jueves, agosto 23, 2007

Respuesta y actitud del pelele ante Dean

Una primera probadita que da el pelele de las condiciones en las que está el país en el que usurpó la presidencia, nos da una idea muy precisa de su ineptitud, su incapacidad y su falta de voluntad para resolver los grandes problemas que tiene México con la pobreza y la desigualdad. Veamos.

En gira por la zona afectada, recibe reclamos y peticiones de los pobladores
Constata Calderón efectos del huracán Dean, que se suman a los de la pobreza

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

En Majahual, Felipe Calderón, acompañado de Félix González Canto, gobernador de Quintana Roo, realiza un recorrido por la zona devastada por el huracán Dean Foto: Carlos Ramos Mamahua

Othon P. Blanco, 22 de agosto. En cuanto el presidente Felipe Calderón se detuvo frente a la pequeña clínica del ejido Chacchoben, que estaba rodeada de fango y ramas derribadas, una mujer pidió a gritos: "Señor, no tenemos medicamento. Pase a ver cómo está nuestro dispensario".

La reportera no nos dice sí "el señor" pasó a constatar la situación del dispensario ya que iba en plan de constataciones. Probablemente no porque:

Como a esta señora, Calderón se encontró en su recorrido por esta comunidad y la de Los Monos con decenas de personas desesperadas porque a sus carencias habituales, producto de la pobreza en que viven, se sumaron la falta de luz y de agua potable y la pérdida de casas, pertenencias y empleo.

Y ello hubiera retrasado "su agenda".

Sólo así, con la presencia del Presidente, que dio corte marcial a su gira al usar una gorra negra en su carácter de comandante supremo de las fuerzas armadas, los damnificados lograron recibir las primeras despensas o, por el momento, la promesa de atención a sus necesidades urgentes.

Sólo que los disfraces se notan, de tal forma que es como dice "por el momento" y sólo promesas, sabemos que tiene la costumbre de prometer muchas cosas sin cumplir ninguna.

Después del recorrido relámpago que hizo la noche anterior, el cual reveló que si bien no se contabiliaron pérdidas humanas sí hubo graves destrozos en algunas comunidades de esta entidad, el Presidente durmió en una suite del hotel Holiday Inn de la ciudad de Chetumal, el único que contaba con planta de luz.

Es decir, un recorrido "rapidito" para que no digan, después de todo interrumpió la Cumbre de Canadá con ese pretexto. Pero antes, dió instrucciones de que le tuvieran su suite y con luz, qué curioso que fue el único que contaba con planta de luz, porque no es cuestión de andarse malpasando como esa bola de gente "de quinta...qué", quintanarroense, sr. presidente espurio.

El hotel también fue centro de operaciones de funcionarios. Se podía ver en los pasillos a los secretarios de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña; de Comunicaciones, Luis Téllez; de Desarrollo Social, Beatriz Zavala. También estaban el de la Defensa, Guillermo Galván, y el de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza.

O sea que ahí andaban todos haciéndose bolas, ¿qué hacemos?, "sabe,... pues nada más dar el rondín para la foto y vámonos con los del CCE dónde estamos más cómodos y tenemos nuestros lujos y nuestros desayunos, comidas y cenas como Dios manda".

Muy temprano, el michoacano, junto con el gobernador priísta Felix González Canto, y los funcionarios, emprendió una nueva gira a bordo de helicóptero por las zonas más afectadas por Dean, y lo que encontró fue algo más que la huella del paso del huracán: fue la de la pobreza agravada.

Sí, "mejor en helicóptero para que no me anden molestando y no me esté llenando de lodo que es muy molesto y no me da buena imagen".

En Los Monos, ejido del municipio de Othón P. Blanco, las personas se arremolinaron a su alrededor para pedirle la reconstrucción de sus casas. Aquello parecía una zona de guerra: chozas deshechas, árboles derribados, algunas casas aún encharcadas.

"¡No te digo!"

Ahí platicó con "una paisanita", como él mismo llamó a Francisca González, originaria de Michoacán, quien contó cómo se quedaron sin empleo los cortadores de caña por la pérdida de las cosechas. "No se me achicopale, doña Francisca", le respondió Calderón, y prometió el envío de láminas.

¡Hombre, qué tierno!, ya le va a mandar sus láminas... ¿serán acaso de cartón?

Como todo aquel que se le acercaba pedía una nueva vivienda, éste buscó con la mirada a la titular de la Sedeso, pero cómo no la encontró, exclamó: "¿Dónde está la secretaria?" Y ésta rápidamente acudió para escuchar la orden de que "vayamos haciendo un programa de vivienda".

