Año 8, número 2495
Viernes 16, enero del año 2009
El que quien de facto es el titular del Poder Ejecutivo de nuestra Patria, se haya prestado (atrevido también cabría) a inaugurar el VI encuentro mundial de las familias; un acto religioso que nada tiene que ver con el Estado mexicano laico.
Además supliendo al llamado Benedictus XVI en su discurso inaugural; el que pronunció con un claro sentido moral. Haciendo recordar las homilías que se pronuncian los domingos desde los púlpitos de los templos.
Da a entender que nuestro México, el que muchos conocimos, ha dejado de existir como tal. Y que estamos en manos, no solo de traidores, sino de individuos perversos recubiertos de hipocresía y cinismo.
Que olvidando nuestra historia y pasando por alto a todos los mexicanos que murieron en la llamada Revolución Cristera (para qué abundar más con todo lo que hicieron durante la $agrada Inquisición) impúdicamente violan la Constitución que protestaron cumplir y hacer cumplir.
Y si a eso le agregamos que según el vocero de la arquidiócesis que dirige Norberto Rivera Carrera, el grito de “Viva Cristo Rey” (de aciaga memoria) en las manifestaciones antiaborto que sus feligreses han llevado a cabo, “son un clamor del pueblo en defensa de la fe”.
A lo que agregó la posibilidad de que se formara un partido católico (como si no tuviéramos bastante con Acción Nacional) agregando que requieren defenderse pues son “son perseguidos ideológicamente”.
Solo podemos inferir que de ser un Estado Laico, hemos pasado a ser una vergonzosa teocracia.
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