Cientos de profesores intentaron llegar a la sede del Congreso para manifestarse
Foto: José Castañares
Más de 5 mil profesores disidentes se manifestaron durante la lectura del cuarto informe del gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, efectuada hoy en las calles del centro histórico de esa ciudad, y se enfrentaron a unos 500 granaderos y agentes de las policías estatal, ministerial y metropolitana, vestidos de civil.
A golpes y empujones, los docentes rompieron parte del cerco de vallas metálicas ubicado en la esquina de las calles 5 Poniente y 7 Sur, que resguardaba un perímetro de más de 10 manzanas del primer cuadro de la capital poblana.
Antes de la batalla, los manifestantes y el gobierno estatal acordaron que una comisión de profesores accediera al Congreso del estado a presentar un pliego de peticiones. Los mentores fueron atendidos por los subsecretarios jurídicos de Gobernación estatal, Francisco Díaz Gil y Armando Toxqui Quintero.
Más tarde, ambos entregaron al titular del Ejecutivo estatal el pliego, cuya exigencia central es que Marín Torres declare la suspensión definitiva de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE) en Puebla, además del pago de salarios y prestaciones a los maestros.
Juan Durán, electo por la disidencia para dirigir la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), afirmó que el gobernador se comprometió a recibir personalmente a los profesores durante la primera semana de febrero para fijar formalmente “cómo se va a cancelar la ACE” en Puebla.
El contingente magisterial se unió a otro más numeroso frente al Legislativo. Juntos marcharon hacia la Plaza de Armas, donde concluyeron su manifestación.
En Morelos, profesores disidentes de la sección 19 del SNTE que pretendían manifestarse durante la visita del presidente Felipe Calderón fueron bloqueados por cientos de militares vestidos de civil, elementos del Estado Mayor Presidencial y policías federales.
Mientras en uno de sus discursos el político panista pidió a los mexicanos superar los prejuicios y miedos, todos los actos a los que asistió estuvieron sitiados.
Donde más se reforzó la seguridad fue en Cuautla, pues ahí fueron desplegados agentes antimotines para impedir las protestas que pretendían realizar un centenar de maestros reunidos en la gasolinera y en Los Arcos, puntos ubicados en la entrada de la ciudad.
Ignacio Díaz, integrante del comité democrático de la región de Cuautla, traía una manta en la cual se exige “la cancelación de la criminal alianza, la reinstalación de sus 33 compañeros que fueron despedidos por protestar, y el reconocimiento al comité de la sección 19 de Morelos”.
Lo mismo ocurrió en Temixco. En la caseta de peaje y a orillas de la autopista que conduce al aeropuerto Mariano Matamoros fueron instaladas al menos seis vallas metálicas, arcos detectores de armas, patrullas y numerosos militares. En el lugar del acto se cercó el presídium.
La Jornada de Oriente y Rubicela Morelos Cruz, corresponsal
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