jueves, septiembre 04, 2008

García Luna deja en manos de Calderón su permanencia en la SSPF

MÉXICO, DF, 3 de septiembre (apro).- El secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, rechazó hoy que vaya a renunciar, a menos de que, dijo, el presidente Felipe Calderón se lo pida.
Agregó que entre sus planes no está el de dejar el cargo: "Tengo una encomienda que cumplir y lo haré con toda mi capacidad".
Y rechazó que existan diferencias con el titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora.
Sostuvo que Medina Mora es su "amigo" y que ambos "somos "profesionales".
García Luna sostuvo una reunión de trabajo con diputados de la Comisión de Seguridad Pública ante quienes reconoció que existe una falta de definición en la estructura policiaca, en el contexto de unificar a las diversas corporaciones de seguridad del país.
"En la parte operacional no hay diferencias, ayer se decía que tal vez exista una falta de definición de la policía, pero ya se está trabajando en la nueva ley de la Policía Federal, en la que se definen alcances específicos", indicó.
El secretario de Seguridad Pública federal explicó, así mismo, que el rezago estructural en materia de seguridad pública acumula tres décadas, debido al deterioro de las policías y el uso de tecnologías por parte de la delincuencia.
Destacó que en dos años se decomisaron 20 mil armas de alto poder, mientras que todos los cuerpos policiacos sólo cuentan con un poder de fuego ligeramente menor al que se ha incautado a la delincuencia organizada en ese lapso.
Dijo que en ese periodo se han incautado 6 mil 486 toneladas de mariguana, 221 toneladas de cocaína y 53 toneladas de heroína, lo que representa en el mercado de drogas unos 131 mil millones de dólares.
Admitió que la delincuencia "ha utilizado acciones de alto impacto para atemorizar, inhibir a la autoridad, diversificando sus métodos de propaganda, de ejecuciones, con mensajes y mantas.
"Con eso pretenden desprestigiar a las instituciones e intentan forzar a un repliegue de la autoridad para ganar espacios e impunidad", pero aseguró que el gobierno no cederá a esas pretensiones.
Según sus cifras, el índice delictivo en todo el país creció en 8.6%, principalmente en el rubro de homicidios dolosos, pues se pasó de 35 mil 341 muertes violentas hace diez años, a 28 mil 800 el año pasado.
Reconoció que se han incrementado las ejecuciones en Chihuahua, Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Baja California, "y en cinco estados se concentra más de 60% de los homicidios dolosos".
Y en respuesta a las críticas que hicieron organizaciones sociales por el presunto manejo mediático del rescate de dos secuestrados en el municipio mexiquense de Villa Nicolás Romero, el funcionario respondió que es "una vergüenza que alguien diga que es un asunto mediático, cuando hay dos víctimas liberadas, hay policías heridos, un policía muerto, hay 20 detenidos, hay cuatro muertos; es una verdadera grosería para las víctimas".
Los decapitados
En cuanto a los secuestros, dijo que éstos aumentaron en 3%, el mayor porcentaje entre 2005 y 2006, principalmente en áreas metropolitanas.
Otro de los rezagos, apuntó, es el nivel de escolaridad de los policías. Admitió que "de la masa policiaca nacional", casi 60% sólo tiene educación básica, y 25%, bachillerato.
Comentó que en el caso de los doce decapitados descubiertos el jueves pasado en Yucatán, resultó que uno de los detenidos tenía de oficio el de "lavacoches".
A este sujeto "lo reclutaron y convirtieron en sicario en tres meses, y en su declaración se dijo adicto a las drogas, y por eso decidió meterse de lleno al crimen organizado. Por sus servicios -reveló-- recibió el pago de entre 2 mil 500 y 4 mil pesos".
Los diputados le cuestionaron a García Luna el que en su reporte estuvieran ausentes cifras sobre lavado de dinero, casas de cambio, vehículos o propiedades del narcotráfico decomisados, o sobre el índice de consumidores de estupefacientes.
El priista Juan Francisco Bedolla soltó: "No trae nada".
La legisladora más crítica fue Layda Sansores, de Convergencia, quien le dijo al aún titular de la SSP que con esas cifras "se engaña a sí mismo, pues no existe coordinación entre las policías.
La diputada convergente lamentó que se hable de "pleitos en casa y guerras institucionales" en el gabinete de seguridad pública, pues así no se ganará el combate a la delincuencia organizada.
"¿Qué pasa con el cuatismo en la secretaría? ¿Usted trabaja a palos de ciego?", inquirió Layda Sansores.
La secundó el perredista Francisco Javier Santos Arreola, quien se quejó del bajo nivel de escolaridad de algunos jefes policiacos, en particular se refirió a Benito Roa Lara, director general de Robos y Secuestros de la SSP, quien presuntamente no culminó su bachillerato.
Molesto, García Luna respondió que "el señor Roa es el único certificado para control de crisis de control de secuestro a escala internacional, formado en el FBI".
Por último, reconoció que "tenemos policías con primaria y secundaria, así como la resistencia de la policía corrupta e intereses de grupos del crimen organizado, ellos se resisten a una evolución que tenemos de la policía".

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