Hallados más de 10 cadáveres con signos de tortura en México

TeleSUR

Más de 10 cadáveres con signos de tortura y decapitados fueron hallados en el norteño estado mexicano de Chihuaha, fronterizo con Estados Unidos.

Al cuerpo sin vida del recién nombrado jefe de Policía del municipio Guerrero, se une el del comandante de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Martín Castro, quien fue decapitado y su cabeza puesta en una nevera frente a la comisaría policial.

Los vecinos del poblado, afirman que la comandancia fue abandonada hace días por su titular y los agentes, temerosos de ser víctimas de una embestida por integrantes del crimen organizado.

Además, en la zona del Valle de Juárez, aparecieron dos hombres muertos dentro de sus automóviles , mientras que otro más fue ejecutado este sábado con 50 balazos de rifle y uno más falleció durante el fin de semana en un hospital local por heridas de bala.

Según reporta el diario El Universal de México, a esta cadena de asesinatos se le une la aparición en los últimos días de los restos de seis hombres vestidos con uniformes de policía municipal y cuyos cadáveres presentaban síntomas de tortura y balazos en distintas partes de su anatomía.

La ola de violencia ha llegado a tal punto que algunos grupos que se autodenominan de vigilancia han llegado a amenazar a las bandas del narcotráfico en los límites con EE.UU. como respuesta a los homicidios, que en 2008 alcanzaron mil 600 muertos sólo en Ciudad Juárez.

Una de estas organizaciones prometió la semana pasada "limpiar la ciudad de estos criminales" y dijo que su misión era "terminar con la vida de un delincuente cada 24 horas".

El desarrollo de la industria de tráfico de narcóticos es tal, que solamente durante la primera quincena del año, el Ejército detuvo a 269 presuntos narcotraficantes e incautó más de 36,7 toneladas de marihuana y cerca de un kilogramo de cocaína. Además, se incautaron de 554 armas, casi 200 vehículos terrestres, una aeronave, dos embarcaciones, 205 mil pesos mexicanos y 84 mil 200 dólares.

Y todo esto sucede pese al despliegue de militares y la cruzada emprendida por el presidente conservador mexicano, Felipe Calderón, quien se fijó como meta tras su llegada en 2006 acabar con este flagelo.

No obstante, el año pasado 5 mil 700 personas murieron víctimas del crimen organizado.