Ginés Fernández González, director de Mundo Obrero (España) / 08 nov 06
Es para mí una gran satisfacción el poder participar en estas jornadas* y una gran honor el haber sido invitado como Mundo Obrero para aportar nuestra visión en tema, con este sugerente título.
En el libro "Como nos venden la moto", de Chomsky y Ramonet, se afirma que “la democracia actual no se corresponde con la idea que tenemos del término. En particular por el control al que se someten los Medios de Comunicación, en contraposición a la libertad e imparcialidad que se le supone a la información trasmitida bajo esta Forma de Gobierno”.
Por tanto, debemos plantearnos una primera reflexión el concepto democracia bajo el que se trasmite la información en un mundo globalizado, donde la clase dominante nos quiere imponer su visión del mundo: el neoliberalismo.
A ello juegan los medios de comunicación de masas, los profesionales seguidistas, los intelectuales comprados para dirigir y controlar “el rebaño desconcertado”, la gran mayoría de la población, por “la clase especializada”. En la teoría de Walter Lipmann, “la clase especializada” gestionará la mayoría de los asuntos que interesan a “el rebaño domesticado”, ante la incapacidad de estos, a través de los medios de comunicación. Una intención de dudosa catadura moral, según mi opinión.
El neoliberalismo ha convertido la comunicación en mercancía, ha dejado en las empresas privadas la capacidad de informar, de transmitir su visión del mundo.
La concentración de los medios en manos de unos pocos, que a través de su poder (la información es poder) adocenan las conciencias para que asimilen como bueno el sistema. La concentración crea uniformidad en el mensaje, en palabras de Vicente Romano ” lo cierto es que sólo quien posee los medios puede regular el conocimiento y el desconocimiento. Ante la concentración de poder comunicacional, no es de extrañar que las opiniones sean bastante uniformes, igual que los programas políticos”.
Esta última referencia viene al caso porque hoy los programas políticos obedecen al fenómeno de las encuestas o sondeos de opinión. La acción política se realiza hacia los medios de comunicación por parte de los actores políticos, en consonancia con la opinión que los ciudadanos trasmiten en los sondeos, con preguntas estudiadas –muchas veces- para que tenga una determinada respuesta. Los medios establecen los límites del discurso y de la comprensión del público, del pueblo, no siempre moldean la opinión de todos, claro está, pero tampoco tienen por qué hacerlo. Basta con legitimar ciertos puntos de vista y deslegitimar otros Murdok y Goldind manifestaron en 1977, “Las voces que sobreviven pertenecerán en buena medida a quienes es menos probable que critiquen la distribución prevaleciente de la riqueza y del poder. Y al revés, quienes es más probable que pongan en duda estas reparticiones no pueden hacer público su desacuerdo u oposición porque no disponen de los recursos necesarios para comunicarse eficazmente con una gran audiencia”
Desde esta perspectiva, “los medios de masas” enfatizan la estructura económica sobre el contenido ideológico de los mensajes. La institución de los medios de comunicación, es considerada una parte del sistema económico aunque estrechamente vinculada al sistema político. Por tanto los partidos que cuestionan o están contra el sistema ven dificultada la transmisión del mensaje, a menos que lo dulcifiquen y le den carta de naturaleza a una “democracia controlada”.
La idea de aldea global, aparecida en muchos escritos de McLuhan, parte del hecho de que el individuo recibe un constante caudal de información de todo cuanto acontece en el mundo, y en la mayoría de los casos esa percepción no es puramente selectiva, sino pasiva.
El maestro Vicente Romano en el articulo: Comunicación, poder y democracia, publicado en Rebelión nos dice: “la emancipación no se demuestra apretando un botón de la radio o de la televisión, ni cambiando de canal cada dos por tres, sino única y exclusivamente tomando la palabra y pronunciando al mundo como es”.
