Ricardo Andrade Jardí
Es curioso ver cómo ha pasado México de ser un referente continental a una vergüenza mundial. Hace unas semanas en Buenos Aires, Argentina, distintos medios impresos --la televisión es exactamente igual de mala-- describían los últimos años de México como la década de los feminicidios. 7,000 (siete mil) mujeres asesinadas en la frontera Norte y otros tantos crímenes que suman los otros estados, llegando a una cuenta que supera los 8 mil homicidios de género --lo que se podría considerar ya como crímenes de lesa humanidad-- y el común de todas estas agresiones es por supuesto la norma mexicana de la IMPUNIDAD.
Y, el jueves 11 de diciembre, se da cuenta en diferentes medios impresos, de diversos países, del falaz discurso de la PGR al querer hacer pasar los crímenes contra los periodistas como agresiones comunes.
Cifras oficiales hablan de 45 periodistas asesinados o desaparecidos. Mientras las ONGs han advertido, en sus alertas, de 68 agresiones (homicidio y desapariciones) contra periodistas.
Pero hace tan sólo unos meses el Fiscal Especial contra agresiones a periodistas en tono irónico ante representantes de diversas organizaciones internacionales de derechos humanos, intentó minimizar los homicidios de dos jóvenes periodistas de radio comunitaria en Oaxaca, crímenes que, por supuesto, siguen IMPUNUES y seguirán así, dado que ahora nos hace saber la PGR que la mayoría de esas agresiones son delitos comunes, como si eso excusara, a las instituciones procuradoras de justicia de hacer la investigación, es decir según la PGR la mayoría de los, por lo menos, 45 asesinatos y 12 desapariciones son producto no del oficio del periodista, sino de la delincuencia generalizada que hay en el país, la que por supuesto la PGR no sólo no ha podido combatir sino que es parte de la misma delincuencia.
El anuncio de la PGR que en la mayoría de los medios impresos del mundo suena a burla, es hoy una destacada nota que ubica a México como el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo, sólo después de Irak, que no conviene olvidar es un país invadido y en guerra.
Más deprimente resulta el hecho de que el “fiscal especial” haga declaraciones estúpidas (acorde al nivel intelectual del desgobierno usurpador) y el que se intente minimizar la amenaza latente contra el libre ejercicio del periodismo, aun suponiendo, sin conceder, que la mayoría de los asesinatos de periodistas fueran producto del crimen común y no de una agresión determinada contra el derecho a informar, aunque después de Irak el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo es México; y peor aún, México no sólo es peligroso para los periodistas, lo es, según lo que afirma el Fiscal especial, entonces para las mujeres, para los jóvenes, para las ancianas indígenas que hasta se mueren oficialmente asesinadas por una “gastroenteritis”.
México es un peligro para los mexicanos y así nos lo hace saber la corrupta PGR. Pero además ya es también una alerta internacional, que no puede ser minimizada por la demagogia del discurso interno, las ejecuciones (extrajudiciales) son para el mundo un crimen, aunque la PGR crea que es la primera causa de muerte “natural” en México; lo cierto es que el mundo sabe que ser mujer en el México de la usurpación prianista, es un peligro, como lo es el ser periodista o un simple turista. Pero… ¿Lo sabemos nosotros?
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