El absurdo de la “inteligente” lucha contra el narco

Ricardo Andrade Jardí

La peor virtud del neoliberalismo es la de transformar el lenguaje (los significados de las palabras) para confundir a la opinión publica en su vano intento por justificar su mediocridad. Ejemplos recientes son las declaraciones con relación a “la guerra al narcotráfico” que según la usurpadora tecnocracia de Fecal: “es una guerra ganada”, aunque los decapitados y ejecutados sean más y más cada día.

Según el general Rodolfo Cruz López, y no es un diálogo del teatro del absurdo, sino un absurdo del discurso de nuestra mexicana realidad: “la labor de inteligencia es la que privilegia nuestros actos, nosotros no podemos actuar sin inteligencia. Vean la gran extensión que tiene esta ciudad (Culiacán); sin una labor de inteligencia completa y directa sería imposible. Tenemos que actuar con inteligencia sobre blancos específicos.
“Necesitaríamos aquí 50 mil, 60 mil hombres para estar permanentemente en las calles y eso sería materialmente imposible. Hay que privilegiar la inteligencia”, qué tal, ni Beckett o Ionesco soñaron alcanzar “tanta inteligencia”, para su producción dramática.
Y, por si esto fuera poco, lo que es de “Premio Nóbel” (de literatura) para el jefe de las Fuerzas Federales de Apoyo, es su negativa a que los narcotraficantes estén mejor armados, cuando todo es un asunto cuantitativo, es decir de “competitividad global”, para que sea claro como un refresco de cola: “no es que estén mejor armados, lo que pasa es que tienen mejores calibres”. O sea ¿cómo?
“Necesitamos que se adquieran armas automáticas calibre .762. Nosotros normalmente utilizamos .223. Ya tenemos 4 mil fusiles automáticos de ese tipo, pero requerimos más”.
Habría que preguntarnos, además, si el hacer pública esta información en un show-tour para la prensa o un pitazo para que el crimen organizado, el que no se organiza desde las instituciones de la “Democracia Corporation S.A.”, esté mejor informado, por aquello de la “inteligencia” frente a “la fuerza”, que, como es obvio, está del lado de los narcos, en esa “guerra” que según Medina Mora (PGR), el que no rebuzna porque no alcanza la tonada, “vamos ganando” y “la vamos” suena como a manada.
Es decir, que desde hoy “inteligencia”, según el usurpador desgobierno, es lo mismo que estupidez mayúscula, al igual que “competitividad y progreso” son equivalente a maquila, hambre y miseria.
No hay que engañarse, la única acción INTELIGENTE contra la “ganada guerra contra el narcotráfico”, que cada día deja más muertos, es la legalización, incluso porque el consumo es un asunto de particulares, es un asunto de moral personal o familiar (para los más conservadores), donde el Estado no debe seguir imponiendo reglas sobre lo que uno debe consumir o no, o de lo contrario el Estado estaría obligado a realizar el sano y muy urgente ejercicio de prohibir y condenar la producción y el consumo de productos chatarra y telebasura que hacen tanto daño al país como el que puede hacer el consumo de estupefacientes.
Si queremos una sociedad distinta: terminemos con la publicidad comercial y la demagogia oficial que ofrece un mundo inalcanzable a nuestra realidad y de paso demos a nuestras “fuerzas públicas” una educación creativa y sensible para que su “inteligencia”, sea una inteligencia culta, humana y eficaz, contra la fuerza bruta de un criminal negocio que es producto de la impunidad y la corrupción de un sistema que tolera la barbarie como la norma necesaria de su decadencia.