Estado de los Estados
Encinas, un estorbo para Calderón
Respaldo panista a los “chuchos”
Paralizan intereses grupales al PRD
En 15 días, la reforma energética: HL
Por Lilia Arellano
Nueva Izquierda está anteponiendo intereses de grupo al interés nacional que es la defensa del petróleo, así lo manifestó la tarde del lunes Gerardo Fernández Noroña, secretario de Información y Propaganda del PRD, tras hacer junto con Jesús Martín del Campo una relatoría de los hechos el día de las elecciones internas perredistas y abundar en los puntos que permiten afirmar que el trabajo del grupo de Jesús Ortega permite en estos momentos crear un caos al interior de ese partido y minimizar los efectos de la presentación de la “Reforma Energética” que pretende Felipe Calderón en estos días y el escándalo de Juan Camilo Mouriño.
Al hablar de las irregularidades en la apertura de las casillas, Martín del Campo, representante de Izquierda Unida ante la comisión electoral que encabeza Arturo Núñez, habló de que si bien hubo bastantes irregularidades, éstas se han venido presentando prácticamente en todos los tipos de procesos electorales en los cuales bien puede incluirse los constitucionales desde municipios hasta la presidencia; por lo tanto, por sí sólo no constituye un elemento que permita hablar de “maniobras”; sin embargo, aunado a otra serie de situaciones específicas cuenta ya con una carga especial que permite hablar por lo menos de manipuleo electoral. Ambos reconocieron que durante la jornada electoral los perredistas acudieron a votar en orden, con tranquilidad y se evitaron los “encontronazos” que Nueva Izquierda había vaticinado de manera permanente.
Así, puede hablarse en términos generales de una jornada que hasta las 6 de la tarde del 16 de marzo resultó pacífica hasta que llegó el momento del conteo y de la “aparición” de hasta más de 2 mil boletas electorales en casillas chiapanecas, en donde, para empezar, la cuota de boletas entregadas había sido sólo de mil.
Comentan que sin mayores aspavientos arrancó el PREP pero que al mismo tiempo tanto Mitofsky como Imop realizaban sus conteos de salida.
Habrá que señalar que estas empresas fueron seleccionadas por ambos grupos: Nueva Izquierda con Mitofsky e Izquierda Unida con Imop, y que antes del proceso uno de los acuerdos tomado giró en el sentido que de existir coincidencia en el resultado que ambas ofrecieran no habría ningún problema para que la parte derrotada reconociera al ganador.
El PREP avanzó hasta el momento en el que en comunidades olvidadas de Chiapas, en las cuales sólo habitan casi 300 habitantes, de los cuales según el padrón -ya de suyo impugnado con anterioridad por Alejandro Encinas- se tenían registrados 150 perredistas y aparecieron 1,300 boletas con todos los votos a favor de Jesús Ortega y ni uno sólo para Alejandro Encinas.
“Nos devolvieron a las prácticas fraudulentas del pasado en las que se llenaban las urnas con todo lo que les cupiera sin pensar”, sostuvo Martín del Campo.
De ahí que se tomara la decisión de detener ese conteo y esperar a que las encuestadoras dieran los resultados del conteo rápido.
Minutos antes de que Leonel Cota saliera ante los medios de comunicación para informar que de acuerdo a los resultados ofrecidos por las encuestadoras Alejandro Encinas rebasaba en una de ellas a Ortega por un margen superior a los 6 puntos y en la otra por un margen superior a los 9 puntos, los representantes de estas empresas le entregaron a Cota los resultados que abrió frente a los representantes de Nueva Izquierda y de Izquierda Unida. Rafael Hernández, de Nueva Izquierda, de inmediato tomó el celular y le informó a quien estaba detrás de la línea -suponemos que Jesús Ortega o Carlos Navarrete- “perdimos” no, no, no, ¡perdimos! ¡nos derrotaron! Después de escuchar atentamente la plática telefónica, por cierto llevada a cabo en alto volumen, los miembros del Comité Ejecutivo perredista se dispusieron a informar públicamente los resultados esperando que se cumpliera el pacto referido anteriormente.
Sin embargo, no fue así y comenzaron burdamente las desacreditaciones, primero sobre los candidatos, luego sobre el proceso y finalmente sobre la propia dirigencia nacional perredista actual.
