miércoles, agosto 08, 2007

Ser panista es ser un cáncer social

Ser panista es ser un cáncer social y pertenecer a una de las capas más inmorales y más bajas de la sociedad, por ello, no puedo considerar a ningún panista mi amigo, y ya felizmente no tengo nada que ver con ninguno de ellos. Y si se piensa que soy radical, nomás hay que ver las denuncias que hicieron los panistas ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal con respecto al plantón de Reforma (La Jornada) para convencerse de que están podridos en mente y alma, llenos de odio por el género humano, y como toda putrefacción es totalmente inconsciente de su condición:

1.- ...el corredor Reforma-Zócalo estaba ocupado por unos “nacos apestosos”, los cuales, afirmó, dejarían la vialidad “con olor a patas”...

2.- “¿Qué hacemos cuando un patán como el Peje y sus compinches como Encinas, Cota, Batres y demás zánganos nos han robado nuestra vida? ¿Dónde está el trato justo por parte de los servidores públicos, cuando nos tiene sitiados por puros muertos de hambre? Ya que estará de acuerdo que esos (los manifestantes) no son pobres, son pelafustanes, mafiosos y ladrones que subsisten a la sombra de la ilegalidad”.

3.- Los adjetivos que utilizaron para la gente del Zócalo en sus denuncias fueron: gente arrastrada, rufianes, ciudadanos desquiciados, personas cerradas de la mente, gente con bajo criterio político, vándalos, provocadores, ignorantes, lacras de la sociedad, parásitos, bárbaros y holgazanes.

4.- “Estoy muy molesto. El tal Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores (¿o pagados?) cierran una avenida sin importarles lo que suframos los demás. Sería bueno entonces que paguen la tenencia de mi auto para que tengan el mismo derecho de uso de calle. Creo que lo mejor sería que hicieran algo de provecho como trabajar en lugar de hacer fritangas para aumentar su ya deplorable figura”.

5.- “No es posible que cualquiera pueda obstaculizar calles sólo porque no está conforme con algo que está tan claro. Estamos pagando gente responsable por unos flojos acarreados que no tienen más expectativas que dormir en la calle, dejándose llevar por un don nadie”.

6.- “México. Los derechos de todos los mexicanos se violan con los plantones que hace injustificadamente la gente del PRD. Empleos se pierden a diario y la imagen de nuestro México se deteriora por esa ‘gente’, si así se le puede llamar”.

7.- Varias de las “aportaciones” exigieron el desalojo mediante la fuerza pública. Muchas repitieron las acusaciones vertidas por los integrantes del Partido Acción Nacional durante la campaña electoral, como “el ser un peligro para México”, “ser renegados” e ir “en contra de las instituciones”, e incluso el 2 de agosto, un peticionario exigió 350 mil pesos como “compensación” por “los daños y prejuicios” que afirmó padecer.

Alguien cree que después de esto soy radical, puede que sí, radicalmente me opongo al cáncer dentro de la sociedad. Esta gente no es cristiana, no es ética, no es humana, es ignorante, es cruel, es lo peor de México. No sólo son un peligro para México sino la razón por la cual nuestro país se encuentra en el atraso, en la pobreza y en el sufrimiento.

¿Cómo voy a querer relacionarme con alguien así por muy familiar o por muy "amigo" que haya sido? Si es familiar, vergüenza me da y preocupación por compartir algo de esa genética, y "amigo" no puede ser nadie que piense y sienta de esa manera. Por tanto en cuanto sé que alguien es panista huyo de él como de la peste, como del cáncer.

Podrá decirse que estoy utilizando los mismos adjetivos peyorativos que ellos usan para referirse a nosotros, sólo que hay una diferencia sustancial, mi posición defiende partes esenciales de la Constitución y valores universales como libertad, verdad y justicia. Mis valoraciones no están ligadas a la discriminación por raza, sexo o condición social y económica sino por un vehemente deseo de que haya solidaridad, respeto a la diversidad y amor. Por tanto, me distancio de todo aquel que se le oponga y lo desecho. Y que quede claro, no los odio, simplemente los saco de mi vida porque no me hacen bien, a veces me dan lástima, como me da pena que alguien tenga cáncer, tampoco les niego el derecho a existir ni a que se expresen, como no se lo niego a un delincuente, estoy en contra de la pena de muerte, pero tampoco lo quiero cerca, ni pululando entre la sociedad, su lugar es en un reclusorio para que no lastime y para salvaguardar la seguridad de las mayorías. He ahí la diferencia.

Mi respeto y mi admiración a los buenos samaritanos que intentan curarlos a través del diálogo y el convencimiento, yo me declaro incompetente y en ese sentido inferior moralmente, no soy la madre Teresa de Calcutta, ojalá logren algo. Pero alguien que me odia de esa manera no quiero tenerlo cerca, es lógico ¿no?




No hay comentarios.: