Señaladas por incurrir en violaciones a los derechos laborales, las empresas de tercerización de servicios –también llamadas outsourcing– crecen en México sin control ni vigilancia por parte de la Secretaría del Trabajo. Abocada a investigar sólo los casos en que se recurre a este esquema para evadir al fisco, la dependencia a cargo de Javier Lozano Alarcón relega otro tipo de anomalías y aduce que la regulación de esta figura depende de su aprobación como parte de la reforma laboral impulsada por el gobierno federal. Posturas contrarias consideran que legitimaría la simulación laboral y que debería prohibirse en lugar de alentarse.
Durante los siete años que trabajó en Logística en Mantenimiento y Administración, SA de CV, Estela Sánchez Garzón nunca tuvo vacaciones; luego de que la empresa accedió a concederle unos días de descanso, repentinamente fue despedida. Por sus años de trabajo como afanadora en diversas compañías –la última de ellas fue la agencia trasnacional de mensajería DHL Global Forwarding, SA de CV–, la empresa le dijo que “por ley” tenía derecho a una “liquidación” de 300 pesos. Nada mal si se compara con lo que la compañía outsourcing de limpieza ofreció a sus compañeros Héctor Hernández y Tamara Hernández Trinidad, quienes también fueron despedidos “sin justificación” al regresar de sus vacaciones: Héctor, quien fungió como supervisor de limpieza por un año, podía recibir 300 pesos; los 6 meses de trabajo de Tamara se solventaban con 50 pesos.
Aunque su centro de trabajo era la compañía de mensajería –incluso los trabajadores refieren que el proceso de reclutamiento fue en sus oficinas y no en las de la empresa de servicios de limpieza–, ésta no se hizo responsable de los trabajadores puesto que formalmente no eran sus empleados, sino de Logística en Mantenimiento y Administración, SA de CV.
No obstante, en la demanda interpuesta ante la Junta Especial 15 de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal, figura como demandada DHL Global Forwarding, SA de CV, como consta en parte del expediente 751/07 al que Contralínea tuvo acceso. El titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del gobierno capitalino, Benito Mirón Lince, señala que esta situación complica la vigilancia de las empresas outsourcing, pues los trabajadores suelen denunciar a las compañías en las que prestan sus servicios y no a aquellas por las que son contratados, y la autoridad local inspecciona sólo a las primeras, que son las que podrían negar la relación de trabajo.
Tras cuatro años de pelea por una liquidación justa, los extrabajadores afirman que Logística en Mantenimiento y Administración, SA de CV, no ha querido hacerse responsable; incluso piensan que la empresa pudiera haber cambiado su razón social para evitar ser encontrada.
Tres cartas patronales, fechadas entre 2005 y 2006, así como unos cuantos recibos de pago con el nombre de la empresa y otros tantos estados de cuenta bancarios, en los que figuran pagos de nómina hechos por Juan Carlos López Loyo (la persona que los habría despedido), son los únicos documentos que respaldan a Estela para demostrar su relación laboral con la empresa en la que trabajó desde 2001, ya que durante todo ese tiempo nunca firmó un contrato.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) reconoce que no cuenta con mecanismos de control sobre empresas como Logística en Mantenimiento y Administración, SA de CV, que emplean trabajadores a través de un esquema de subcontratación, mejor conocido como outsourcing.
En entrevista con Contralínea, el director general de Inspección Federal del Trabajo en dicha dependencia, Rafael Avante Juárez, dice que tampoco se tienen datos sobre cuántas de estas compañías hay en el país, no obstante que se trata de un esquema de contratación en auge, bajo el cual se encuentran empleados 2.4 millones de personas, de acuerdo con el diputado federal Reginaldo Rivera de la Torre.
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