Se prevé que en el referendo de octubre ganará el sí
Reuters y Afp
San José, 22 de septiembre. El segundo vicepresidente de Costa Rica, Kevin Casas, renunció a su cargo con carácter irrevocable dos semanas después de que la opinión pública conoció sus recomendaciones al presidente Óscar Arias Sánchez para implementar una campaña “de miedo” a los electores, con el fin de que el 7 de octubre aprueben en un referendo el Tratado de Libre Comercio Centroamérica-Estados Unidos.
“Kevin Casas presentó su renuncia inmediata e irrevocable a los cargos de segundo vicepresidente de la República y ministro de Planificación y Política Económica, a través de una nota enviada al presidente. La dimisión de Casas fue aceptada”, señaló un comunicado de la Presidencia difundido el sábado por la noche.
De acuerdo con el comunicado, “el presidente Arias manifestó sentirse dolido porque ‘Kevin Casas, más que mi vicepresidente, es una persona a la que quiero y respeto mucho. En él veo capacidad de liderazgo y la innovación que el Estado requiere’”.
Casas, de 39 años, elaboró un memorando junto al diputado oficialista y primo del presidente, Fernando Sánchez, en el que hizo una serie de recomendaciones para infundir temor entre quienes estuvieran dispuestos a votar por el no en la consulta popular.
Casas anunció el pasado 13 de septiembre que dejaba temporalmente el cargo de ministro de Planificación para dar paso a las investigaciones sobre el polémico memorándum.
En el documento enviado al mandatario por correo electrónico –posteriormente publicado en la prensa local– Casas y Sánchez plantearon castigar a los alcaldes donde gane el no en el referendo, burlar controles del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y sembrar “la cizaña” entre los dirigentes opositores al tratado, conocido por sus siglas en inglés como Cafta.
Casas también sugirió que la campaña generara el temor de que la victoria del no provocaría desempleo y que los opositores están respaldados por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En su renuncia, Casas ofreció disculpas por haber escrito el memorando y afirmó que con su decisión de salir del gobierno pretende evitar que el caso desvíe la atención sobre el debate en torno al Cafta.
La versión difundida en la prensa local levantó protestas de la oposición y del TSE, que calificó de “inaceptable” el planteamiento de Casas y Sánchez.
El principal partido opositor, Acción Ciudadana, y otras dos organizaciones políticas exigieron la renuncia de Casas y Sánchez a sus cargos.
Para librarse de las críticas, el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, reconoció la existencia del memorando, pero dijo no compartir esas “sugerencias” del vicepresidente y el diputado oficialista.
Costa Rica es el único país que no ha ratificado el Cafta, en el que también participa República Dominicana, además de los centroamericanos Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
El Cafta fue negociado durante la administración del antecesor de Arias, Abel Pacheco (2002-2006), militante del partido Unión Social Cristiana. El gobierno de Arias defiende su ratificación, a pesar del rechazo de un ala de su partido, Liberación Nacional, que tradicionalmente ha revindicado principios socialdemócratas. Las más recientes encuestas muestran que la mayoría de los 2 millones 600 mil electores votarán a favor.
Es decir, ¿renunció por vergüenza de haber hecho mal, pero los convenció? Bueno, pues con su pan se lo coman.
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