En ese lapso, una y otra vez, según Fernández Noroña, ha sido mayor la insistencia y las agresiones a Izquierda Unida con la pretensión de que se inclinen o por generar un caos o una revuelta o demandar la anulación del proceso.
“Pero nosotros hemos aceptado absolutamente todas las demandas que ellos han formulado. Pidieron voto por voto y casilla por casilla y hemos aceptado, sólo que ellos pretenden que se cuenten todos, incluyendo los de esas casillas que contaron hasta con dos mil boletas cuando sólo deberían tener mil; que se cuenten las casillas zapato y prácticamente nos piden reconocer que en 100 casillas chiapanecas levantaron 100 mil votos a su favor y eso es un absurdo, sobre todo si, como también lo plantean, ya después de contados todos entonces empieza la ´limpieza del proceso´”.
La mano que mece la cuna
Para llegar a la situación actual que enfrenta Nueva Izquierda han sido muchos los factores que han influido. La posición de sus dirigentes en su discurso ha girado en un sentido en la mayoría de las ocasiones, en tanto que las acciones lo hacen en el totalmente opuesto, eso sin contar que si cerraron las puertas tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados para muchas de las iniciativas de ley que ya tenían preparadas el equipo de López Obrador y que, constituidos en la segunda fuerza política, estaban seguros de sacar adelante y dar inicio así, aunque a menor escala, a cambios urgentes que requiere el país.
Impidieron la entrada de la Ley de Precios, hicieron lo mismo con otra propuesta para el cobro de tarifas de luz, una más fue la de las prácticas monopólicas, por citar algunas.
Así, mientras ante los medios se reconocía a López Obrador como “gran figura del perredismo”, los dedos se levantaban para darle entrada al IETU o al “gasolinaza”, a la reforma fiscal y doña Ruth Zavaleta, abierta y públicamente, daba su reconocimiento y respaldo a Felipe Calderón Hinojosa.
Los acuerdos y las empatías con el gobierno se hicieron cada vez más y se mostraron con mayor evidencia. También se llegó al momento en el que, por ejemplo, en Michocán, Navarrete festejara un triunfo -que desde mucho antes se veía pactado- atribuyéndolo a la ausencia de Andrés Manuel López Obrador en la campaña de Leonel Godoy.
Así también fueron muchos los encontronazos con el Frente Amplio Progresista (FAP) que empezaron a dar pie a muchas especulaciones y giraron incluso en torno a su disolución.
De esta manera, las acciones fueron vistas por la dirigencia de una forma y por la militancia de otra.
Todo ello se vio muy claro cuando frente a la Torre de PEMEX fueron agredidas las principales cabezas de Nueva Izquierda y más claro aun cuando, en medio de la exaltación, se abstuvieron de asistir el 18 de marzo a la plancha del Zócalo capitalino al acto en el que no sólo se conmemoraba la Expropiación Petrolera sino que se leyó un discurso sobre los lineamientos y el futuro del petróleo en México.
Ahí la exhibición fue mayúscula, sin Nueva Izquierda el corazón del DF volvió a llenarse a reventar.
Sin duda alguna que a Felipe Calderón le interesa la llegada de Nueva Izquierda a la dirigencia perredista ya que con ellos son las pláticas, los acuerdos, los diálogos, los compromisos, además es el grupo con el que podría permitirse el mantener su gabinete por ahora inalterable y hasta se daría el lujo de fortalecer a Juan Camilo Mouriño. La llegada de Encinas entorpece sus planes, obliga la salida del avecindado en Campeche ya que se queda sin ninguna autoridad moral para pretender siquiera sentarse a la mesa de quienes lo han señalado con índice de fuego por supuestos abusos cometidos.
De ahí que también pueda contemplarse la apertura de medios de comunicación hacia un sólo lado y sólo se conoce la versión de Nueva Izquierda o las exigencias de Cuauhtémoc Cárdenas pidiendo la anulación del proceso y desacreditando al partido que el formó y del cual tuvo que deshacerse cuando se presentaron los señalamientos en su contra por traiciones.
La sombra azul en el escándalo amarillo parece eclipsarse ante la realidad.
