Los halcones de Washington tras el golpe en Honduras

Sique

Las declaraciones de Hillary Clinton:

"El esfuerzo del presidente Manuel Zelaya para llegar a la frontera (de su país) es imprudente. No contribuye al esfuerzo más amplio de restaurar la democracia y el orden constitucional en la crisis de Honduras".

Esta señora considera "imprudente" que un hondureño, además de que es el presidente constitucional, haga un esfuerzo por regresar a su país del que fue expatriado a punta de pistola. Supone que contribuir a la democracia y al orden constitucional en la crisis de Honduras es dejar a los golpistas que sigan reprimiendo al pueblo con militares mientras vienen las elecciones y ponen al presidente que les acomoda. Esa es la "democracia" gringa.

Dice la Clinton que "han instado a todas las partes a evitar cualquier acción provocadora que pudiera llevar a la violencia". Pareciera que la señora no se ha dado cuenta que ya existen varias acciones de violencia contra el pueblo por parte de los golpistas, no por la parte del presidente Zelaya.

El vocero Phillip Crowley ha dicho que cualquier retorno de Zelaya sería "prematuro". ¿Hasta cuándo consideraran oportuno que el presidente constitucional Manuel Zelaya regrese a su país a cumplir con el mandato que le confirió el pueblo? ¿Será cuando ya se le haya acabado el período? Qué cinismo.

Como si fuera poco, ya los golpistas cuentan con abogados representantes en Washington vinculados a la secretaria de Estado estadunidense: Lanny Davis, ex consejero legal del presidente Bill Clinton y cercano asesor de la campaña proselitista de Hillary Clinton. Davis ha sido contratado para representar en Washington a una asociación de empresarios hondureños que apoyan el golpe contra Zelaya y ha argumentado su caso ante el Congreso en público y en privado. Y Bennett Ratcliff, también con una relación cercana con Clinton, ha sido un asesor clave de los golpistas durante el proceso de mediación.

La verdad está clarísima: los halcones de Washington están apoyando el golpe y Clinton que en el fondo es una imperialista recalcitrante también simpatiza con unos golpistas que le garantizan el territorio hondureño para seguir explotando y para conservar una base militar que promueva la desestabilización de los países progresistas que se han quitado el yugo de los Estados Unidos.