Los asesinatos en un centro de telecomunicaciones, “mensajes mafiosos” contra Kirchner
Acusa la administración peronista a “la vieja Argentina” y a sectores de la pasada dictadura militar
“No es una casualidad que se dé a pocos días de las elecciones presidenciales”, dice el mandatario
Stella Calloni (Corresponsal)
Los cuerpos de los tres policías ultimados por un comando en La Plata son llevados en ambulancia a las instalaciones del ministerio público Foto: Reuters
Buenos Aires, 19 de octubre. Tres agentes de la policía que custodiaban en las afueras de la ciudad de La Plata un centro de telecomunicaciones de la provincia de Buenos Aires fueron acribillados hoy por un grupo de sujetos que se dio a la fuga, hecho que fue considerado como “un mensaje mafioso” contra el gobierno del presidente argentino, Néstor Kirchner.
A nueve días de las elecciones presidenciales, el mandatario y su esposa, la senadora y candidata peronista Cristina Fernández, condenaron el acto criminal que causó conmoción en la opinión pública por la brutalidad con que fue ejecutado.
Después de matarlos con disparos de sus armas de fuego, el comando acuchilló a los uniformados que resguardaban las instalaciones del Ministerio de Seguridad de una provincia que concentra 40 por ciento de los electores del país sudamericano.
“No es casualidad que se dé a tan pocos días de las elecciones”, dijo el gobernante peronista, visiblemente conmovido, durante un acto en la casa de gobierno.
Kirchner, quien hoy suspendió todas su actividades, consideró que el hecho podría estar relacionado “con los juicios que se están llevando adelante” contra los responsables de crímenes de lesa humanidad de la pasada dictadura militar (1976-1983).
Acusó a los sectores “de la vieja Argentina”, entre los que incluyó a quienes “no quieren ser juzgados” y los que “hablan contra la inseguridad”, en referencia a la campaña mediática sobre el tema para asustar a los electores a días de los comicios.
Ante centenares de seguidores, la senadora y candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner afirmó que “por más que nos golpeen, no nos van a derrotar, no nos van a herir”.
Durante un acto proselitista en la provincia de Santa Fe, ligó estos crímenes con los intereses de los sectores molestos por los pasos de independencia que se han dado en una Argentina “que rompe con el pasado”.
También mencionó que hay quienes quieren mostrar que “en Argentina todo anda mal” y ocultar el hecho de que el país sudamericano se reconstruye “desde sus propias cenizas”.
El presidente de Argentina se reunió esta mañana con el gobernador de La Plata, Felipe Solá, y otros altos funcionarios. A su vez, hubo urgentes reuniones de gabinete en la provincia.
La policía descartó que el ataque haya tenido como móvil el robo, porque no faltó nada en la planta ubicada en un lugar descampado y solitario.
La mirada también se vuelve a los viejos sectores políticos de la provincia que fueron separados de sus cargos en los últimos años y a grupos ligados con la pasada dictadura militar, que en estos días han aumentado los ataques y amenazas contra el presidente y la candidata oficial.
Por otra parte, también hay fuerte molestia en el entorno presidencial cuando a sólo unos días de las elecciones la Corte Suprema bonaerense decidió tomar las resoluciones con relación a la impugnación del candidato a gobernador de la opositora Unión-Propuesta Republicana, el empresario Francisco de Narváez, por haber nacido en Colombia.
También otros impugnaban al oficialista Daniel Scioli, actual vicepresidente y candidato a gobernador por esa provincia.
Kirchner señaló que “no puede ser que a nueve días de las elecciones se esté decidiendo si el señor De Narváez se puede presentar o no”, además de que también otros funcionarios gubernamentales criticaron esta decisión del órgano judicial.
El asesinato de los policías se produce después de otro extraño crimen cometido el pasado jueves contra un comisario de la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Lomas de Zamora.
Esto coincidió con una campaña mediática sobre la inseguridad que alude a una serie de hechos registrados en las últimas horas, “como si una mano negra hubiera decidido activar esos delitos y hacer gritar esa inseguridad” para golpear al gobierno.
Los policías asesinados fueron identificados como el sargento Pedro Germán Díaz, de 45 años, y los oficiales Ricardo Torres Barbosa y Alejandro Rubén Batalaro, de 26 y 27 años, respectivamente.
Alto funcionario, en la mira
León Arslanián, ministro de Seguridad bonaerense, también es un hombre “en la mira”, puesto que recientemente ordenó la depuración de esa fuerza, constituida por casi 50 mil hombres.
El funcionario separó de sus cargos en los últimos años a más de mil 600 policías por actos de corrupción, apremios ilegales y otros delitos graves.
Aquellos cuadros policiales ligados a la dictadura militar, que fueron parte de la represión ilegal, mantienen nexos desde las sombras, se relacionan con los grupos que trabajan en agencias de seguridad privada, algunas de ellas dirigidas por mercenarios.
Otros hechos graves también se han imputado a mensajes “mafiosos” de ese poder en las sombras, como el caso de la desaparición –en septiembre del año pasado– del albañil peronista Jorge Julio López, testigo clave en los juicios contra responsables de delitos de lesa humanidad durante la pasada dictadura, también ocurrido en La Plata.
Y de la misma manera se vincula el secuestro que sufrió otro trabajador peronista en la localidad de Escobar, provincia de Buenos Aires, un militante relacionado con los sectores kirchneristas, quien estuvo desaparecido durante varios días y en diciembre de 2006 fue abandonado en un paraje solitario con rastros de haber sido torturado.
El presidente Kirchner denunció en esa ocasión a los sectores oscuros “del pasado”, de la dictadura militar, interesados en detener los pasos de la justicia durante la actual administración.
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