Mediación incriminada
Los mensajes de la discordia
Cercania con las FARC
Édgar Téllez
Después del rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados, el gobierno colombiano canceló la mediación que los emisarios de Francia y Suiza, Nöel Saez y Jean Pierre Gontard, realizaban con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia con el argumento de que incumplían sus funciones. La administración de Álvaro Uribe también acusó al suizo Gontard de colaborar con la guerrilla; basó sus señalamientos en el contenido de mensajes electrónicos que los emisarios europeos presuntamente enviaron al extinto jefe guerrillero Raúl Reyes y de los cuales Proceso tiene copias.
Cercania con las FARC
Édgar Téllez
Después del rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados, el gobierno colombiano canceló la mediación que los emisarios de Francia y Suiza, Nöel Saez y Jean Pierre Gontard, realizaban con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia con el argumento de que incumplían sus funciones. La administración de Álvaro Uribe también acusó al suizo Gontard de colaborar con la guerrilla; basó sus señalamientos en el contenido de mensajes electrónicos que los emisarios europeos presuntamente enviaron al extinto jefe guerrillero Raúl Reyes y de los cuales Proceso tiene copias.
BOGOTA.- Nöel Saez y Jean Pierre Gontard se miraron con incredulidad tras el repentino regaño de Álvaro Uribe… El presidente de Colombia les reprochó su desempeño como mediadores de los gobiernos de Francia y Suiza, respectivamente, en un eventual intercambio humanitario con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).La tarde del pasado 27 de junio los dos caminaban por uno de los pasillos de la Casa de Nariño, sede de la presidencia de Colombia, en busca de la oficina del alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, cuando se encontraron de frente con el mandatario colombiano. Uribe no los saludó. Los señaló con el dedo índice de la mano derecha y les dijo en voz alta, molesto: “Ya no confío en ustedes, pero no les quito la mediación por respeto a sus países. Eso no se hace así. Mal, muy mal”.Uribe siguió de largo hacia su despacho en el segundo piso de la Casa de Nariño, al tiempo que Gontard y Saez, sin entender lo que pasaba, llegaron finalmente a la oficina de Restrepo.Al cabo de una corta reunión, Saez, delegado personal del presidente francés Nicolas Sarkozy, y Gontard, representante del gobierno suizo encabezado por Pascal Couchepin, obtuvieron del alto comisionado para la paz el compromiso de facilitar su viaje al sur del país donde, según ellos, tenían concertada una cita con un miembro del Secretariado de las FARC, al parecer Timoleón Jiménez, alias Timochenko. Era un intento más para reactivar los contactos con la organización guerrillera a fin de obtener la liberación de un grupo de secuestrados, que incluía a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
El enojo de Uribe
Los delegados europeos abandonaron la sede del gobierno colombiano sin enterarse del motivo del disgusto del presidente Uribe, con quien habían sostenido una relación aparentemente cordial desde mediados de 2007, cuando Sarkozy y Couchepin los enviaron a Colombia con el objetivo de establecer contactos para lograr la liberación de otro grupo de secuestrados en poder de las FARC.Ese mismo día, 27 de junio –cuando Saez y Gontard se aprestaban a viajar al sur del país para reunirse con uno de los jefes de las FARC– en la base militar de Tolemaida, en el departamento central del Tolima, estaba a punto de terminar el adiestramiento de un cuerpo élite compuesto por dos pilotos, 13 militares, una enfermera y un médico, que cinco días después rescataría en las selvas del departamento de Guaviare a Ingrid Betancourt, a tres asesores militares estadunidenses y a 11 miembros del ejército y la policía colombianos.La permanencia de los dos emisarios en Colombia tenía los días contados: Desde mediados de junio reposaban sobre el escritorio del presidente Uribe copias de medio centenar de comprometedores mensajes de correo electrónico hallados en la memoria de una de las computadoras de Raúl Reyes, el número dos de las FARC asesinado el 1 de marzo pasado en territorio ecuatoriano por militares colombianos.Investigadores del ejército que ingresaron al disco duro de la computadora de Reyes explicaron al presidente Uribe que en los mensajes –al parecer cruzados entre Saez y el jefe guerrillero, así como entre éste y Gontard– revelaban que los emisarios europeos habían excedido su tarea de mediación y que Saez se refería al mandatario colombiano en términos ofensivos. Este corresponsal obtuvo una docena de esos mensajes, escritos entre el 27 de febrero de 2007 y el 28 de febrero de 2008. En varios de ellos los emisarios europeos expresan sus reservas sobre la manifiesta intención del mandatario colombiano de buscar la liberación de los secuestrados mediante una salida negociada. Uno de los mensajes de correo electrónico tiene fecha del 9 de febrero de 2008. En él Saez informa a Reyes sobre el resultado de una cumbre de alto nivel en Ginebra, Suiza, entre delegados de Francia, Suiza y España, conocidos como el Grupo de Países Amigos, para estudiar el caso colombiano.En ese texto Saez dice que está autorizado por su gobierno para comentar las conclusiones de la reunión y agrega: “Los tres países no aceptan servir de mercenarios del presidente Uribe ni del gobierno colombiano; estamos dispuestos a trabajar para Colombia y no para su gobierno; en otras palabras, no estamos a las