, secretario de Desarrollo Social del "gobierno legítimo", indicó que Pemex debería pagar las mismas tasas impositivas que otras empresas. De acuerdo con datos de la Auditoría Superior de la Federación demuestran que las 50 empresas más grandes en México pagan entre uno y 72 pesos por impuesto sobre la renta mientras que los asalariados cubren entre 15 y 28 por ciento.
Ante un auditorio totalmente lleno, que obligó a los organizadores de Casa Lamm a acondicionar otro salón adyacente con circuito cerrado para dar cabida al público, Linares Zapata manifestó que si Pemex pagara lo que cualquier empresa petrolera en el mundo sólo en el primer trimestre de 2007 habría obtenido 60 mil millones de pesos los que alcanzarían para financiar el crecimiento en exploración durante todo un año.
Destacó que Pemex es depositaria de la soberanía industrial y garantía de la independencia económica del país.
En su oportunidad, Alfredo Jalife-Rahme, académico y experto en temas geopolíticos, externó que en México se está aplicando la "privatización cucaracha", consistente en descapitalizarla vía impuestos y la contratación de deuda con privados, así como la cesión de diversas actividades estratégicas que por ley le corresponde sólo a la empresa nacional y se busca aplicar el esquema de Petrobrás, la empresa petrolera brasileña, que es semipública, puesto que el gobierno sólo posee 33 por ciento de su propiedad y lo demás está en manos de bancos privados.
Afirmó que los diseñadores de la actual política privatizadora de Pemex son los mismos funcionarios fracasados del sector energético en años anteriores, como Francisco Labastida, Jesús Reyes Heroles, Luis Téllez Kuenzler y el propio Felipe Calderón.
Alfredo Jalife indicó que la paraestatal es la única perdedora a nivel global por la elevada carga fiscal a la que es sometida, como lo demuestra el hecho de que en el sexenio de Fox haya obtenido ingresos por casi 400 mil millones de dólares y al final haya registrado pérdidas acumuladas por 15 mil millones de dólares.
Mencionó que Pemex obtuvo en 2006 alrededor de 110 mil millones de dólares que equivalen a 75 por ciento del producto interno bruto de Chile.
Por ello, subrayó: "Pemex es un país. Pemex es México. Aún en el pernicioso modelo neoliberal Pemex es rescatable".
Antonio Gershenson, experto en temas energéticos y colaborador de La Jornada, explicó que una de las formas de permitir la inversión privada en la paraestatal, prohibida constitucionalmente, ha sido mediante el uso indiscriminado del endeudamiento a través de los proyectos de inversión con impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas).
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