lunes, enero 19, 2009

Columna Asimetrías. Obama: el inicio

Por Fausto Fernández Ponte





19 enero 2009




Al colega Miguel Badillo. Su detención ilegal promovida por el magnate del gas Alonso Zaragoza confirma la indefensión ciudadana ante el poder privado que compra al público.



I

Como sabríalo el caro leyente, Barack Obama tomará posesión hoy como Presidente de Estados Unidos de América e inicia de esa guisa constitucional un camino que adviértese sinuoso, plagado de obstáculos y desafíos descomunales.

El principal y mayor de los obstáculos es el de intepretar con fidelidad filosófica --moral y ética-- y, a la vez, sentido práctico congruente, los móviles e intenciones más profundas de la ciudadanía.

Subráyese que, contraio a la percepción convencional, la ciudadanía estadunidense es asaz variopinta, lo que describe en muchos aspectos cruciales la naturaleza metropolitan e imperial de EU.

En Roma, en el periodo histórico que media entre el apogeo y el perigeo imperial, vivían hombres y mujeres de todas partes del mundo conocido, aunque no tenían participación en la vida política ni incidían en el poder.

Pero en el Imperio estadunidense, esa ciudadanía conformada por minorías étnicas y culturales que sumaron, electoralmente, una abrumadora mayoría decisoria, conforman un sólido todo de opinión pública política.

Frente a esa realidad insoslayable, el señor Obama tiene ante sí los motivos y las exigencias de otro conglomerado de intereses creados que, sin el alcance electoral de las minorías sumadas, son muy poderosos.

II

Esos intereses creados conforman y representan el poder real, el del dinero, aunque no sea un poder sustentado sobre bases y nociones de representatividad. Ese poder real financia las campañas de proselitismo.

El poder real financió la campaña de proselitismo paraelectoral de don Barack. ¿Por qué ese poder real optó por financiar al señor Obama y no a John McCain? La respuesta es evidente: cambiarle el rostro al Imperio. Maquillarlo. Buscar apoyo interno.

¿Y por qué cambiarle el rostro al Imperio? Por imperativos tácticos pues George W. Bush había agotado la gama de posibilidades estratégicas de prevalecencia del Imperio y el señor McCain no veía esa coyuntura.

Éstas realidades indicarían que el nuevo Presidente de EU tiene que entender su ubicación --investidura y potestades legales y morales-- como el de la proverbial bisagra. Bisagra aceitada, sin chirridos.

¿Habrá comprendido el señor Obama esa competencia que la historia le ha asignado? Si sus acciones y discursos poselectorales indicaren algo a sus votantes, al mundo y al poder real en EU, sí parecería saber cuál es su misión.

O, por mejor decir, la naturaleza de su misión: adelantar los intereses del Imperio sin enajenar --alienar-- ni antagonizar los intereses y expectativas de los votantes que lo han instalado en la Casa Blanca.

III

Antojaríase obvio que el señor Obama posee talento político y carisma para caminar filosófica y prácticamente por esa cuerda floja sin una red de seguridad. No huelga desestimarse el alcance de ciertos verismos, a saber:

Uno: el Estado estadunidense adquirió en el presidencialado del señor Bush un carácter francamente antisocial en agravio del pueblo de EU y, dígase sin hipérbole, de los pueblos del mundo, el mexicano incluido.

Y, otro: que ese carácter antisocial del Estado estadunidense lo convirtió precisamente en un Estado fallido, condición que el propio señor Bush atribuye a Estados como el mexicano, causa de ansiedad en el gobierno local.

Para el poder real, la condición de Estado fallido discernida con respecto al Estado estadunidense no es sólo por su conduca antisocial (local y mundial), ampliamente documentada, sino para los intereses mismos del Imperio.

Esos intereses del Imperio son los de los consorcios trasnacionales, que se vieron afectados negativamente por los yerros del señor Bush; éste fue tan inepto que las ganancias de las guerras de Afganistán e Irak se esfumaron.

Concluiríase que el señor Obama tiene as su favor la coyuntura del momento: reorientar el papel del poder político del Estado a favor de otro de los elementos constitutivos de éste, el pueblo estadunidense.

¿Cómo afectaría el obamismo los intereses estratégicos verdaderos de México --los del pueblo, ignorados hoy por el Estado-- y los de la oligarquía y el hampa de la política mexicana, entreguista y apátrida? Tema de mañana.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Consorcios trasnacionales: forma de asociación monoplista y/o conjunto de empresas cuyas operaciones e intereses tienen alcance mundial, de modo que conforman un poder omnímodo por sus vastos recursos financieros, control de fuentes de abasto de materias primas y mercados; influyen en el diseño de las relaciones exteriores de Estados nacionales, como sería el caso de EU, España, Inglaterra, etcétera. Una variante de consorcio trasnacional es el Vaticano.

Estado fallido o fracasado: definición de la ciencia política para identificar a un Estado nacvional incapaz de articular sus elementos constitutivos. Según el Pentágonop, el mexicano es un Estado fallido.

Oligarquía: gobiuerno de pocos, al serviciuo de ellos mismos. Conjunto de algunos pode4rosos negociantes que se aúnan para que todos los negocios de un país o Estado dependan de su arbitrio.

Hampa de la política: expresión popularizada en la campaña electoral de 2006 para referirse a los políticos de las facciones dominantes en los partidos políticos mexicanos. De uso en ciertas vertientes de las ciencas políticas.

Poder político: según la definición más aceptada, el poder político es uno de los elementos constituvivos de un Estado; los otros son el pueblo, como principal; la soberanía y el territorio.

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