Sique
Admiro todos los trabajos analíticos y científicos que se han publicado sobre el golpe de estado en Honduras, sin embargo, ni siquiera se requerirían estos amplios conocimientos jurídicos para deducir que este es un brutal acto de barbarie. Con haber seguido los acontecimientos en Honduras, el puro sentido común descubre el nivel de salvajismo de estas acciones en el que a todas luces se observan el engaño, la contradicción, la inmoralidad y una falta de inteligencia que llega a niveles oligofrénicos:
1. Sujetos encapuchados asaltan la casa del presidente y a punta de ballonetas lo sacan del país, aún en ropa de dormir, y se lo llevan a Costa Rica.
2. Secuestran a la canciller Patricia Rodas y luego la llevan a México.
3. Dan lectura a una renuncia falsa (la firma no es de Zelaya) cuya fecha es de tres días antes al golpe, es decir, cuando Zelaya seguía ejerciendo su función presidencial en el ALBA, encima de ello el usurpador declara en CNN que les llegó por correo. Tampoco se explica cómo si tenían una renuncia lo sacaron del país por medio de las armas.
4. El presidente del Congreso se autonombra presidente y declara cínicamente que el pueblo lo eligió.
5. Argumentan primero que Zelaya faltó a la constitución porque llamó al pueblo a una consulta, pero como se dan cuenta de la debilidad del argumento entonces comienzan a sumarle todo tipo de delitos: corrupción, narcotráfico, etc... argumentos que antes no habían esgrimido. Para colmo después declaran que lo sacaron porque otros grupos lo querían asesinar y que fue por cuidar su integridad física.
6. En caso de que fuese culpable de los delitos, no llevaron a cabo los procedimientos judiciales que se requerían y optaron por sacarlo violentamente del país, además de perseguir a todos los miembros del gabinete del presidente y a sus simpatizantes.
7. Cortan los medios de comunicación. Atentan contra la libertad de expresión. Silencian todas las manifestaciones de hondureños que reclaman el regreso del presidente.
8. Dicen que la ciudad está en calma mientras el ejército se desplaza por las calles reprimiendo manifestaciones en todo el país. Por si fuera poco hablan de tranquilidad y decretan estado de sitio suspendiendo todas las garantías individuales.
9. Distintos miembros golpistas se contradicen en sus declaraciones, dicen que están solos pero que no están solos, culpan a Zelaya y luego a Chávez, y cada quien denuncia un delito distinto hasta llegar a acusarlo de traición a la patria. Todo ello sin presentar una sola prueba. Dicen que la Interpol tiene una orden para detener a Zelaya y la Interpol declara que es falso. Y ya en el colmo de la estupidez, después de que ellos mismos lo expulsaron del país certificaron que era un "fugitivo" de la justicia en entrevista televisada ante una tendenciosa sugerencia de CNN.
10. Declaran que el ejército les apoya pero están reclutando niños para integrarlos a las fuerzas armadas y amenazando a la gente con quitarles el trabajo si no van a manifestaciones que los apoyen.
11. Sólo con ver a los golpistas declarar y el discurso del usurpador ante un grupo de manifestantes que supuestamente lo apoyan resulta evidente la falsedad tanto de las palabras de este sujeto como de la reacción de la gente. Es el usurpador quien grita las consignas que la gente debe repetir. No existe ningún testimonio de la gente que ahí se encuentra. Se le pone a uno la carne de gallina y da náusea. Sin embargo cuando se ven las manifestaciones del pueblo hondureño que se manifiesta en contra del golpe de estado cercados por el ejército se siente la autenticidad de esta gente que ha llegado voluntariamente caminando desde distintas partes del país a pesar de la represión y la observancia del ejército. Los testimonios de cada una de las personas que apoyan a Zelaya contienen argumentos de peso que expresan el sentimiento genuino de que desean que regrese el presidente constitucional.
12. Las manifestaciones en apoyo al usurpador pasan por la televisión hondureña pero las que están en contra, que son más nutridas y contundentes, no son televisadas.
En fin, estas sólo son algunas de las falsedades, contradicciones y omisiones, documentadas con imágenes audiovisuales de Telesur y CNN, que se manifiestan en este golpe que por sí solas acusan un acto criminal que no se justifica desde ningún punto de vista. Esto sin contar con el apoyo internacional dentro del cual hasta países considerados de derecha están en contra de este horror que ha provocado el caos en Honduras. Hay detenidos, heridos, desaparecidos y muertos.
Lo que sorprende es que este absurdo se esté dando. Este debate no debería durar más de diez minutos para llegar a la conclusión de que es un acto de barbarie, ilegal, ilegítimo, inmoral e inconstitucional. Los golpistas ya deberían haber sido arrestados por actos criminales en contra de su país, traición a la patria. Por tanto, es lógico pensar que los Estados Unidos están detrás de toda esta inmoralidad, no sería la primera vez, y que los medios de comunicación privados son enemigos de los pueblos pues son el brazo de las oligarquías y también deberían ser juzgados por traición a la patria, tampoco pueden quedar impunes. Lo otro que sorprende es que no existan mecanismos para detener esta kafkiana situación de forma contundente e inmediata. ¿Quiere eso decir que todos los países estarían a merced de un grupo de locos que quieren tomar el poder? Inaudito. Aunque este no es un caso insólito pues la historia da cuenta de muchos otros actos absurdos de injusticia y de flagrante inmoralidad, no deja de asombrar que estemos tan pero tan atrasados y que la derecha sea aún tan poderosa.
¡Alto a la barbarie ya!
¡Viva Honduras!
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