Tomás Oropeza Berumen

La violencia de la narcoguerra, que se libra entre los carteles de la delincuencia organizada y de estos con las fuerzas policíacas y militares gubernamentales, se ha extendido y agudizado convirtiéndose en parte de la cotidianidad de los mexicanos, donde los asesinatos políticos contra líderes sociales pasa casi inadvertida.Las matanzas ocurridas el pasado fin de semana en las fronterizas Cd. Juárez, Chihuahua y Tijuana, Baja California, se suman a la lista ya interminable de masacres, ejecuciones, fusilamientos que demuestran hasta la saciedad la incapacidad del gobierno panista para garantizar a la ciudadanía seguridad para sus vidas y bienes.
No cabe la menor duda: El gobierno de facto encabezado por Felipe Calderón es el responsable de la colombianización de México por obedecer la estrategia fraguada en Estados Unidos para “combatir” a la delincuencia organizada sólo con medidas policíacas y militares. Sin medidas de política económica para el desarrollo cultural, creación de empleos bien remunerados y seguridad social.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario