Fragmento del discurso de Andrés Manuel López Obrador en el zócalo, el pasado domingo, que dio pie a este cartón:
"Pero quizá lo más importante de todo sea proponernos transformar a México, buscando alcanzar un ideal moral. Estamos convencidos que no basta con mejorar las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo; es indispensable crear una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales...
A partir de la reserva moral y cultural que existe en las familias y en las comunidades del México profundo y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, debemos emprender la tarea de exaltar y promover valores en lo individual y lo colectivo. Es urgente revertir el desequilibrio que existe entre el individualismo dominante y los valores orientados a hacer el bien en pos de los demás.
El propósito es contribuir en la formación de mujeres y hombres buenos y felices, bajo la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Insistir en que la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo.
La descomposición social y los males que nos aquejan no sólo deben atenderse con desarrollo y bienestar, y mucho menos aplicando medidas coercitivas, sino fortaleciendo la idea de hacer el bien sin distinción de razas o clases sociales.
Para fomentar estos valores se debe echar mano de todos los medios posibles. Introducir en la enseñanza la educación moral, propagar virtudes y destacar ejemplos positivos en los medios de comunicación. Fortalecer los valores comunitarios y la solidaridad que hay, por tradición, en la familia mexicana.
No olvidemos que se trata de la principal institución de seguridad social del país. En consecuencia, debe evitarse la desintegración familiar, el maltrato entre sus miembros y promover la comunicación, la libertad y el respeto a la diversidad. Alentar la amistad fraterna entre padres e hijos. Tener presente que el niño reconoce a la madre por la sonrisa, y besos recogerá quien siembra besos.
¿No sé, qué les parece?
Yo sé que este tema es muy polémico, pero sinceramente creo que si no se pone en el centro de la discusión y del debate, no iremos al fondo del problema. Lo material es importante pero no basta, hace falta fortalecer los valores morales.
Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación...
Hagamos saber a todos que sí se puede vivir con justicia, sin miedos ni temores, en una República nueva, que estamos construyendo entre todos.
Una República nueva, libre, democrática, soberana, igualitaria y fraterna.
Una República amorosa.
¡Viva la nueva República!"
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Álvaro, Ciudadano y Universitario de la IV República
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