Los intereses
Las prerrogativas económicas conseguidas por el PRD en la elección presidencial suman varias centenas de millones de pesos y podría pensarse que ese es uno de los más fuertes motivos para que Nueva Izquierda pretendiera elevarse con el botín.
Sin embargo, según el dirigente perredista su partido es “muy duro en ese sentido y no es tan fácil quedarse con su dinero”.
Aunque bien puede resaltarse que utilizado por Izquierda Unida sería aplicado de tal suerte que volverían a encumbrar a López Obrador y conformaría un sólo frente para cualquier determinación que se tomara en el 2012, en la que probablemente los “chuchos” están ciertos de que serían rezagados.
Los intereses pues van mucho más allá del manejo de cientos de millones de pesos, se está hablando no sólo del futuro de la izquierda y de que no es lo mismo una “nueva izquierda” que una “izquierda unida”.
De la primera muchos hablan de lo que es pero sus resultados se ha visto no han dejado satisfechos a nadie en otros países en donde su práctica se puso en marcha hace tiempo.
En cambio, sobre la otra, basta con el nombre para que no queden muchas dudas o interrogantes. Pero por encima de todo este tipo de proyectos a futuro y no precisamente inmediato está un asunto que toca la puerta: la reforma energética.
De ahí que la tarde de hoy y de nuevo en el zócalo capitalino López Obrador convocara para otra manifestación en contra de cualquier reforma que aliente hasta el más mínimo intento de privatización de PEMEX y, con esa bandera, que además ha respaldado en todo momento y bajo cualquier circunstancia, el ex jefe del gobierno capitalino, Alejandro Encinas, el tabasqueño no voltea a observar los problemas partidistas ni se detiene a esperar las reacciones de los calderonistas.
Con esta posición hasta las banderas priístas se ven amenazadas y después de lo que le ha sucedido a la dirigencia de Nueva Izquierda más vale que recuerden el viejo refrán “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, porque en eso de las desacreditaciones y la venta de votos y conciencias, en ese maratón, ya van muy parejos.
De los pasillos
Faltan sólo unos días para que el gobierno de Felipe Calderón presente la manoseada iniciativa de reforma energética.
En el Congreso de la Unión, con las fracciones del PAN y del PRI totalmente entregadas al proyecto calderonista y un PRD abiertamente dividido por la disputa de su dirigencia nacional entre “chuchos” y lopezobradoristas, parece que no tendrá mayor dificultades en ser aprobada, con cambios mínimos, que no modificarán lo sustancial de la pretensión de entregar a las empresas multinacionales gran parte de la riqueza petrolera de la Nación, a menos que “prenda” -como se espera- en todo el territorio nacional la resistencia civil y las protestas que viene organizando el movimiento de Andrés Manuel López Obrador a lo largo y ancho del país.
En un máximo de 15 días se presentará dicha reforma, según lo confirmó el coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Héctor Larios, quien señaló que aún no deciden cuál de las dos cámaras recibirá la iniciativa.
En tanto, en el Senado de la República, el secretario de la Comisión de Energía, Rubén Camarillo, informó que en los próximos días se entregará a los legisladores del PAN un documento con las propuestas concretas sobre los retos que enfrentará México en materia de hidrocarburos. De acuerdo con cálculos del gobierno federal, la riqueza petrolera que posee el país en aguas profundas del Golfo alcanza un valor probable, a 30 años, de entre 850 mil millones de dólares y un billón 500 mil millones de dólares, por lo que el monto de los jugosos contratos que podrían entregarse a empresas privadas iría de los 232 mil millones de dólares a los 409 mil millones de dólares, según las previsiones de la Secretaría de Energía y de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Y dentro de la estrategia informativa para “hacer conciencia” del “mal desempeño” de Pemex, la paraestatal dio amplia difusión al hecho de que la producción de crudo en el primer bimestre de 2008 disminuyó 6.4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, en tanto que las exportaciones cayeron hasta 14.6 por ciento.
Entre enero y febrero, la producción ascendió a 2.94 millones de barriles diarios, mientras que la exportación cayó a 1.43 millones de barriles diarios.
El volumen exportado de crudo generó 6,871 millones de dólares para México y en contraste la importación de gasolina creció 31.4 por ciento y pasó de 244 mil barriles diarios en el primer bimestre 2007 a 321 mil barriles en el mismo periodo de 2008.
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