Cita la PGJDF al presidente del consorcio a comparecer el 23 de abril respecto a los hechos
Aseguran que enviados de Germán Larrea les han destruido mantas y los han intimidado
Agustín Salgado y Patricia Muñoz
Una de las pancartas utilizadas por integrantes del sindicato minero contra Germán Larrea, presidente de Grupo México. La imagen, en avenida de La Paz e Insurgentes Sur
Foto: Roberto García Ortiz
Miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) denunciaron que un grupo de choque, “coordinado por Alejandro Hernández”, sujeto que “trabaja” para Germán Larrea Mota Velasco, presidente del Grupo México, los ha agredido durante las manifestaciones que desde hace varias semanas realizan en diversos puntos de la ciudad de México y tienen como objetivo exigir el rescate de los cuerpos de los mineros muertos en Pasta de Conchos.
Aseguraron también que abogados del consorcio minero ya interpusieron una demanda en su contra ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por el “delito de discriminación”. Ello debido a los señalamientos que le hacen a Germán Larrea durante sus protestas.
A principios de este mes, los integrantes del SNTMMSRM incorporaron a sus mantas una fotografía de Larrea acompañada de la leyenda: “Por la culpa de este asesino mi papá no descansa en paz y nos dejó huérfanos ¿Dónde está la justicia?”
Entrevistados en la sede del sindicato minero, ubicado en avenida José María Vértiz, los inconformes aseguraron que desde el 10 de abril han sido “intimidados” por varios sujetos y que en por lo menos tres ocasiones les han “arrebatado” las mantas en las que denuncian la situación que enfrentan los familiares de los mineros fallecidos en 2006.
Dijeron que las agresiones en su contra van en aumento, al grado que el jueves de la semana pasada, varios individuos que viajaban en un Neón gris con matrícula 514-TKR, amenazaron al grupo que se encontraba en la Fuente de Petróleos.
“Llegaron y sin decirnos nada, nos cortaron varias mantas. Nos dijeron que si nos resistíamos nos iban a llevar ante las autoridades. Nosotros les preguntamos si traían alguna orden o algo, pero no nos contestaron y ni siquiera se identificaron. Inclusive uno de ellos me dijo: ‘no te voy a decir quien soy, porque si lo hago me meto en un pedote”, relata Armando, quien es originario de Pachuca, Hidalgo.
Larrea se protege
Por su parte, Carlos Pavón Campos, quien forma parte de la dirigencia del sindicato, indicó que se levantó la averiguación previa FACI/50/T1/ 00467/0804 en contra de Germán Larrea por los hechos ya mencionados, “por lo que en las próximas semanas podría ser llamado a comparecer ante la agencia 50 del Ministerio Público”.
Más tarde, la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas de la PGJDF informó que, con base en la averiguación previa interpuesta, se emitió un citatorio a Germán Larrea para que se presente a comparecer el próximo 23 de abril con relación a las mantas que mandó quitar y desaparecer, y que eran propiedad del sindicato minero.
Al respecto, Grupo México informó que contrató al abogado Alejandro Robledo Carretero para que sea el encargado de enfrentar el proceso a nombre de Larrea, quien le otorgó un poder notarial el pasado 9 de abril.
Unos llegan, otros se van
En grupos de 10, los mineros se ubican en cruceros y plazas públicas. Además de la Fuente de Petróleos se han situado en el Ángel de la Independencia; en el jardín Próceres Húngaros, de la delegación Miguel Hidalgo; en la explanada del Palacio de Bellas Artes; en la plancha del Zócalo capitalino y en avenida de La Paz, a la altura de Insurgentes Sur y Revolución.
Cada grupo transporta entre cuatro y seis mantas. Su protesta –que va de las nueve de la mañana, hasta “pasadas las seis de la tarde”– se limita a levantar sus pancartas e “informar a quien lo solicite de la situación que enfrentan los mineros en el país”.
Originarios de diferentes partes de la República, como Sombrerete, Zacatecas; Pachuca, Hidalgo, y Pasta de Conchos, Coahuila, los integrantes del SNTMMSRM permanecen por espacio de una semana en el Distrito Federal.
Unos se van y otros llegan, pues la idea es mantener la protesta hasta obtener una respuesta favorable de las autoridades federales y crear “conciencia” entre los ciudadanos.
Durante su estancia en la ciudad de México pernoctan en el hotel del sindicato y la movilización fue un acuerdo tomado en asamblea sindical.
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