órdenes de Uribe ni del comisionado de paz”.En otro párrafo, Saez propone a Reyes un encuentro en el campamento de éste último en la frontera con Ecuador; dice que lo acompañaría Gontard. Expresa, sin embargo, su preocupación por las dificultades para desplazarse hasta el sur del país, por lo que en aras de agilizar las cosas el francés plantea que el encuentro se realice con Iván Márquez, otro miembro del Secretariado de las FARC, con quien sería más fácil reunirse: “Con él podríamos debatir nuestras propuestas y alternativas. Él se encargaría de transmitirlas al comandante (Manuel) Marulanda y a todo el Secretariado. Le propongo esto para salir de este imposible en el cual estamos. Mientras tanto, Uribe manda cercar zonas y bombardearlas”.Previamente, el 24 de diciembre de 2007, Saez envió un mensaje a Reyes en el que explica que la propuesta de las FARC para que la Unión Europea (UE) retire a su guerrilla de la lista de organizaciones terroristas depende de 15 países, los cuales incluyeron a este grupo armado en dicha lista por presión de Estados Unidos tras los atentados a Nueva York y Washington en septiembre de 2001. Aclara que Francia fue la última nación en firmar esa decisión, y agrega: “¿Qué se puede hacer? Claro que se puede tratar de negociar en el marco europeo esta decisión y hacer entender a esos países que las FARC no son la organización terrorista que pinta el señor Uribe”.Luego, Saez dice a Reyes que esa exclusión sólo puede ser posible después de la liberación de un grupo importante de secuestrados, entre ellos Ingrid Betancourt. “¿Qué pasaría, Raúl, si Ingrid se muere en cautiverio? ¿Lo pensaron? Imagino que esta mujer, como otros prisioneros, está en los límites de lo que puede soportar el cerebro y el físico humanos”.Más adelante, en el mismo texto, Saez propone a Reyes que libere a uno de los asesores militares –Marc Gonsalves, Keith Stansell o Thomas Howes– que estaban en poder de las FARC desde 2003: “Imagínese el impacto político para las FARC: Francia, la comunidad europea, Brasil, Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia, más Estados Unidos. Pero conocemos uno que se volvería loco de rabia: el presidente Uribe”.Según dijo a Proceso una fuente de la Casa de Nariño, Uribe y sus más cercanos asesores examinaron el contenido de los mensajes de Saez y Gontard. El presidente colombiano llegó a considerar la opción de que no se permitiera de nuevo el ingreso al país de los emisarios europeos. Sin embargo, el mandatario y sus asesores llegaron a la conclusión de que esa medida daría al traste con la ayuda europea en torno al tema de los secuestrados. Decidieron esperar, mantener en reserva los mensajes de correo electrónico y darlos a conocer en un momento oportuno. Otros de esos mensajes obtenidos por Proceso dan cuenta de las negociaciones para lograr la liberación de los secuestrados. En uno de ellos, enviado el pasado 23 de febrero, Saez comenta a Reyes que se entrevistó con el canciller francés, Bernard Kouchner, durante “un viaje relámpago” que éste realizó a Caracas y a Bogotá, “donde nos reunimos con el comandante Hugo Chávez y al día siguiente con el Sr. Uribe”.El emisario francés dice que no le puede comentar el contenido de esas reuniones, pero le pregunta: “¿Las FARC aceptarían negociar directamente e inmediatamente con Francia las condiciones de la liberación de la Sra. Ingrid y los demás civiles retenidos?” Y le señala que “en contrapartida la organización (FARC) tendrá el beneficio de lo que le propuse en el último mensaje y probablemente más”. Así, agrega, “en el momento que las FARC no tengan más civiles retenidos y queden en su poder solamente prisioneros de guerra, se conformarían a lo expresado en el protocolo de Ginebra. Esto sería el factor para que Francia tomara la decisión de proponer a la UE la exclusión de las FARC de la lista de organizaciones terroristas. ¿Me entiende? Todo esto lo tenemos que conversar con calma los dos. Pero nos parece extremamente urgente salir de esta situación”. El pasado 28 de febrero Saez le escribió a Reyes desde París: “Estimado comandante, ¿usted tomó conocimiento del llamado que aquí hizo a las FARC el presidente Sarkozy el día de hoy? (…) Si las FARC lo exigen, el presidente de la república francesa Nicolas Sarkozy está dispuesto a ir con el presidente Chávez y conmigo a buscar a Ingrid donde sea en la selva colombiana. Haremos lo necesario ante el presidente Uribe y el alto mando militar colombiano (para que) suspendan las acciones ofensivas en una amplia zona y permitir la salida de Ingrid y el repliegue de los guerrilleros encargados de acompañarla”.Agrega: “También el presidente (Sarkozy) está listo junto al presidente Chávez para reunir un grupo de apoyo o contacto en el marco de un acuerdo humanitario que podría ser: guerrilleros a cambio de militares y policías. ¿Qué le parece este plan?”Y le pide: “Comandante, no deje que se muera Ingrid. El alto mando de la organización debe tomar conciencia de la gravedad de la situación. Las FARC tienen la oportunidad hoy de preparar su futuro político a nivel internacional (…) El tiempo es para la reflexión. ¿Qué le parece? Lo hablaremos muy pronto con usted JPG (Jean Pierre Gontard) y yo (…) Si lo considera importante, transmita a los demás miembros del Secretariado la solicitud del presidente Sarkozy y lo que acabo de plantearle. Hay urgencia mi amigo”.Dos días después de recibir este correo, Reyes fue asesinado durante el ataque del ejército colombiano en contra del campamento de las FARC, en territorio ecuatoriano.
