Primera diputada indígena en Veracruz: Remar a contracorriente
Foto: archivo
Zongolica, Ver., 24 de septiembre (apro-cimac).- Con una trayectoria de más de dos décadas en actividades comunitarias en favor de la mujer, Bernardina Tequiliquihua Ajactle, de 38 años de edad, se convirtió en la primera diputada local indígena en el estado de Veracruz. Como miembro de la LXI Legislatura y apoyada en la mayoría priista, que iniciará labores el próximo 1 de diciembre, se propone impulsar leyes para reducir la marginación y acabar con la discriminación en que se encuentran los grupos étnicos en la entidad.La llegada de Bernardina Tequiliquihua al Congreso de Veracruz no fue fácil: tuvo que vencer resistencias familiares y culturales de los propios indígenas de la sierra de Zongolica, de donde es originaria.Uno de los primeros obstáculos que Bernardina tuvo que sortear ocurrió en 1995. En ese entonces, enfrentó al “machismo predominante” en la región cuando decidió disputar la presidencia municipal del municipio de Los Reyes, una comunidad con 4,835 habitantes, de los cuales 83.18% hablan náhuatl. La indígena ganó por escaso margen.Pese a que en la zona serrana su trabajo comunitario ya era reconocido por sus paisanos, en la campaña por la alcaldía de Los Reyes, “Berna”, como se le conoce en la región, sufrió el rechazo por su condición de mujer.“Cuando comencé a buscar la presidencia municipal fui muy discriminada por los hombres y por todos, fue muy difícil mi campaña pero con el convencimiento de la comunidad la gané”, recuerda. En un español limitado y en voz baja, “Berna” recuerda las múltiples ocasiones en que los hombres de las comunidades gritaban a su paso: “tú no puedes gobernar, eres una chamaca, no sabes nada”. Y preguntaban los señores nahuas de las comunidades: “¿Quién manda en las casas, los hombres o las esposas?” Y tras la respuesta de los presentes, a gritos, le exigían que regresara a su casa a cocinar y a lavar. Sin embargo, por un mínimo margen pudo ser la primera mujer presidenta de la sierra de Zongolica.Con una sonrisa nerviosa, comenta que su participación en esa contienda le dio muchas satisfacciones, aunque también “dolores de tristeza y tragos amargos” por el machismo predominante en todas las familias. Sin embargo, en su afán de ayudar a los suyos la impulsó para buscar el triunfo.En la contienda del pasado 2 de septiembre, Bernardina consiguió la curul por el Distrito XVIII de Zongolica con 58% de la votación. Hoy prepara su agenda de trabajo para promover leyes en favor de las etnias veracruzanas, y de apoyo a mujeres indígenas de la entidad.
Acabar con la pobreza
En entrevista, Bernardina Tequiliquihua Ajactle, afirma que uno de sus primeros objetivos será promover la creación del Instituto de la Mujer Indígena.A sus 38 años, cuenta con amplia experiencia en actividades comunitarias en favor de las mujeres indígenas y de grupos vulnerables. A los diez años de edad, se involucró en las actividades del catecismo religioso y así conoció de cerca la miseria, el hambre y la marginación en que vivían miles de familias serranas. En 1997, cuando concluyó su gestión como alcaldesa, Bernardina continuó su labor en favor de los indígenas. Por ello, ahora que nuevamente logra un cargo de elección popular respaldada por el PRI, tiene fijos sus objetivos en la atención de los problemas que laceran a la sierra de Zongolica. A pesar de que sólo tiene la instrucción secundaria, “Berna” posee un amplio conocimiento de la cultura, tradiciones, necesidades y requerimientos de su comunidad, que aprendió de manera autodidacta.Dice que desde el Congreso del estado promoverá el desarrollo de las comunidades marginadas y la generación de empleos para disminuir la pobreza y la marginación, así como hacer más eficientes los servicios de salud en la región.Señala que la falta de empleos en la sierra de Zonoglica ha orillado a la población masculina a emigrar en busca de mejores oportunidades, con la consiguiente desintegración familiar.“Los niños desde muy corta edad se quedan sin padre y, en muchas ocasiones, también sin madre porque ambos emigran a otros lugares en busca de trabajo; muchos mueren en el intento de una vida mejor, esa es mi desesperación, ver tanta gente con hambre y necesidades. Mi preocupación es mucha”, señala.
Autodidacta contra el machismo
Con la voz entrecortada recuerda que, a pesar de ser una alumna destacada, su padre le negaba la oportunidad de estudiar: sólo tenía derecho a aprender a leer y escribir. Por ello, en complicidad con su madre y, en ocasiones, escondida, concluyó la primaria. Fue autodidacta y en sus escasos ratos libres conoció las leyes del estado de Veracruz y del país.Bernardina iniciaba desde las tres de la madrugada su jornada de trabajo haciendo tortillas que su madre vendería más tarde en la cabecera municipal. Al morir sus padres, cuando apenas tenía 16 años, se vio obligada a trabajar para mantener a sus siete hermanos menores. Los acontecimientos vividos en su niñez y juventud ahora la impulsan a crear y promover programas de apoyo a las mujeres, principalmente de aquellas que viven en completa marginación y rechazo de la población masculina. “Quiero promover un Instituto de la Mujer Indígena, a través del cual se impulsen leyes que respalden a las mujeres de los grupos étnicos para que salgan adelante y puedan defenderse de los abusos que se cometen en contra de ellas”, explica la diputada. “No son objetos, son personas con los mismos derechos que los hombres; y tienen también el derecho de superarse y de decidir sobre el manejo de sus comunidades, del estado y del país. Las mujeres indígenas tienen miedo de ejercer sus derechos pero estoy segura que saldrán de ese oscuro mundo en que viven”, dice enfática.Bernardina se siente segura de que ahora que cuenta con la oportunidad de combatir la marginación e injusticia hacia las mujeres serranas, a través de la creación de leyes y gestión de apoyos, no dudará en buscar, desde el Congreso del estado, acabar con el machismo que persiste. Mientras logra su objetivo, la diputada electa exhorta a las mujeres a seguir luchando para triunfar: “Cuando uno quiere y se lo propone no hay obstáculos, cuando uno quiere luchar por uno, por la familia, por los hijos y por la gente que nos escucha y nos da la fortaleza, no importarán los partidos, sino las acciones que cada uno ve y hace.”Recuerda que la injusticia en que viven las mujeres indígenas es ancestral. “Por generaciones ha vivido marginadas y relegadas a un desarrollo personal.”
En horabuena por nuestras mujeres indigenas, las apoyaremos en todo!
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