Barómetro Internacional
Eduardo Andrade Bone
Informaciones procedentes de medios de prensa como Euronews y el periódico francés “Liberation”nos indican que los ciudadanos y electores que forman parte de la denominada eurozona, se encuentran profundamente desencantados con la clase política afincada en el parlamento europeo.
La decepción y el desencanto de los ciudadanos tienen muchos que ver con el empeoramiento de las condiciones de vida de los pueblos que residen en el viejo continente y la actual crisis económica del sistema capitalista mundial, cuyos epicentros principales son los Estados Unidos y la Unión Europea. Crisis que la están pagando los estratos sociales de menores ingresos y cuya consecuencia mayor, es el aumento gradual del desempleo y la pobreza.
En términos generales los electores y ciudadanos europeos piensan que los europarlamentarios no hacen nada o muy poco por resolver los problemas socio económico de las grandes mayorías, ya que estos están más preocupados de sus relaciones políticas empresariales, y de salvar a cualquier costo a los especuladores y las mafias bancarias europeas que están lucrando con los recursos públicos para resolver sus desaciertos bancarios y financieros.
De allí que el 66% de los electores europeos, ante las elecciones del mes de junio próximo, se niegan rotundamente a participar en los comicios europeos. Los estudios y sondeos indican que en esta oportunidad se presentaría la abstención más alta desde que se dio paso a la creación del ente comunitario en 1979.
Los electores europeos tienen poco conocimiento acerca del rol real que juega el parlamento europeo, y estos manifiestan un total desconocimiento y falta de información acerca de las labores que ejercen los eurodiputados.
Producto de esta situación es que la población y los electores tienen muy poco interés por los diversos asuntos que acontecen en el espacio europeo. En general los pueblos europeos no ven, ni sienten los presuntos beneficios que entrega el euro parlamento, menos cuando la población observa un deterioro en sus condiciones de vida y el desmantelamiento de la llamada “sociedad del bienestar”.
Las informaciones de prensa señalan que en países como Portugal, Austria, Polonia y Gran Bretaña serán los lugares en donde existirán los más altos índices de abstención, y en donde el desencanto es mayor con los euros parlamentarios. En países como Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo se cree que la votación será más alta. En países como Suecia, después de diversos escándalos en los que han estado involucrados representante del gobiernos Conservador y la corrupción en las organizaciones sindicales controladas y manejadas por la socialdemocracia, la abstención y el interés por participar en dichos comicios ira decreciendo paulatinamente.
Pero la decepción y desencanto de los electores, además tiene que ver con la corrupción en las altas esferas de la Unión Europea, en donde los eurocomisarios perciben ingresos de 20 mil euros al mes mientras que los salarios promedio de la gran mayoría de los trabajadores de la zona euro, ronda los mil euros. Pero no solo eso, los eurocomisarios y parlamentarios perciben una serie de granjerías, beneficios y privilegios especiales, que por cierto no los tiene el ciudadano común y corriente.
Mientras el proceso electoral sigue su curso normal, la mayor preocupación de los electores y ciudadanos es el creciente desempleo que se vive en cada país del espacio europeo, cuyo promedio ya alcanza el 9%, mientras que en países como España la cifra de parados oficial es de 15,5%, la que por cierto seguirá creciendo en el transcurso del año, todo por obra y gracia de la crisis del capitalismo anglosajón y europeo, gatillado por el ex gobierno del criminal de guerra G.W. Bush., desde el corazón mismo del Imperio.
A los europeos también les preocupa el estancamiento en que se encuentra el crecimiento económico europeo y las nefastas consecuencias que han generado los especuladores y mafias bancarias, al normal desarrollo de la economía real.
Por ejemplo Mario Sepi, de nacionalidad italiana y que ocupa la presidencia del Comité Económico y Social Europeo (CESE), en declaraciones vertidas para el diario La Razón de España, ante la crisis y el derrumbe del sistema financiero del espacio europeo, expresaba que “la peor situación la tendremos en otoño, cuando emerja la crisis social”, y luego agregaba que “en otoño tendremos disturbios en las calles de Europa. Además, la crisis también impulsará el conflicto étnico. Numerosos movimientos xenófobos están aumentando su fuerza en los Estados miembros”.
Como podemos apreciar la situación socio-económica de los europeos es cada vez más apremiante y esta caldeando el estado de animo de los estratos sociales de menores ingresos, de las capas medias y de los que van formando parte del gran ejército de desempleados que esta creciendo gradualmente en toda Europa.
Los ciudadanos europeos y los electores observan una elite política europea privilegiada, que esta coludida y al servicio de los grandes intereses económicos empresariales y bancarios, y no de resolver de forma efectiva los problemas de los más necesitados. Lo que puede dar paso a grande movilizaciones y estallido sociales como los señalados por Mario Sepi, y que pueden ser de impredecibles consecuencias.
Finalmente las elecciones por la renovación del parlamento europeo y con una crisis económica de por medio, se pueden constituir en una gran sorpresa, puede ser un gran llamado de atención a la casta política anclada en el parlamento europeo. Ello debido a que por el momento la ciudadanía y los electores han observado que todas las soluciones para superar la crisis vigente, han estado destinada a salvar a los mismo que la produjeron, vale decir los especuladores que se siguen enriqueciendo y las mafias que forman parte de las entidades económicas y financieras del sistema capitalista europeo y de los Estados Unidos.
aindoamericanap@gmail.com
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