Ricardo Andrade Jardí
Mientras se prepara la toma de posesión de Obama, el embajador saliente de Estados Unidos (en México) y amigo “íntimo” del usurpador y del peligroso asesino G.W. Bush, advierte que aún vendrán días de violencia para México. Quién mejor para declarar algo como eso, que los mismos que están detrás de la presente y futura violencia que nos aqueja y que la voz del imperio en boca de su diplomacia promete seguir impulsando. Muchas fueron las esperanzas que suponía la llegada de Obama a la Casa Blanca, pero bastaron unos días para que su complicidad fascista dejara claro que no hay nada nuevo bajo el cielo del imperio, Israel al igual que la Alemania nazi con los judíos, busca exterminar al pueblo palestino, bajo el pretexto de una guerra contra el terrorismo, terrorismo que sería injustificable y completamente condenable, si Palestina fuera una nación libre y soberana, pero Israel, siguiendo los pasos de Hitler y apoyada militarmente por los Estados Unidos de antes, de Bush y el de Obama, ha decidido seguir ocupando Palestina y continuar con su guerra de exterminio, que no sólo no terminará con HAMAS y el “terrorismo”, sino que sembrará más odios y por lo mismo cosechara sólo tempestades.
Nadie, excepto el cinismo y la mediocridad puede ser ajeno, como lo pretendió Europa, Vaticano de por medio, en los años 40, al dolor humano, nadie con un mínimo de dignidad y ética, puede ver con buenos ojos la barbarie que el gobierno nazi de Israel lleva a cabo contra el pueblo palestino, nadie con un mínimo de sentido común y de sentimientos humanos puede justificar la masacre contra un pueblo que desde 1949 se ha visto obligado a resistir una injustificable invasión militar, económica y política sobre los territorios históricos de su identidad; “sólo hay un camino para la paz, y el camino es la paz”; afirmaba Gandhi, sólo hay un camino para la paz en Medio Oriente, y no es con los intentos de exterminio como se conseguirá, sino con la inmediata salida de Israel de Palestina, sólo se podrá combatir “el terrorismo”, cuando la resistencia Palestina no esté obligada a defender su derecho soberano de existir.
Malos augurios son para Obama su ya criminal apoyo a la matanza de civiles en Medio Oriente, su dependencia económica del sionismo fascista, no permite dudas, pero el peligro para Obama no sólo es su pronta derrota y su desesperanza, sino que al igual que el gobierno de Israel y sus apuestas, no permitan diferenciar su mandato de la voluntad de toda una comunidad, que al igual que los judíos, ha sufrido tanto, lo que no es un pretexto para justificar atrocidades, bajo esa lógica de pensamiento no habría pueblos más ofendidos y más sufridos que los pueblos originarios más de 500 años agredidos… el costo de no entender los mestizajes es la reproducción del fanatismo, del terrorismo de uno y otro bando. El dolor de una pérdida humana es igual que el dolor de otra pérdida humana, no hay diferencia.
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