"Sí, aquí de bolada, ahorita hacemos el programa de vivienda, a ver... secretaria..."

Cuando visitó una choza derruida, el mandatario resbaló en las escaleras de piedra, pero como fue auxiliado de inmediato por los elementos del Estado Mayor Presidencial el asunto no pasó a mayores.

¡Lástima! de perdida se hubiera dado un sentón. Es que no está acostumbrado a esas escaleras de piedra tan resbaladizas.

Lo que sí encontró fue la clínica de la comunidad sin medicamentos y anegada. En el exterior había cajas de inyecciones usadas nadando en un charco, mientras el secretario de Salud caminaba luciendo pantalones y botas como si fuera a un safari.

Así la foto le sirve para presumir de que no sólo se fue al sureste sino a África.

Y ya que por primera vez un presidente había pisado el suelo de Cacchoben, la gente aprovechó para plantearle otras demandas. "Llevamos cuatro meses y no sabemos por qué razón no se paga el Oportunidades", expresó un hombre.

Por primera vez y por última, mientras este pelele siga usurpando, y menos si va a estar teniéndose que enfrentar a las demandas y al engaño de Oportunidades que cada rato anuncian en el radio como un éxito con testimonios de utilería de lo contenta que está la gente con ese pinche programa foxista que no ha servido para un carajo.

La titular de la Sedeso intentó refutarlo diciendo: "Llega cada dos meses", pero eso no convenció al quejoso, quien agregó a su denuncia los retrasos en la entrega de los recursos del Procampo, hasta que el Ejecutivo le prometió que como una excepción se adelantará la distribución de los fondos de Oportunidades.

Sí, "cada dos meses" ¡qué poca! Es decir, como una excepción ¿se adelantará?, digamos que se enviarán los fondos ¿cuáles?, eso está por verse.

En Majahual, pueblo pesquero que vive de la visitas de los cruceros, el panorama era más desolador, porque el muelle se perdió por completo.

La ayuda no va a ser regalada

Aunque Calderón escuchó las exigencias, hizo ver que la ayuda no iba a ser regalada. Lo hizo cuando le tomó la palabra a uno de los líderes del pueblo, de nombre Margarito, para decir que se darán "créditos de largo plazo, de bajas tasas de interés, para que vayan reconstruyendo sus locales comerciales".

No, los regalos nada más son para los potentados, los rescates nada más para los sátrapas oligarcas. Los pobres que paguen y de paso les den a los bancos y a las compañías constructoras. ¿De dónde sacarán los mexicanos que el gobierno está para apoyar a los que menos tienen? ¿Pues qué lo estarán confundiendo con el "peligro" para México?

Ante la exigencia de los pobladores de que el muelle funcione pronto, porque "sin éste no hay vida en Majahual", reconoció que la reconstrucción de este que se perfilaba como el "diamante del sur" -como señaló un comerciante- puede llevarse medio año.

... o medio siglo... o medio milenio... da igual.

La foto en Campeche

De ahí viajó a Ciudad del Carmen, Campeche, donde en una rápida reunión de evaluación con funcionarios estatales y federales, concluyó que "a pesar de la furia con la que se presentaba este huracán, hasta ahora hemos salido bien, porque estábamos preparados".

Así estará la evaluación al vapor que se echaron esos mequetrefes, en conclusión, "salimos bien, tan preparados estábamos que la gente sigue en la extrema pobreza, no se ha muerto". A Veracruz quiénsabe si vaya porque ahí hubo cinco muertos y vienen elecciones.

Y aunque no hubo infraestructura dañada y 70 por ciento de los 128 albergues ya se habían cerrado -como informó el gobernador Jorge Carlos Hurtado-, Calderón todavía acudió a uno de éstos, instalado en una secundaria, lo que se convirtió en una oportunidad para que se tomara la foto y recibiera porras de los damnificados, que al final recibieron despensas de obsequio.

Claro, en la secundaria, para que vean que le interesa la educación ¡flash! y unas migajas para los damnificados, pero antes que echen porras.

Aunque también a su llegada escuchó a un hombre gritar: "¡Nomás viene a tomarse la foto!" y todavía a la salida, otros machacaron: "¡Vaya a las colonias!"

¡Cómo no! Va a andar yendo a las colonias, si ya no hallaba la salida para terminar con su farsa, muy mal actuada por cierto, este pelele que, como dice AMLO, sólo gobierna para una raquítica minoría multimillonaria.

¡Qué respuesta, qué actitud la del pelele!, ahí queda el presidente espurio de los conservadores, mojigatos, inconscientes e inmorales que siguen escuchando a los medios corruptos y vendepatrias.

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