Por tanto, huyendo de lo que muchos dicen de la existencia de –por ejemplo- más canales de TV es libertad de expresión y pluralidad en la información, es cuestionable al menos en cuanto que los medios estén controlados por unos pocos, en grandes corporaciones, que además tienen intereses en sectores estratégicos de la economía y en grandes empresas o en determinados territorios, nunca informarán y crearán opinión en contra de sus intereses.
La relación grandes corporaciones –políticos, ha tenido en los últimos meses una clara connotación, el contrato de Aznar con Rupert Murdoc. Las conexiones del magnate con el capital americano y los neo-com, Aznar con Bush, (PRISA=PSOE; Vocento (Grupo Correo) derecha liberal, católica; COPE Iglesia, Ext. derecha; etc.) pongamos por ejemplo uno de mi tierra de la Región de Murcia. El Gobierno Regional del PP, ha otorgado la licencia de la Televisión Regional a una gran empresa constructora, ¿alguien se cree que denunciaran la especulación o la corrupción? de la que es objeto el territorio de la Comunidad Autónoma.
Además de la participación de grupos económicos importantes en el capital y consejo de los medios que hacen como decíamos antes “arrimen el ascua a su sardina”, es decir que la información tenga cierta intencionalidad: por ejemplo, la definición de Populistas los presidentes de los gobiernos de los países que cuestionando el neoliberalismo, proponen medidas progresistas y de izquierdas o han iniciado procesos revolucionarios y alternativos a la lógica económica del imperio, Evo Morales, Chávez, Castro, a los candidatos de otros países que han demostrado simpatía por el socialismo o la alternativa al sistema económico imperante, Correa, Ollanta, Daniel Ortega, López Obrador, etc.
Todos plantean la lucha contra el neoliberalismo y el imperialismo, los medios no pueden dejar que estas ideas se extiendan, que crezca la simpatía internacional hacia las luchas de los pueblos de América Latina, son muchos los intereses económicos en juego.
Siempre han existido medios de comunicación alternativos, según la concepción de aquellos que informan la otra verdad, la de verdad, la realidad y las opiniones que los “medios de masas” ocultan porque son contraria a sus intereses. Pero la llegada de Internet ha favorecido la proliferación de éstos, un costo económico menor, y la rapidez del mensaje serían dos de sus principales características.
Contamos en la mesa con una representación de ellos (Kaos en la Red), pero también medios “más tradicionales” como prensa escrita son alternativas, Diagonal, Mundo Obrero, Le Monde Diplomatique y muchos otros realizan un mayor esfuerzo económico y humano para estar presentes en la sociedad. Hoy existe una amplia diversidad de opciones tanto ideológicas, sociales, culturales, que permiten informar de forma más amplia y a la vez concreta. Existe una multiplicidad de Medios, escritos, Internet, menos en radio y menos en TV alternativa.
A la vez, por un lado los procesos de privatizaciones y el concepto restringido del acceso a la capacidad de producir desde la sociedad, ha eliminado la posibilidad de que desde los medios públicos se pueda dar otra visión, la de los ciudadanos sus asociaciones y colectivos que trabajan porque otro mundo sea posible.
¿Qué podemos hacer para influir y contrarrestar las campañas de intoxicación masivas?
Pascual Serrano, amigo común de muchos de los que estamos en esta mesa y en esta sala, en el artículo Comunicación y Tomás de Poder, publicado en Rebelión, decía: “Los recientes foros sociales han abordado un apasionante debate en torno a la necesidad de la toma del poder o no. Se trata de una idea lanzada por el zapatismo donde, rompiendo con la tradición de los movimientos guerrilleros que luchaban por derrocar y desplazar gobiernos, afirmaba que su objetivo no era tomar el poder en México. Era la misma tesis que defendía John Holloway en su libro “Cambiar el mundo sin tomar el poder”. La discusión tomó total protagonismo en el último Foro Social Mundial en Caracas, un país cuyo gobierno se ha alineado con los principios alterglobalizadores de los organizadores y precursores de estos foros. De ahí la diferencia entre quienes apuestan por intentar cambiar las estructuras sin necesidad de alcanzar gobierno y quienes piensan que ese modelo está agotado y que, observando los ejemplos de Venezuela o Bolivia, es hora de aspirar a otro mundo posible tomando las riendas gubernamentales.
