La Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN)
Por Iván Franco
Existe muy poca literatura académica orientada a explicar historia reciente y presente crudo de las relaciones políticas entre los Estados Unidos y México. Quizá de forma más específica debamos hablar de las relaciones y acuerdos internacionales que las instancias ejecutivas de esas dos naciones han pactado en los últimos veinte años y cuyo seguimiento periodístico acaso es tan amplio como incierto y desconocido lo que en ellas, en los hechos, se firma o conviene. Es más, el despliegue de fuerza bruta policíaca y militar así como de aparatos de inteligencia que en esas “cumbres” de jefes de Estado de EEUU y México se realiza, adquiere tal dimensión que los ciudadanos comunes y corrientes son marginados de sus propios espacios de socialización en nombre del omnímodo poder imperial. Recuérdese cuando William Clinton visitó Mérida, en plena etapa de crisis de su presidencia por sus amoríos con Mónica Lewinsky, cómo gran parte del centro histórico de Mérida fue literalmente secuestrado por fuerza militar “binacional” durante varios días. Nada que ver con la desaparición del Estado mexicano cuando en 2006 cayó por esta misma ciudad Mr. Bush para la firma de lo que ahora conocemos como “Iniciativa Mérida”.
La obra La Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte. Nuevo desafío a la nación mexicana, editado por RMALC/CEFCHAC/UA-Chapingo y CEEFN y coordinado por el Dr. Juan Manuel Sandoval Palacios (DEAS-INAH), es una de esas pocos textos de corte académico que sale a la luz pública con un objetivo claro: analizar y explicar el papel que está jugando México en el proceso de redefinición geoestratégica y geopolítica mundial a raíz de que los oligopolios norteamericanos y su presidencia imperial impusieron nuevas reglas de juego a la economía a través de una nueva concepción de la Seguridad Nacional norteamericana. El libro lo integran cinco ensayos que analizan con variedad de fuentes (incluidos reportes de las oficinas de inteligencia de organismos públicos y privados de Norteamérica), el pasado, presente y futuro de la situación de la economía, la política y la democracia mexicana a los intereses del gran poder político-corporativo y financiero de los Estados Unidos de Norteamérica. Una descripción breve de cada uno de ellos se intenta en esta reseña con el interés de estimular mayor sensibilidad en el tema. Los riesgos que cada día corremos como nación y diversidad cultural, de continuar la ruta de la integración desigual a la economía e intereses del poderoso vecino del Norte, se abordan con miradas puntuales por cada uno de los autores.
Presenta este libro una Introducción que, al igual que en este ejercicio, resume y detalla los objetivos, contenidos y propósito del texto. Quizá por ello parece importante resaltar lo que en ella se apunta respecto de la ASPAN: “…Estados Unidos busca asegurar, mediante esta alianza, su control sobre las reservas de petróleo y gas de México y Canadá que están entre las principales del mundo”. Continúa así el primer ensayo denominado Procesos de Integración y desintegración bajo la ASPAN autoría de Alejandro Villamar Calderón cuyo estudio se centra en rescatar elementos históricos de la fundamentación del Estado de Derecho y sobre reivindicación de la política originaria de las naciones de América en torno a un proyecto latinoamericano propio, marcado por aspiraciones de integración no a la lógica del imperio capitalista sino a la de los pueblos americanos e ideales bolivarianos del siglo XIX.
En esencia Villamar analiza tres asuntos: la naturaleza política y dimensión compleja o múltiple de los procesos de integración-desintegración; que con la ASPAN se ponen las bases para una nueva variante antidemocrática de integración regional de las élites transnacionales contra los Estados nacionales e instituciones democráticas, lo que supone un golpe de Estado en “cámara lenta” (como lo vivido en México en 1988 y en 2006). Y, finalmente, la difícil situación en la que se encuentran México y Canadá respecto de mantener y/o rescatar sus soberanías nacionales bajo un marco político trilateral que responde en todo caso a los intereses de la seguridad nacional del imperio militar y económico norteamericano.
