Estupideces distractivas

Por María Teresa Jardí

La CNDH no debió ser. Lo moderno en materia de respeto a los derechos humanos no está en los ejércitos en la calle y menos aún cuando entre ellos disputan el poder ni las comisiones gubernamentales falsamente defensoras de los derechos humanos que lo mismo encubren las violaciones castrenses que se alían a la inservible, para combatir la delincuencia, Procuraduría General de la República cuando así les conviene, hoy para impugnar, por "inconstitucional", una de las pocas leyes modernas que en México existen.

Porque, que nadie se engañe, por lo que al marco legal toca, México va para atrás como los cangrejos.

Y en el caso de la PGR, con el argumento legal de que la Asamblea Capitalina no tiene facultades para legislar sobre la materia exclusiva de ¿quién? ¿Es un congreso o no es un congreso la Asamblea? ¿Es el Poder Legislativo del Distrito Federal cuándo así le conviene al ejecutivo usurpador federal y deja de serlo cuándo no le conviene que sea tal?

Alucinante es la última exhibición circense para entretenimiento del pueblo. Sólo que se equivocaron de estado. El Distrito Federal aglutina a la masa pensante más amplia de la República y la ley que permite a las mujeres decidir sobre su cuerpo sin falsas ataduras morales y en conciencia durante las primeras doce semanas de embarazo, tiene el apoyo de los ciudadanos. Amén de que es bastante menos perniciosa que la excarcelación de Ahumada y mucho menos todavía que la laxitud de migración con ese sujeto falsificador de papeles para hacerse pasar por mexicano, lo que amerita, de entrada, la inmediata expulsión de un país convertido por órdenes del vecino yanqui en el filtro de la migración por hambre que pasa por México en un intento por llegar al mentiroso imperio de ocupación que ofrece mejores niveles de vida, al menos, como aspiración para los que se lanzan a la ventura que a tantos les cuesta la vida.

Al igual que no tenemos policía, los mexicanos tampoco sabemos lo que tener un defensor del pueblo significa.

Y como la tontería está al alza en el gobierno usurpador, necesitado Fecal de golpes de timón que confunde con estupideces distractivas sin entender que acaban siempre por convertirse en un bumerang para el que las impulsa, México, hoy, nuevamente da la nota por el atraso que campea en materia de respeto al derecho más elemental de la mujer.

Es lógico que la institución convertida, desde la época de Zedillo, en vengadora, hoy, del usurpador en turno, es decir, la PGR, presente un recurso de inconstitucionalidad ante una ley avanzada como lo es, sin duda, la de la Asamblea del Distrito Federal en materia de despenalización del aborto.

Y aunque Medina Mora no me simpatice, me dicen, gente enterada que lo conoce, en su descargo, que el procurador general del fecalismo no quería presentar ese recurso y que fue Fecal quien le ordenó hacerlo.

Cuando de derecha se trata no hay mejores, sólo malos y peores.

Que presente un recurso en contra de la despenalización del aborto el titular de la institución vengadora del usurpador es entendible en la situación por la que atraviesa México con un gobierno fascista además de usurpador.

Pero que lo haga el presidente de la CNDH, por muy poco ombudsman que sea, y por muy del Opus Dei que sea, y además que lo haga sin consultar por lo visto antes al Consejo de esa institución, es alucinante, por decir lo menos, incluso por la demostración, de cara a la comunidad internacional, del atraso que en México campea entre los altos servidores públicos.

Y sí lo hecho por Soberanes tiene como trasfondo --lo que es vox populi entre gente enterada en el Distrito-- buscar, como pago, que Fecal lo convierta en un muy bien pagado ministro de la desprestigiada Suprema Corte de Justicia de la Nación, otra crónica anunciada es que la CNDH está más muerta que el IFE y que Soberanes es un caso de psiquiatra.

El PAN no ha entendido el voto de castigo de la elección de Yucatán y me aseguran priístas, de toda la vida, que en Baja California, con todo y los arreglos cupulares, el PRI va a ser el que se imponga merced a la votación ciudadana mayoritaria que en contra del PAN se va, también, a dar.