Y hago esta reflexión para trasladarla a los medios de comunicación alternativos. Hace diez años, las experiencias en este ámbito pretendían sacar del silencio noticias, luchas y movimientos que los grandes medios estaban ignorando premeditadamente. Algunos incluso los denominan medios de contrainformación, término que no comparto –decía él- porque, entiendo, supone reconocerles a los comerciales el patrimonio de la información.
Con el tiempo, y con el desarrollo de algunas tecnologías de la información, en especial Internet, hemos podido comprobar que el despegue de los alternativos ha sido tal que ya se nos queda pequeño el reto de desvelar las informaciones silenciadas. Podemos aspirar a plantear un nuevo modelo y un enfoque distinto de prácticamente todos los acontecimientos de la agenda informativa. La experiencia nos ha demostrado que incluso ante hechos noticiosos predominantes, la demanda de información diferente a la proporcionada por los grandes medios es abrumadora. A la ciudadanía no le bastaba lo ofertado por los grandes medios en acontecimientos como el 11-S, el tsunami en Asia o el desarrollo de la guerra de Iraq, a pesar de que eran temas ampliamente abordados por los medios masivos. Al mismo tiempo, pudimos comprobar que estábamos en condiciones de ofrecer otra información, otro análisis y otra interpretación diferente de todos esos hechos. Y continua: Si a todo ello, le añadimos la pérdida de credibilidad de los medios dominantes, podemos concluir que entrábamos en una nueva fase en la que debíamos plantearnos, lisa y llanamente, el derrocamiento del predominio informativo de las grandes empresas.
Es decir, tal y como ha sucedido en los foros sociales, aquel debate sobre la toma del poder llega ahora a los medios. Y de nuevo aparece Venezuela en escena. Desde allí se crea un canal de televisión internacional, Telesur, acompañado también de otros medios públicos, que ya no eran ni medios comunitarios ni proyectos de movimientos sociales como hasta ahora sucedía con los medios alternativos. Eran medios financiados por gobiernos que se desmarcaban de los intereses comerciales y que apostaban por una línea editorial con franca sintonía con los contenidos alternativos. De hecho, sus directivos y profesionales proceden mayoritariamente de esa cantera. Y termina: Por tanto, podemos concluir que quizás va siendo hora de que pensemos en que un modelo informativo al servicio de los pueblos, ajeno a los imperativos de la rentabilidad y los ingresos publicitarios pueda ser predominante y desplace a los actuales ya muy heridos en su credibilidad. O al menos, que comiencen a enfrentarse de igual a igual.”
Creo que ya hacemos algo, posiblemente poco, muy poco, pero algo hacemos, nos vamos retroalimentando de determinados temas, realizando el “efecto espejo o reflejo” multiplicando la difusión de noticias y temas, tanto en los medios escritos como Internet.
A la vez, por un lado los procesos de privatizaciones y el concepto restringido del acceso a la capacidad de producir desde la sociedad, ha eliminado la posibilidad de que desde los medios públicos se pueda dar otra visión, la de los ciudadanos sus asociaciones y colectivos que trabajan porque otro mundo sea posible.
¿Qué podemos hacer para influir y contrarrestar las campañas de intoxicación masivas?