“Relaciones cercanas”
Después del rescate de 15 secuestrados realizado el pasado 2 de julio mediante la Operación Jaque, el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, ofreció varias entrevistas de prensa en las que explicó los alcances de la operación. En una de esas conferencias, publicada el 6 de julio por el diario El Tiempo, dijo que Gontard tendría que explicar hasta dónde había llegado su relación con las FARC. Sin embargo, no ofreció mayores detalles.Dos días después, varios de los más importantes medios de comunicación de Colombia revelaron la existencia de al menos 37 correos electrónicos que se habían enviado Reyes y el emisario suizo Gontard. Del contenido de ellos se desprendía que éste último tenía una relación cercana con el grupo guerrillero. Varios de esos mensajes –también en poder de Proceso– se refieren a la presunta colaboración que Gontard tuvo con las FARC para llevar 500 mil dólares a Costa Rica. El dinero sería parte del rescate que la organización guerrillera pidió para liberar a dos secuestrados: el ciudadano belga Andrei Brassai y el ingeniero mexicano Héctor Valle, ambos ejecutivos del laboratorio multinacional suizo Novartis. Las FARC los secuestraron en el año 2000 y su liberación ocurrió en 2001. Según los organismos de seguridad colombianos, la suma total del rescate fue de 8 millones de dólares.En uno de los mensajes, del 4 de septiembre de 2001, Reyes le dice a Gontard que el Mono Jojoy, uno de los jefes militares de las FARC, le propone “entregar en Panamá el encargo”. Tres días después, el suizo responde que ha recibido sus mensajes y apunta: “Me parece muy buena la propuesta. Avísenos para concretarla. Ojalá para la última semana de septiembre”.A partir de ese mensaje, Gontard y los guerrilleros se enviaron seis correos más, hasta que el 21 de diciembre de ese año Reyes informó al Secretariado que “lo de Gontard se recibió sin mayores contratiempos. Se contó y estaba completo. En total son 500”. Con base en los correos electrónicos que Saez y Gontard enviaron a Reyes y los que éste recibió de ellos, el gobierno colombiano anunció el pasado 8 de julio la cancelación de la presencia de emisarios extranjeros en el país y el inicio de contactos directos con las FARC.El mandatario francés Nicolas Sarkozy aceptó la decisión sin chistar y el martes 15 declaró por terminada la gestión de Saez en Colombia.No sucedió lo mismo con Gontard, a quien la Fiscalía General de Colombia vinculó el pasado 15 de julio con un proceso penal por su presunta colaboración con las FARC. Ese mismo día el fiscal general Mario Iguarán declaró a W Radio de la cadena Caracol que el suizo podría haber incurrido en el delito de “concierto para delinquir” durante el presunto traslado del dinero de las FARC a Costa Rica.No obstante, el gobierno suizo cuestionó la validez de esos mensajes. “No tenemos prueba alguna de que (Gontard) haya sobrepasado su misión de mediador”, dijo el 13 de julio Antón Thalmann, adjunto del secretario de Relaciones Exteriores de Suiza, al semanario NZZ Am Sonntag. Desde marzo, cuando el gobierno colombiano empezó a filtrar a cuentagotas el contenido de los mensajes hallados en el disco duro de la computadora de Reyes, diversas personalidades supuestamente mencionadas en esos mensajes –entre ellas los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez– han objetado su validez porque, afirman, se rompió la cadena de su custodia y su contenido pudo haber sido alterado.Ni siquiera el dictamen de Interpol, que el 16 de mayo pasado avaló la autenticidad de los archivos hallados en la computadora de Reyes, ha disipado estas dudas. l
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