Jorge Lara Rivera
Para no dejar ir el 2008 sin guardar algún símbolo adecuado de su paso, podría el imaginario social seleccionar el estupor en que se sumió el país la noche del 15 de septiembre, o el desconcierto producido por el avionazo en el que falleciera el hispano Juan Camilo Mouriño o la 'cacería de brujas' que desató ese 'accidente' en los más altos niveles de la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública, federal, pero también la cruel modalidad de decapitación colectiva indiscriminada, introducida en la actividad criminal.
Sin embargo, en el oprobio también se encuentra la conducta facciosa y servil del deleznable secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, ese esquirol ganaPANes, y las de los infiltrados, como el escolta Arturo González Rodríguez, mayor del Ejército adscrito al grupo de 'seguridad' de los Guardias Presidenciales, quien fue aprehendido el 26 de los corrientes porque se completaba el sueldo con 100 mil dólares mensuales de procedencia ilícita, a cambio de filtrar información sobre movimientos del Ejecutivo federal al cartel de los Hnos. Beltrán-Leyva. Asimismo, se procuraba unos pesos 'extra', conseguidos junto al capitán Mateo Juárez Espinosa, por 'bisnear' armas tanto para ese cartel como a los Zetas, sus rivales. Luego, no se extrañe la SEDENA por el recelo ciudadano.
Ya desde el 12 de agosto, la PGR y la SSP andaban tras su pista por la delación de un 'testigo protegido'. ¡Vaya usted a saber!
Infiltrado y oprobioso resulta, también, el proceder del señor Manuel Bribiesca Godoy, detenido por los delitos de "Desocupación del domicilio fiscal' y 'Ocultamiento de contabilidad'. Su arresto ocurrió el miércoles 17 pero sólo fue durante unas horas ya que, según dijo tras salir bajo caución, se trató de un asunto fiscal 'intrascendente'. Pero qué tal si se fuera un ciudadano común...
Ofreció, entonces, aclararlo todo en un comunicado para el lunes siguiente y, desde luego, no cumplió. Qué bueno que pertenece a 'los decentes', que si no..., imagínese.
El influyentismo y la impunidad parecen ribetear el caso del ex esposo de la tristemente célebre buscona (Martha Sahagún) del foxiato, ya que pone al descubierto la corrupción y contradicción reinantes en esa administración, así como la falsedad del discurso moralino, presuntamente purista del panismo.
Su excarcelación también ilustra cuánto vale el catecismo ético con que estos predicadores dudosos gustan de marear al votante incauto.
Era 'bola cantada', pero tales excesos llevan a topar con los muros de la evidencia, como reiterado ejemplo de la voracidad e impunidad de esta plaga, a la cual se entregó el poder de la República en el 2000 y lo escamoteó a sus contendientes con malas artes en 2006.
Abruma, ¿verdad? Y es que durante este lapso, hemos ido de asombro en asombro.
Como la esperanza es resistente, pero no debe abandonársela a derivar hacia lo ilusorio, hay que comprender que en medio de la crisis, sin trabajar cuatro veces lo que hoy (como cínicamente pretenden los explotadores en el empresariado), y sin aceptar, que asustándonos con el petate del muerto logren conculcar los derechos históricamente alcanzados por los trabajadores y el pueblo (como algunos arribistas del vocero impreso de la oligarquía local quisieran), o precisamente a causa de ella, la solidaridad comunitaria nos brinda ocasión de salir adelante.
Ojalá el 2009, tiempo de elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, sea mejor y los ciudadanos razonen de verdad su voto e inviten a sus amigos y compañeros de trabajo a defender a su clase y a defenderse, juntos, de todos los ominosos signos que durante el previo vapulearon al proletariado y los campesinos y ahora nos ensombrecen el horizonte.
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