Pascual Serrano, amigo común de muchos de los que estamos en esta mesa y en esta sala, en el artículo Comunicación y Tomás de Poder, publicado en Rebelión, decía: “Los recientes foros sociales han abordado un apasionante debate en torno a la necesidad de la toma del poder o no. Se trata de una idea lanzada por el zapatismo donde, rompiendo con la tradición de los movimientos guerrilleros que luchaban por derrocar y desplazar gobiernos, afirmaba que su objetivo no era tomar el poder en México. Era la misma tesis que defendía John Holloway en su libro “Cambiar el mundo sin tomar el poder”. La discusión tomó total protagonismo en el último Foro Social Mundial en Caracas, un país cuyo gobierno se ha alineado con los principios alterglobalizadores de los organizadores y precursores de estos foros. De ahí la diferencia entre quienes apuestan por intentar cambiar las estructuras sin necesidad de alcanzar gobierno y quienes piensan que ese modelo está agotado y que, observando los ejemplos de Venezuela o Bolivia, es hora de aspirar a otro mundo posible tomando las riendas gubernamentales.
Y hago esta reflexión para trasladarla a los medios de comunicación alternativos. Hace diez años, las experiencias en este ámbito pretendían sacar del silencio noticias, luchas y movimientos que los grandes medios estaban ignorando premeditadamente. Algunos incluso los denominan medios de contrainformación, término que no comparto –decía él- porque, entiendo, supone reconocerles a los comerciales el patrimonio de la información.
Con el tiempo, y con el desarrollo de algunas tecnologías de la información, en especial Internet, hemos podido comprobar que el despegue de los alternativos ha sido tal que ya se nos queda pequeño el reto de desvelar las informaciones silenciadas. Podemos aspirar a plantear un nuevo modelo y un enfoque distinto de prácticamente todos los acontecimientos de la agenda informativa. La experiencia nos ha demostrado que incluso ante hechos noticiosos predominantes, la demanda de información diferente a la proporcionada por los grandes medios es abrumadora. A la ciudadanía no le bastaba lo ofertado por los grandes medios en acontecimientos como el 11-S, el tsunami en Asia o el desarrollo de la guerra de Iraq, a pesar de que eran temas ampliamente abordados por los medios masivos. Al mismo tiempo, pudimos comprobar que estábamos en condiciones de ofrecer otra información, otro análisis y otra interpretación diferente de todos esos hechos. Y continua: Si a todo ello, le añadimos la pérdida de credibilidad de los medios dominantes, podemos concluir que entrábamos en una nueva fase en la que debíamos plantearnos, lisa y llanamente, el derrocamiento del predominio informativo de las grandes empresas.
Es decir, tal y como ha sucedido en los foros sociales, aquel debate sobre la toma del poder llega ahora a los medios. Y de nuevo aparece Venezuela en escena. Desde allí se crea un canal de televisión internacional, Telesur, acompañado también de otros medios públicos, que ya no eran ni medios comunitarios ni proyectos de movimientos sociales como hasta ahora sucedía con los medios alternativos. Eran medios financiados por gobiernos que se desmarcaban de los intereses comerciales y que apostaban por una línea editorial con franca sintonía con los contenidos alternativos. De hecho, sus directivos y profesionales proceden mayoritariamente de esa cantera. Y termina: Por tanto, podemos concluir que quizás va siendo hora de que pensemos en que un modelo informativo al servicio de los pueblos, ajeno a los imperativos de la rentabilidad y los ingresos publicitarios pueda ser predominante y desplace a los actuales ya muy heridos en su credibilidad. O al menos, que comiencen a enfrentarse de igual a igual.”
Creo que ya hacemos algo, posiblemente poco, muy poco, pero algo hacemos, nos vamos retroalimentando de determinados temas, realizando el “efecto espejo o reflejo” multiplicando la difusión de noticias y temas, tanto en los medios escritos como Internet.
Pero lógicamente no es suficiente. Me permitiré hacer algunas propuestas, no todas son de mi cosecha, otros compañeros las han planteado en distintos foros y artículos y que creo conveniente trasladarlas:
A) Respecto Radios Y Televisiones Libres o Públicas (muy importante)
- Exigir a los gobiernos de las distintas administraciones el desarrollo efectivo de la Ley de Ordenación y control de las emisoras municipales. Potenciar las radios locales.
El desarrollo de las Emisoras Asociativas y la completa aplicación de la legislación de le TV Local.
- La formación puede y debe ser uno de los ejes vertebradores de la nueva radio y TV Local. Una formación que ayude a democratizar los procesos de comunicación y crear ciudadanos más críticos y participativos (dada en todos los medios).
- Los contenidos y prioridades de la radio y la televisión local deben estar fundamentalmente en el espíritu de innovación y de servicio público, para ello resulta imprescindible implicar a instituciones y colectivos representativos de la sociedad civil.
B) Respecto a los Medios Alternativos:
1.- Intentar establecer las relaciones y elementos que sucedidos en la otra punta del mundo afectan a los ciudadanos de cada país. Explicar qué modelo económico es el que siembre la pobreza en Africa y provoca que lleguen emigrantes a España. Que la explotación del trabajo infantil tiene su reflejo en algunos productos que estamos comprando todos los días, o que el gobierno elegido por los ciudadanos tiene un papel activo en el sostenimiento de dictaduras o injusticias internacionales mediante su comportamiento en los foros internacionales o su política comercial. Es decir debemos tener como objetivo informativo que el ciudadano vea que es parte activa de un orden mundial y de la realidad que sucede en muchas partes del mundo (PS).
2.- Internacionalizar las informaciones para que sean comprensibles fuera de cada país, es decir, por toda la comunidad internacional.
Este es en mi opinión el gran déficit que tenemos en comunicación. Creo que ya en casi todos los países existen buenos medios alternativos que sacan a la luz la información honesta que se produce en sus países. El problema es que no sirve lo que se informa, interpreta o analiza en clave nacional para la comunidad internacional. El primer obstáculo es el idioma. Apenas existen profesionales y menos aún colectivos organizados que tengan como misión la traducción de textos para compartir. El mundo informativo alternativo está dividido en compartimentos estanco entre anglófonos, hispanos, árabes, etc… Esa división la afrontan mejor los grandes medios que disponen de equipos y agencias de traducción instantáneas y con gran presupuesto. Un artículo de Robert Kagan o Huntington es traducido simultáneamente para ser difundido en medios de comunicación de varios idiomas (PS).
Luego ya tenemos dos retos:
- Consolidar equipos de traducción. Tlaxcala.
- Trabajar la información en clave internacional si es nuestra intención llegar con nuestro mensaje fuera de nuestras fronteras.
Los colectivos sociales deben de pensar que los medios alternativos que más van a compartir sus planteamientos son absolutamente precarios en recursos, no tienen publicidad ni ricos accionistas, y los periodistas probablemente saquen los contenidos adelante arañando tiempo a su ocupada agenda. Muchas veces una información no se difunde simplemente porque no se ha dispuesto de tiempo para rehacerla adecuadamente y darle un formato de calidad. En la medida en que esos elementos se puedan atender en las organizaciones facilitarán el trabajo a los medios y habrá más posibilidades de que las informaciones deseadas sean difundidas (PS).
3.- Compartir recursos
Hasta los grandes medios comparten recursos en su información internacional, de hecho apenas media docena de grandes agencias operan con las imágenes internacionales. Nosotros debemos hacer lo mismo, por razones económicas como hacen ellos y por razones de principios de socialización de la información. No existe la competencia en el nuevo modelo de comunicación por el que debemos trabajar. En un futuro debemos plantearnos la necesidad de crear un banco de datos de imágenes para compartir, una especie de archivo socializado (PS).
4.- Ir todavía más lejos, eliminar las fronteras en la creación de medios de comunicación.
Lógicamente si hemos hablado de internacionalizar los contenidos y compartir los recursos, parece inevitable llegar a la conclusión de que es inevitable afrontar el reto de crear medios internacionales, es decir, no ligados a un país concreto.
