Año 8, número 3371
Lunes 18, mayo del año 2009
La “aparición” de las “Guardias Blancas” que hace recordar los tiempos caciquiles de nuestro México, en el que había gatilleros malos y gatilleros buenos. Lo que coincide con las recompensas que el Gobierno ofrece por los delincuentes más conocidos (como en el viejo Oeste) propiciando que cazadores de recompensas de la Unión Americana vengan a nuestro suelo a probar fortuna.
Más las recientes declaraciones de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) en el sentido de que intervinieron policías ministeriales en la colocación de las narco-mantas que coordinadamente fueron colocadas en varias ciudades de la República en días pasados.
Lo que ya era supuesto por todos los analistas políticos, pues por los exclusivos lugares en donde muchas de ellas fueron colocadas, casi frente a oficinas federales, estatales y municipales relacionadas con la seguridad pública, no quedaba duda de que había complicidad con las Autoridades.
Sin pasar por alto la fuga de reos en Zacatecas y la corretiza que los sicarios les pusieron a las fuerzas federales, y que terminó en Huitzilac con el “aterrizaje forzoso” del helicóptero de la PFP, que es de esos desechos de la guerra de Vietnam con los que los EEUU cooperan con nosotros en la lucha contra los narcotraficantes.
Son hechos que pintan no el “México Bronco”, sino el “México Estúpido” que pudiendo tomar las riendas del Poder de manera pacífica, lo prefiere hacer a balazos. En movimientos que cubren de sangre a la Nación y que finalmente terminan de nueva cuenta en lo mismo.
“En un cambio de gobierno, los pobres si acaso cambiamos el nombre del amo”. Fedro.
En dictaduras abiertas o disimuladas como la que estamos viviendo con el Estado de Excepción que anticonstitucionalmente nos impuso Felipe Calderón durante la “gravísima pandemia” de la que el michoacano salvó al mundo, aunque Fidel Castro diga todo lo contrario.
Estado de Excepción que viola las Garantías Individuales de todos los mexicanos, y que no ha retirado, a pesar de que el Secretario Córdova ha declarado que “La epidemia está controlada”, precisamente ahora que hay más casos de pacientes infectados que antes (ni quien los entienda)
Y al decir que se pueden tomar las riendas del Poder de manera pacífica, no a balazos, no se hace referencia a las elecciones, en las que finalmente se espera un abstencionismo que solo les complicará más el cometer otro fraude electoral.
Sino que ya va siendo la hora de que quienes amamos a la Patria, hagamos un boicot que ponga de cabeza la economía de los ricos. Y si bien no se puede hacer un boicot a la gasolina o al diesel, por razones obvias, sí se puede hacer a la Coca-Cola, que finalmente es un negocio más rentable que el del petróleo.
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