Alberto Arroyo Picard plantea en su trabajo La ASPAN: subordinación de México a los intereses del Imperio, que este acuerdo abrió una nueva etapa de tratados internacionales ya que, en primera instancia, responde a pactos del más alto nivel ejecutivo sin ningún compromiso con los Congresos nacionales pues, quizá como reacción a los avances democráticos del Cono Sur, sería riesgoso para los grandes intereses corporativos que se articulan detrás de ellos. En segunda, afirma así que los presidentes de cada país serán los instrumentos para generar políticas que aterricen reglamentos y leyes que se presenten “aislados” pero en realidad sirvan de pivote para dar vía libre al desarrollo de inversiones focalizadas en los campos económicos estratégicos como los referidos: petróleo, gas, y otras áreas de reservas naturales. Arroyo Picard está convencido que se trata de un nuevo esquema dictatorial sin contrapeso local, y una palanca para privatizaciones ya no sólo de activos sino de la política misma; un esquema por cierto ya conocido en nuestra entidad bajo los años dorados de Patricio Patrón Laviada al mando del Poder Ejecutivo pero que también puede seguir manifestándose con firmas de préstamos para el desarrollo como la de la actual administración estatal con el BID.
Jorge Calderón Salazar plantea en su trabajo ASPAN y/o TLCAN-plus: profundizar la integración subordinada, que la ASPAN responde a los intereses geoestratégicos de las corporaciones transnacionales de Estados Unidos y Canadá. Y que su despliegue sólo propiciará la “profundización de los resultados asimétricos que tiende a la homogeneización de las políticas nacionales de los tres países” para eliminar lo que las propias corporaciones llaman “incompatibilidades que limitan la eficiencia económica”. Para este autor existe un vínculo estrecho entre los atentados del 11-S de 2001 con la necesidad del imperio por acercar su seguridad nacional con los aspectos comerciales y de inversión estratégicos para su propia economía. Complementariamente, Juan Manuel Sandoval desarrolla en su trabajo TLCAN y ASPAN: proyectos geoestratégicos de la seguridad nacional estadunidense, que uno de los aspectos clave del TLC firmado entre Canadá, México y los EEUU es el de la seguridad regional o “regionalización de la seguridad nacional de Estados Unidos”. Para Sandoval, lo que el gobierno de Estados Unidos buscaba con ese tratado era tener “un acceso irrestricto a los recursos energéticos mexicanos”, por eso México juega un papel geoestratégico para la seguridad y prosperidad de dicho país en tanto que su frontera del Sur es en realidad una frontera extendida hacia Centroamérica y todo su potencial de recursos.
Por último Miguel Pickard White aporta en su trabajo La ASPAN: el futuro que las élites prevén para México, Canadá y Estados Unidos, una perspectiva muy esclarecedora pues relata la historia de la ASPAN, quiénes la impulsan y qué le espera a México si se despliega tal como se le está imponiendo. Destaca que, a diferencia del TLCAN que fue al menos revisado por los tres poderes legislativos y comisiones diversas de todos los países, la ASPAN es una serie de medidas empujadas mediante la firma de “regulaciones” que no contemplan su análisis ni discusión en las esferas legislativas, mucho menos en instancias ciudadanas. Para Pickard está claro que es un proyecto de élites neoliberales y globalizadoras de los tres países que encuentran en la instancia autoritaria de las presidencias de cada país, a los bloques políticos dispuestos a impulsarlas sin el menor interés por consultar a los representantes populares ni a la sociedad civil. Y ya vimos cómo les fue, en el caso de la visita de Bush a Mérida, a ciudadanos y ciudadanas que asumieron con coraje el acto de protestar ante la pérdida de soberanía e identidad de nuestro país ante el vecino del Norte. Ágil, con información bien analizada y desglosada en cuadros y gráficas este libro es un importante aporte de un grupo de académicos estudiosos de las relaciones internacionales EEUU-México-Canadá a la comprensión del contexto de integración económica, política e incluso cultural internacional de nuestro país en el mundo global.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario