domingo, abril 05, 2009

Justicia en el DF


La anarquía económica que prevalece en el mundo debido a la codicia de los grandes especuladores se ha traducido en crisis mundial, extremada en parte por los mismos especuladores, que quieren salvar y acrecentar sus privilegios; por los medios de comunicación alarmistas que exageran la gravedad de la situación y con ello desalientan inversiones y mercados, pero también, en buena medida, por malos gobernantes, como en el caso de México, que endeudan más al país y poco se ocupan de alentar la producción en el campo y en las fábricas.
En la ciudad de México ya se empieza a reflejar el temporal crítico; sin ser un especialista de altos vuelos, si no un simple caminante por la ciudad que observa lo que en ella pasa, puedo confirmar que los signos de la pobreza y el desempleo van en aumento, se han hecho palpables: proliferación de pequeños negocios de comida, bazares en las calles, ventas de garaje, aumento de los niños y adultos que limpian parabrisas en las esquinas, disminución de comensales en los restaurantes y otros signos fáciles de detectar.
Los efectos de la crisis se ven también expresados en el incremento del número de asuntos que llegan a los tribunales. El dinámico presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Édgar Elías Azar, lo hizo notar hace unos días ante los medios de comunicación; aumenta el número de juicios civiles y mercantiles porque más personas, bruscamente despedidas de sus empleos o con negocios particulares en declive, dejan de cubrir sus deudas de tarjetas, renta, abonos a la hipoteca o al crédito para el vehículo y los impacientes acreedores, más nerviosos que de costumbre por la situación, acuden a sus abogados y a los tribunales.
Atinadamente, el presidente del tribunal llama a buscar alternativas encaminadas a solucionar los litigios antes de que se hagan irreversibles; propone que se busquen conciliaciones y formas convenidas de resolver las controversias; hay muchas posibilidades menos gravosas que llegar a la sentencia; convenios, quitas de intereses, esperas, moratorias pactadas u ordenadas, condonaciones y arreglos previos, todo lo cual, tendrá doble efecto, económico sin duda, pero también en el ámbito de la sicología colectiva, al disminuir las crispaciones sociales, reducirse angustias y bajar presiones. Hay que recordar la sabiduría popular que dice que más vale un mal arreglo que un buen pleito.
Cabe agregar que los colegios y barras de abogados pueden contribuir a bajar la presión social que ya se siente; hay muchos abogados sin escrúpulos proclives a las denuncias penales cuando ven que en los procedimientos civiles o no pueden defender las razones de sus clientes porque estos no tienen la razón o porque ellos no saben plantearla correctamente.
El incremento de asuntos civiles, familiares y mercantiles que los abogados retuercen para convertirlos en penales se ha vuelto una plaga social y son un calvario para las víctimas de este tipo de persecución. Tanto agencias del Ministerio Público como jueces deben estar alertas para no convertirse en instrumentos de quienes pretenden usar la procuración y la administración de justicia para sus fines interesados. El magistrado Elías Azar recordó que está vigente el principio constitucional según el cual nadie puede ser aprisionado por una deuda de carácter puramente civil.
Otra fuente de injusticias que causa graves daños a la sociedad es el abuso de algunos policías que por obtener el premio que se les ofrece por la detención de un delincuente, convierten incidentes y pleitos callejeros en supuestos delitos; hace días conocí el caso de una joven de 18 años que fue acusada de haber arrebatado una camiseta de una escuadra deportiva con valor de cien pesos al partidario de un equipo contrario y como iba con unas amigas, el cargo fue delincuencia organizada y una travesura que requeriría cuando mucho una reprimenda verbal, la tiene en el reclusorio. Los policías cobraron su recompensa por la “peligrosa delincuente” que detuvieron y el juez asustadizo, optó por la interpretación letrista y absurda y no por la justicia.
jusbbv@hotmail.com

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