El socialismo del siglo XXI visto desde las exigencias del socialismo de futuro

No se debe seguir pensando con el límite del presente.

Rómulo Pardo Silva
www.malpublicados.blogspot.com

James Petras hizo una comparación entre los socialismos de los siglos XX y XXI. (1) Con sus datos se puede revisar el del siglo XXI con el socialismo solidario y sustentable que necesitan todas las formas de vida y el medio físico terrestre.

El porvenir que se visualiza hoy es muy diferente al que tenían los socialistas del siglo XX, la cuestión es si los del siglo XXI lo asumen.

El futuro será dramático. Hasta Gordon Brown advierte de una catástrofe por el cambio climático. Pero es más que eso. Es crisis alimentaria, energética, financiera, de población, de empleo, de agotamiento de recursos naturales. Es el fin del capitalismo con su inviable crecimiento económico constante. Los dueños de las corporaciones transnacionales lo saben y preparan su alternativa fascista de castas.

Al socialismo le corresponde levantar la suya opuesta. Ella tiene que ser una sociedad global de economía planificada con medios productivos públicos, dirigida a una explotación de la naturaleza sustentable, con un consumo igualitario de bienes necesarios y una rica oferta de bienes inmateriales de cultura, salud, seguridad, educación, arte, recreación. La moderación y seguridad para todos.

Petras analiza las políticas de los tres gobiernos que se reconocen socialistas del siglo XXI, Venezuela, Ecuador y Bolivia.

Son antiimperialistas, enemigos del neoliberalismo, ideológicamente opuestos a la cultura corporativa, preocupados de la educación y la salud, firmes sostenedores de la unión solidaria de los países latinoamericanos.

Basados económicamente en la entrega al mercado capitalista de sus recursos naturales y asociados en empresas conjuntas de minerales y combustibles a corporaciones transnacionales, internamente son predominantes sus burguesías aliadas a las extranjeras.

Socialmente las clases altas disfrutan del consumismo derivado de una gran concentración de la riqueza mientras el estado se preocupa de mejorar las condiciones de los pobres.

Se trata de procesos sin duda valientes en el ámbito del neoliberalismo e imperialismo dominantes. Pero hoy no muestran todavía las políticas de ruptura que necesita el futuro.

Saul Landau escribió: “… Fidel estaba hablando acerca de la insensatez de promover las sociedades de consumo para los países del Tercer Mundo. “Si buscáramos una sociedad de consumo, nunca solucionaríamos nuestros problemas. Miren a su país. Cuando una persona tiene un auto, quieren otro, y luego un barco y un avión. El consumismo no puede coexistir con la supervivencia planetarias”…
“La próxima generación tendrá que enfrentarse a este tema. No será fácil. Qué inmenso inventario de asuntos críticos”…
El socialismo de futuro debe levantarse para no ir en la dirección insostenible acompañados de la burguesía.
Es una invitación a la acción.

1 Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=93610

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