lunes, mayo 28, 2007

Con sonido de mariachi dan bienvenida a Teves

Dicen adiós a Rctv; muestras de apoyo y rechazo a Chávez ante la sede venezolana

JOSE ANTONIO ROMAN

Partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez, ayer frente a la embajada de Venezuela en México Foto: Roberto García Ortiz

Del mariachi salieron las primeras coplas de Las golondrinas, dedicadas a Radio Caracas Televisión (Rctv). La recepción en la embajada de la República Bolivariana de Venezuela, para dar la bienvenida a la nueva Televisora Venezolana Social (Teves), se tornaba festiva. Las mañanitas fue la tonada que le siguió, para dar paso a El rey, en medio de gritos festivos de "¡Chávez! ¡Chávez!" y de apoyo al gobierno venezolano.

Abajo, en la calle Schiller, en Polanco, grupos en favor y en contra de la decisión de no renovar la concesión a Rctv cumplían casi dos horas de acusaciones, descalificativos e insultos mutuos, frente a una treintena de policías que resguardaban la entrada a la sede diplomática.

"¡Gol-pis-tas! ¡Gol-pis-tas!" y "¡Váyanse a Miami! ¡Váyanse a Miami!" eran unas de las sonadas acusaciones lanzadas desde el grupo integrado básicamente por mexicanos, que agitaban banderas venezolanas; el otro bando eran venezolanos residentes en México; lanzaban las acusaciones de "¡com-pra-dos! ¡com-pra-dos!" y portaban carteles con las leyendas: "Venezolanos unidos por la libertad de expresión" y "Venezuela de luto. No al cierre de Rctv".

Las acusaciones subieron de tono, convirtiéndose en insultos, y en una acción preventiva, arribaron una treintena de elementos de Seguridad Pública del DF, sin que pasara a mayores.

En el tercer piso de la sede diplomática estaba todo listo para la recepción a miembros de la comunidad venezolana en México, a la que también asistieron "amigos del proceso democratizador" en Venezuela.

La recepción, que incluía dos conferencias para abordar el papel que deben jugar los medios de comunicación en la sociedad actual, originalmente sería privada, pero la convocatoria de los grupos antichavistas, que anunciaron su manifestación frente a la embajada, cambió los planes, se informó en la representación diplomática.

Eloísa Lagonell, encargada de negocios de la embajada, dio la bienvenida a los asistentes, entre los que estuvo Camilo Valenzuela, presidente del Consejo Nacional del PRD. En su discurso defendió la decisión soberana del gobierno venezolano de no renovar la concesión a Rctv, y rechazó las acusaciones de que con ella se atente contra la libertad de expresión.

Nada más falso que esa acusación, dijo. En Venezuela 80 por ciento del espectro radioeléctrico está en manos privadas, igual porcentaje de la televisión y las emisoras de radio AM y FM son privados; el Estado sólo posee dos canales de televisión y dos de radio.

Dijo que, en la víspera, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de su país había renovado su licencia a todos los canales de televisión, así como a las radioemisoras, y a otro grupo pequeño se les pidió que consignara su documentación que los acredita como concesionarios para ser revisadas.

Señaló que esta evaluación a los canales de tele y radiodifusoras es la democratización de los medios de comunicación y la lucha de los venezolanos contra el monopolio, pues Rctv pretendía perpetuarse en la posesión del espacio radioeléctrico, donde el dueño pretendía heredar la concesión a sus descendientes, cuando la señal, que explotó durante 53 años, es propiedad del Estado y de los venezolanos.

La ministra consejera criticó severamente al ex presidente Vicente Fox y al dirigente del PAN, Manuel Espino, quienes han asumido actitudes injerencistas contra del gobierno venezolano.

Calificó de "trasnochado" a Fox, quien al presentar su centro por la democracia, que apenas está en construcción, lo pone al servicio de Marcel Granier, director de Rctv, para que le sirva de plataforma en acciones contrarrevolucionarias hacia Venezuela. De Espino, vaticinó que se encargará de enterrar él mismo a la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que preside a escala latinoamericano, si la sigue utilizando en sus intenciones contra Venezuela.

Deseó toda la suerte posible a la nueva Teves, y para festejar esa llegada llamó al mariachi para que pasara al frente del pequeño salón. Y sin tardanza se escucharon Las golondrinas, melodía que se escuchó hasta la calle, donde los dos grupos de manifestantes intercambiaban acusaciones e insultos.

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