Puerto España. Al encontrarse en la V Cumbre de las Américas, con un apretón se saludaron los presidentes Barack Obama y Hugo Chávez. Reuters
"No estoy interesado en hablar por hablar. Creo que podemos llevar las relaciones en otra dirección", declaró el mandatario estadunidense en la V Cumbre de las Américas.
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Puerto España. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, abordó el tema de Cuba desde el discurso inaugural de la V Cumbre de las Américas. Reuters
Puerto España. El presidente Barack Obama dijo que Estados Unidos busca un "nuevo comienzo" con Cuba y destacó que está listo para abordar con el gobierno de la isla temas que van desde derechos humanos hasta inmigración y economía.
"Déjenme ser claro: No estoy interesado en hablar por el hecho de hablar. Pero yo creo que podemos llevar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en una nueva dirección", dijo Obama en su discurso durante la sesión inaugural de la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
Obama garantizó además que vino a Puerto España para abrir "un nuevo capítulo de diálogo" con sus homólogos latinoamericanos en el que se hable "de igual a igual" y exista "un respeto mutuo, intereses comunes y valores compartidos".
El mandatario estadounidense, que en los últimos días había venido dando signos de apertura hacia Cuba, dio una nueva orientación en esta cumbre, en la que la cuestión cubana prometía ser un motivo de tensión.
"Creo que podemos llevar las relaciones estadounidense-cubanas por una nueva dirección (...) Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba. Sé que es un largo viaje para superar décadas de desconfianza", agregó, en un discurso interrumpido a menudo por aplausos de los asistentes.En las últimas horas, países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Honduras anunciaron que no firmarían la declaración final de Trinidad por considerarla "insuficiente" e "inaceptable" al excluir "injustificadamente" a Cuba.
La primera dirigente en tomar la palabra en Puerto España, la presidenta argentina Cristina Kirchner pidió el levantamiento del embargo que desde hace 47 años mantiene Estados Unidos sobre Cuba que calificó de "anacronismo", e instó a Obama a no perder la oportunidad histórica de construir "una nueva relación entre las Américas" lejos de la "subordinación".
Cuba "ha manifestado su apertura total para hablar con los Estados Unidos sobre todas las cuestiones, por lo que creemos que estamos ante una segunda oportunidad de construir una nueva relación que no es posible dejar escapar", recordó.
El jueves, el presidente cubano Raúl Castro subrayó que su país estaba "abierto" a dialogar con Estados Unidos pero en términos de "igualdad", días después de que Obama levantara las restricciones para los viajes de los cubanoestadunidenses a La Habana, así como el envío de remesas.
Obama señaló en su discurso que sabía que “las promesas de asociación no fueron mantenidas en el pasado y que la confianza se gana con el tiempo", y admitió que a veces Estados Unidos "pretendió imponer sus puntos de vista" en el continente.
Pero "Estados Unidos cambió", zanjó Obama.
"No hay socios mayores o menores en nuestras relaciones; simplemente hay un compromiso basado en el respeto mutuo, los intereses comunes y los valores compartidos. Por lo tanto, aquí estoy para lanzar un nuevo capítulo de compromiso que se mantendrá durante mi gobierno", dijo.
Sin embargo, Obama resaltó que Estados Unidos no puede ser culpado de todos los problemas que ocurren en el hemisferio. "Mi país no debería interferir en otros países, pero esto también significa que no podemos culpar a Estados Unidos de cada problema que se produce en el hemisferio. Es parte de los cambios que deben producirse", pidió.
En un mensaje dirigido indirectamente a sus grandes detractores en el continente e incluso a los líderes cubanos, Obama subrayó que no sólo Estados Unidos debe cambiar.
Destacó el hecho de que los presidentes de Estados Unidos y Venezuela, Barack Obama y Hugo Chávez, estrecharon sus manos y se sonrieron al encontrarse en la apertura de la Cumbre de las Américas, un acto que el gobierno de Caracas calificó como "histórico".
El saludo se produjo tras años de severas tensiones diplomáticas entre los dos países.
"Déjenme ser claro: No estoy interesado en hablar por el hecho de hablar. Pero yo creo que podemos llevar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en una nueva dirección", dijo Obama en su discurso durante la sesión inaugural de la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
Obama garantizó además que vino a Puerto España para abrir "un nuevo capítulo de diálogo" con sus homólogos latinoamericanos en el que se hable "de igual a igual" y exista "un respeto mutuo, intereses comunes y valores compartidos".
El mandatario estadounidense, que en los últimos días había venido dando signos de apertura hacia Cuba, dio una nueva orientación en esta cumbre, en la que la cuestión cubana prometía ser un motivo de tensión.
"Creo que podemos llevar las relaciones estadounidense-cubanas por una nueva dirección (...) Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba. Sé que es un largo viaje para superar décadas de desconfianza", agregó, en un discurso interrumpido a menudo por aplausos de los asistentes.En las últimas horas, países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Honduras anunciaron que no firmarían la declaración final de Trinidad por considerarla "insuficiente" e "inaceptable" al excluir "injustificadamente" a Cuba.
La primera dirigente en tomar la palabra en Puerto España, la presidenta argentina Cristina Kirchner pidió el levantamiento del embargo que desde hace 47 años mantiene Estados Unidos sobre Cuba que calificó de "anacronismo", e instó a Obama a no perder la oportunidad histórica de construir "una nueva relación entre las Américas" lejos de la "subordinación".
Cuba "ha manifestado su apertura total para hablar con los Estados Unidos sobre todas las cuestiones, por lo que creemos que estamos ante una segunda oportunidad de construir una nueva relación que no es posible dejar escapar", recordó.
El jueves, el presidente cubano Raúl Castro subrayó que su país estaba "abierto" a dialogar con Estados Unidos pero en términos de "igualdad", días después de que Obama levantara las restricciones para los viajes de los cubanoestadunidenses a La Habana, así como el envío de remesas.
Obama señaló en su discurso que sabía que “las promesas de asociación no fueron mantenidas en el pasado y que la confianza se gana con el tiempo", y admitió que a veces Estados Unidos "pretendió imponer sus puntos de vista" en el continente.
Pero "Estados Unidos cambió", zanjó Obama.
"No hay socios mayores o menores en nuestras relaciones; simplemente hay un compromiso basado en el respeto mutuo, los intereses comunes y los valores compartidos. Por lo tanto, aquí estoy para lanzar un nuevo capítulo de compromiso que se mantendrá durante mi gobierno", dijo.
Sin embargo, Obama resaltó que Estados Unidos no puede ser culpado de todos los problemas que ocurren en el hemisferio. "Mi país no debería interferir en otros países, pero esto también significa que no podemos culpar a Estados Unidos de cada problema que se produce en el hemisferio. Es parte de los cambios que deben producirse", pidió.
En un mensaje dirigido indirectamente a sus grandes detractores en el continente e incluso a los líderes cubanos, Obama subrayó que no sólo Estados Unidos debe cambiar.
Destacó el hecho de que los presidentes de Estados Unidos y Venezuela, Barack Obama y Hugo Chávez, estrecharon sus manos y se sonrieron al encontrarse en la apertura de la Cumbre de las Américas, un acto que el gobierno de Caracas calificó como "histórico".
El saludo se produjo tras años de severas tensiones diplomáticas entre los dos países.
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