"Tenemos que recordar que Arena es el partido que ha sido sindicado como el asesino intelectual de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, ex arzobispo de El Salvador", dijo Fazio.
En vísperas de las elecciones presidenciales de El Salvador a realizarse el venidero domingo 15 de marzo, el periodista y analista internacional del diario La Jornada, Carlos Fazio, precisó este viernes que el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, de resultar electo, podría unirse a los procesos progresistas latinoamericanos.
"A los sandinistas, al proceso en Ecuador con (Rafael) Correa, a la integración del Gobierno de Evo Morales en Bolivia, con la Venezuela de Hugo Chávez, y con Cuba, siempre ahí en este entendimiento de fuerzas progresistas", dijo.
Fazio ofreció en entrevista exclusiva a TeleSUR desde México, su visión en torno al tema. A continuación, presentamos la entrevista íntegra:
- ¿Cuál es la importancia de estas elecciones en El Salvador, por qué podemos considerarlas históricas?
Esta elección es histórica en El Salvador porque por primera vez, con casi certeza, una antigua guerrilla, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional está al borde de acceder por la vía eleccionaria a la posición del Gobierno. Es decir, la elección enfrenta dos enemigos históricos de la Guerra Fría: el Partido Arena (Alianza Republicana Nacionalista), que es el que después de las negociaciones de paz en el Castillo de Chapultepec entre el Gobierno y la guerrilla de El Salvador, se consolidó durante varios años en el poder.
Tenemos que recordar que Arena es el partido que ha sido sindicado como el asesino intelectual de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de El Salvador, que justamente unos días antes de que lo mataran había pedido a las Fuerzas Armadas que no dispararan contra el pueblo y por eso lo mataron.
Entonces bueno, ese es el significado histórico después de años de una guerra civil en el marco de la Guerra Fría, hoy la antigua guerrilla, que llegó incluso a controlar barrios de la periferia de El Salvador, en una guerra que no ganó simplemente por el apoyo millonario en dólares que cada día suministraban las administraciones de (Ronald) Reagan y (George) Bush padre a los gobiernos salvadoreños de la época.
- ¿Qué implicaciones tiene que una ex guerrilla, ahora partido político, pueda acceder a la presidencia de El Salvador? ¿Qué significa para América Latina?
El tema es que una guerrilla luego de unos acuerdos de paz se volcó a la vida civil digamos, en los carriles institucionales, si se puede hablar de institucionalidad en países como El Salvador. Pero se da en el marco de una serie de procesos similiares en América Latina.
Tenemos por ejemplo, en Bolivia un vicepresidente que también fue guerrillero y estuvo preso por ser guerrillero, ya vemos en el caso del Frente Amplio de Uruguay que obtuvo el Gobierno hace 4 años y la fuerza principal dentro del Frente Amplio es el MPP, Movimiento de Participación Popular, que es el brazo, digamos más amplio en esta etapa.
Del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro en la antigua guerrilla, y hoy precisamente en Uruguay, en el momento que está teniendo esta elección el domingo en El Salvador, José Pepe Mujica, uno de los fundadores de los Tupamaros de Uruguay, está primero en las encuestas y dentro de la interna del Frente Amplio para ser el candidato a la presidencia en noviembre en Uruguay.
Entonces, es como que las antiguas guerrillas, convertidas hoy en organismos civiles e integrada a procesos de coalición más amplio, están disputando por la vía legal el Gobierno dentro de la institucionalidad.
- En este sentido, habría la posibilidad de que el FMLN tuviera un resultado adverso, ¿se está jugando con el miedo?, ¿y cuáles serían los obstáculos entonces, digamos la contraparte?
Es natural que en la coyuntura previa a los comicios del domingo, el partido Arena, como partido de ultraderecha que es, al igual que la derecha latinoamericana, asusten a los electores con el fantasma del miedo. Incluso han llegado a hablar de que (Mauricio) Funes podría sumarse a la iniciativa del presidente (Hugo) Chávez de Venezuela por un Socialismo del Siglo XXI, es decir, están intentando asustar a la población.
Lo que sí es que desde el punto de vista más allá de lo simbólico, de una guerrilla en el Gobierno, implicaría la consolidación de una alianza de gobiernos de corte nacionalista, progresista o izquierdista, según los países que se nuclean hoy alrededor del ALBA (Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América), esta coalición que, entre economías que si no son del todo iguales, están planteando formas de entendimiento distintas a las que por separado cada país tenía normalmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el Banco Mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo.
Es decir, el significado es que vendría a sumarse el FMLN a los sandinistas, al proceso en Ecuador con (Rafael) Correa, a la integración del Gobierno de Evo Morales en Bolivia con la Venezuela de Hugo Chávez, y con Cuba, siempre ahí en este entendimiento de fuerzas progresistas.
Es decir, el significado es que vendría a sumarse el FMLN a los sandinistas, al proceso en Ecuador con (Rafael) Correa, a la integración del Gobierno de Evo Morales en Bolivia con la Venezuela de Hugo Chávez, y con Cuba, siempre ahí en este entendimiento de fuerzas progresistas.
"Tenemos por ejemplo, en Bolivia un vicepresidente que también fue guerrillero y estuvo preso por ser guerrillero, ya vemos en el caso del Frente Amplio de Uruguay que obtuvo el Gobierno hace 4 años y la fuerza principal dentro del Frente Amplio es el MPP, Movimiento de Participación Popular, que es el brazo, digamos más amplio en esta etapa."
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