• Manuel: volver a empezar
• ¡¿Dónde están las listas del IMSS?!
A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce
Para Alfredo Harp Helú
Es peligroso confundir expectativa, mi estimado, con anestesia. Brutal, contundente, rotundo y categórico el fracaso de Felipe, Germán y su eminente equipo de asesores en campañas políticas. La grotesca justificación de la descomunal derrota acerca del rol de la crisis económica, tema que se encargaron de mantener fuera de la divertida elección, es de risa loca. El voto de castigo es ejemplar. El voto que derrumba la maquillada cifra en la aprobación presidencial mostró que la ciudadanía está hasta la madre de nueve años de PAN pero sin duda… de tres años de (des)gobierno errático y de un gabinete de incapaces pero eso sí, leales amigos de Calderón.
Las campañas de (pendencieros) odio, encono y polarización que tanto avaló el ineficaz gymboree (estrenando minúsculas) presidencial no gustaron a los mexicanos que con todo y la campaña sucia y la peligrosa utilización de la mal llamada guerra contra el narcotráfico no resbaló en los ánimos. Un porcentaje de mexicanos le dio su ración marca ACME de flit a los azules. El sexenio de Felipe terminó de facto el 5 de julio, quedando aún más debilitado, frágil y a merced de la agenda que encabezará el PRI (of course, con los intereses de sus distintas tribus) en el Congreso.
Importantes y emblemáticos bastiones panistas en Jalisco y Morelos les fueron arrebatados, sumados a la emocionante adversidad en los congresos locales que develó, también, un interesante mosaico del agravio y la molestia ciudadana contra esa soberbia, ese despotismo y desparpajo de los gobiernos locales de Emilio González y Marco Adame, que deberían sopesar con cautela el mensaje electoral.
El célebre corredor azul en tierras mexiquenses se fue, también, al nabo sin escalas consolidando la figura y el peso político de Peña Nieto en la próxima legislatura, donde el PRI tiene la obligación de (no marearse en el ladrillo) escuchar el rugido ciudadano que votó en contra del (des)gobierno de Felipe & his dumb squad y no a favor de las propuestas priistas. Sentirse cerca de conquistar nuevamente Los Pinos sería mostrar estulticia y arrogancia. Hoy, el país está en manos del PRI, de sus acuerdos (internos), de sus decisiones y de las rutas legislativas. No más el juego del Tío Lolo. No más justificaciones ante el desastre y la catástrofe de estos muchachitos en el poder (del no poder) que han llevado al país al precipicio en frentes como el económico y el de seguridad por eso la divertida señal de San Lázaro para exigir cambios en el gabinete… Y.
El otro ganador es Andrés Manuel López Obrador quien, desafiando el atropello legaloide del tepjf (con minúsculas), de Los Pinos, de los tricolores y borrado mediáticamente, logró derrotar en escasos días la maquinaria en Iztapalapa y a esos chuchos, que con su pírrico porcentaje legislativo federal y en la ALDF se van, decorosamente, al basurero del descrédito y el demérito. El tabasqueño acredita que para estar muerto, desfondado, olvidado y anulado... está más vivo y que su sola figura logró ser el flotis del PT y Convergencia demostrando que su singular experimento social-electoral fue un atractivo éxito.
Ahora con la realidad de la cruda electoral encima, Felipe y su partido perdieron. La cita con la debacle azul comenzó ayer, primero con la carta de Manuel Espino a la militancia invitando a la reflexión del descalabro por querer ganar gobierno a cualquier costo. Espino regresando con esa congruencia y solidez recordando a Manuel Clouthier, quien decía que sólo está derrotado el que hay dejado de luchar. Espino exhortando a regresar a los orígenes del PAN. A emprender de nuevo la marcha de sus fundadores. En resumen, a volver a empezar. Ya en la tarde rodaría la cabeza de Germán Martínez, quien pronunció un discurso patético, falso y grotesco demostrando que en esa autoritaria y antidemocrática simbiosis, my friend, Felipe y Germán perdieron (la cabeza) partido y (des)gobierno. O sea…
Next!!
Por la Mirilla
Uno. Y continuando con las buenas noticias, el pasado sábado Juan José Salinas y Marisol Rodríguez bautizaron a su hijo Emilio en compañía de sus orgullosos padrinos, Alonso García Borja Loaeza y Mariana Salinas de García Borja. El divertidísimo reventón mostró una nutrida convocatoria de familia, de interesantes personalidades políticas, del ámbito empresarial y de la farándula. ¡Felicidades!
Y dos. ¡¿Dónde están las listas del IMSS…?!
gomezalce@aol.com
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