María Teresa Jardí
Cuando se reconoce que alguien es un gafe lo sensato es no cruzarse con él. Cambiar de acera o dar la vuelta. La mala estrella que tienen los gafes la contagian a todo el que les pasa cerca. En el caso de Calderón hacen mal los que hoy se regodean viendo ya sus bolsillos repletos con el dinero que a las arcas de la nación mexicana, para mejor servir al pueblo, pertenece por derecho propio.
Mouriño pudo ser la eminencia gris detrás del trono. Trono usurpado, pero trono al fin y al cabo de una república condenada, por la derecha, a ser la más bananera del planeta. Pero el gafe usurpador lo quiso convertir en el secretario de Gobernación que nunca va a ser y evidenció al sujeto corrupto y despreciable, que sí es.
Y haría bien el alcalde panista de Mérida en cancelar definitivamente la nueva gasolinera que se construye en la carretera Mérida- Progreso, incluso porque ya hay demasiadas gasolineras en el Norte de Mérida, haría bien en hacerlo si no quiere verse convertido en gafe también él.
Y ni qué decir de los empresarios españoles y de las empresas gringas y ni qué decir del Rey de España y de Rodríguez Zapatero y ni qué decir de Bush, también gafe como Calderón, los que tendrían que estar corriendo a muchos kilómetros por hora antes de pensar siquiera en que van a venir a colonizar otra vez nuestro país sin sufrir las consecuencias.
El petróleo pertenece sólo a los mexicanos y somos los mexicanos quienes vamos o no a resolver los problemas que nos aquejan y, ciertamente, hemos llegado al grado de dejarle el país a un gafe, a un gafe real, no a uno inventado por la derecha cuando señala que Zapatero lo es, sin serlo, todavía. Pero… Lo gafe se pega y puede llegar a serlo de insistir en querer meterse en asuntos de México.
Gafe de verdad de los pies a la cabeza es Felipe Calderón Hinojosa. Piense usted si no.
Ahí está también Vasconcelos como demostración de lo que digo. Es terrible la inseguridad que en México se vive.
Los del medio, los que saben, los que de los sótanos obtienen las noticias, dicen que al procurador General de la República se le conoce como: “El teflón”, porque al individuo todo se le resbala. No escucha a nadie. No le interesa en absoluto la situación. No se asume como responsable de la policía que encabeza. No existe más que para cuidar la espalda de los corruptos panistas y para cobrar el salario millonario cada final de quincena. Y así, si la CNDH pide información, digamos, sobre un detenido y se la niegan. Cosa común y corriente en la PGR que Medina Mora encabeza para garantizar la impunidad de Fox y su mujer y los Bribiesca, etc. Si la negativa se torna escandalosa y se tiene que llegar a “El Teflón” con la protesta, se limita a dar una palmadita en la espalda al que hasta él llega, y el secuestrado por “sus policías” continúa secuestrado con la venia de quien la encabeza la PGR.
Es terrible la brutalidad evidenciada por los que hoy de nuevo del secuestro están haciendo su modo de vida debido a la impunidad que impera y al desmantelamiento que hizo Fox de lo poco que se había logrado para controlar ese crimen horrendo.
Desmantelamiento agravado con las decisiones estúpidas del gafe mayor, es decir, del usurpador, que es el que dicta las reglas que contra el narcotráfico se toman, las que, como salta a la vista, han ido de fracaso en fracaso, que hoy le cobra a Vasconcelos. La impunidad también se pega y se empieza por encubrir al antecesor y a la corruptísima familia del antecesor y cuando se es gafe se acaba encubriendo a los asesinos de un niño secuestrado de 14 años y además hijo de un importante empresario. Es terrible el asesinato de Fernando Marti. Pero en los protectores de la impunidad a los Fox y a los Bribiesca y a los Patrón Laviada y a los Marín y a los Ruiz, están los responsables de esa brutal ejecución.
En las malas decisiones del gafe Calderón está el regreso de los secuestros en México y no se resuelve el problema extirpando cabezas que mal que bien eran las interlocutoras con el Ejército y con las agencias yanquis y que son las que saben lo que ocurre dentro de esa institución encabezada por otro contagiado por Calderón.
¿A quién van a poner en el lugar de Vasconcelos? El haber llegado a la situación que hoy en México impera de ejecuciones diarias, de secuestros, levantotes, asaltos nuevamente a la salida de los bancos, de crímenes inconcebibles que en ningún otro lugar mínimamente civilizado y no ocupado por los yanquis del planeta se dan y quedan impunes y por eso no proliferan (en cualquier lugar puede ocurrir cualquier cosa pero es la impunidad la que multiplica los crímenes) se debe en buena medida a Fox, quien, para encubrir sus propias corruptelas, las de su mujer y sobre todo: a sus hijastros, fue desmantelando lo poco que quedaba en pie de la estructura ética de la institución general procuradora de justicia. No es barato proteger a sujetos como Fox. Es muy caro. Pero el usurpador gafe no ha tenido la capacidad de entenderlo y recién se va a empezar a enterar del costo que para él y para el país va a tener el no haber cesado a Medina Mora antes que a Vasconcelos debido al secuestro y brutal ejecución, sí, seguramente a manos de policías y escoltas sí, de conocidos, pues, del hijo de un prominente empresario en el que tendrían que verse retratados también Rodríguez Zapatero y el resto de los que se frotan las manos con el dinero que ya ven en sus bolsillos de las ganancias que por la explotación del petróleo mexicano van a obtener.
Nomás debemos recordar que la terrible y dolorosa tragedia de la familia Martí la han vivido miles de mexicanos cuyos hijos, niños, jóvenes y adultos han sido asesinados y torturados sin piedad. Sus vidas eran igualmente valiosas y los crímenes igualmente inaceptables. La conmoción que vive México por este brutal asesinato debía multiplicarse por miles, a ver si así se hace algo por transformar al país.
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