No estoy descubriendo nada nuevo, eso ya se está haciendo. En el plano alternativo lo hace Rebelión y en el institucional, Telesur. Pero incluso los medios que se supone son nacionales se están nutriendo de contenidos que pertenecen a otro país. Por eso alguien puede escribir algo en Rebelión y mañana comprobar que fue la columna de opinión del diario cubano Juventud Rebelde. O en Internet hay medios que difícilmente se podrían ubicar como de un país, no sólo Rebelión.org también Red Voltaire y muchos más (PS)
Las reflexiones anteriores, las realizaba Pascual Serrano en la Fiesta del PCE, en un debate sobre Globalización y Medios de Comunicación, en el coloquio apareció el tema de la necesidad de un medio escrito para la izquierda, reflexión que siempre aparece en el debate y como siempre las referencias al Pais como el periodico que lee la izquierda. Allí nos posicionamos desde MO, creemos que no solo y es muy importante, la cuestión financiera lo haría inviable, si no, que sería insuficiente para la diversidad y pluralidad que hoy convive en la izquierda y que proyectos como Diagonal, Mundo Obrero y otros pueden y deben cubrir, no somos contrincantes, somos complementarios. “la humanidad es plural, plural es la izquierda, la información debe ser plural”.
De Vicente Romano, Comunicación, poder y democracia, tomamos: “Lo opuesto a está comunicación es la formación de conciencia crítica y voluntad democrática para el desarrollo multilateral de la personalidad humana. Para eso se requiere, entre otras cosas, la transformación del sistema de producción material y espiritual, del sistema de enseñanza, la creación de condiciones reales de acceso que permitan la libertad concreta de expresión para todos, la supresión de las medidas estatales que limitan estas libertades, el freno y la anulación de la influencia de los monopolios y oligopolios en la formación de la opinión pública y en la cultura. Habría que convertir a las mayorías, al pueblo, en protagonistas de los medios, utilizando para la formación de su opinión los ejemplos y modelos vivos, concretos, en todos los aspectos de la vida. El pueblo como protagonista implica que las mayorías trabajadoras elaboren sus noticias y las discutan”.
“Se suele hablar de los "medios de masas" como de seres superiores que ejercen un poder insuperable. La democracia intenta controlar este poder aparentemente insuperable mediante comisiones y gremios de control. Pero esto no puede tener éxito porque estos órganos de control se suman a la oligarquía existente. La disolución de la oligarquía en la comunicación pública, eso que se denomina ilusión de la libertad de expresión, es el mandamiento (precepto, orden) de la autodeterminación democrática”
“No se trata de publicidad, esto es, de crear público, audiencias, sino de la publicación de procesos de conocimiento que ayuden a hacer visibles las contradicciones entre los conceptos y las situaciones reales.
Por último, la creación de redes, no sólo de Internet, sino de todos los medios, creación de fondos de documentación y la colaboración. O un encuentro nacional o internacional en España de todos los medios alternativo para coordinar estrategias de interés común, más allá de las distintas posiciones o pertenencias de cada cual.
Quiero terminar con una cita del libro la formación de la Mentalidad Sumisa de Vicente Romano, parafraseándolo desde mi optimismo militante:
El pensamiento dominante propaga la idea de que el desarrollo tecnológico equivale al progreso, entendido como velocidad, aceleración y acomodo rápido a lo “nuevo”. Conceptos como “propiedad”. “clase social”.etc han quedado anticuados, nos dicen. Ya no hay más que un mundo y una economía mundial. Y, claro, a una economía mundial le corresponde una conciencia también mundializada, un pensamiento único.
Estos esfuerzos del adversario por mantener el monopolio de la opinión y alimentar la falsa conciencia han estimulado en nosotros el deseo de crear una alternativa al pensamiento dominante.
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