Por si faltara algo.

Año 8, número 3131

Jueves 08, octubre del año 2009

Las declaraciones del Presidente Municipal panista de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, de que solicitará el apoyo norteamericano para luchar contra la violencia fronteriza. Visto por donde se quiera ver, muestra ante los ojos del mundo un estado más que fallido que tiene que solicitar el apoyo de otra Nación para solucionar sus problemas de violencia.

Según esto, apoyándose en lo comentado por el Embajador de los EEUU en México, el ampliamente conocido como desestabilizador de naciones, Carlos Pascual, quien por lo visto ya empieza a hacer de las suyas muy a su manera, en el sentido de que su Nación no pedirá a sus ciudadanos que no viajen a Baja California por los riesgos y peligros que ello entraña.

Como si se ignorara lo que está sucediendo por aquellos lugares, donde la disminución en la afluencia de turismo extranjero se debe precisamente a la violencia que desde tiempo atrás se ha desatado, y sin que nadie haya podido hacer nada verdaderamente efectivo para detenerla.

No solamente es una ofensa a la Nación, al Gobierno, y desde luego al Pueblo de México, sino un claro rompimiento con el Pacto Federal, que desde hace tiempo se encuentra literalmente prendido con alfileres.

Pero por si lo anterior no fuera ya suficiente, Pascual agregó que “los esfuerzos hechos en Tijuana para depurar, capacitar y ¡certificar! a la policía local, es un ejemplo que podría aplicarse en todo el País”.

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