La estrategia se definirá en la CND de noviembre en el Zócalo, señala en Puebla
Si el país cede su principal riqueza se cancelará la posibilidad de desarrollo, advierte
Andrea Becerril (Enviada)
Andrés Manuel López Obrador, ayer en Santiago Zautla, Puebla Foto: La Jornada
Santiago Zautla, Pue., 19 de octubre. Desde tierras poblanas, Andrés Manuel López Obrador mandó un mensaje a Felipe Calderón: “No vamos a pemitir, por ningún motivo que Petróleos Mexicanos (Pemex) se privatice y se entregue a intereses nacionales o extranjeros”.
La estrategia para impedir que más empresas públicas, como fue el caso de Aeroméxico, sirvan para premiar “a quienes respaldaron el fraude de julio de 2006”, es uno de los temas centrales que se habrán de discutir en la próxima Asamblea de la Convención Nacional Democrática (CND).
El tabasqueño visitó este viernes siete municipios de Puebla y aprovechó las plazas llenas para reivindicar la resistencia civil que encabeza: “Este movimiento es muy fuerte, muy importante, porque es para defender al pueblo y al patrimonio nacional”.
Una de las mayores concentraciones fue en Zautla. Unos 5 mil perredistas y miembros de Convergencia, junto con hombres y mujeres sin partido, se reunieron por la tarde a escuchar su mensaje.
Cientos de banderas amarillas y naranjas y carteles con la foto en que aparece con la banda de “presidente legítimo”, se alzaron frente al templete en que López Obrador llamó a continuar con la lucha y los invitó a la tercera asamblea de la CND, en el Zócalo de la ciudad de México, el próximo 18 de noviembre.
Habrá definiciones, adelantó sobre dos temas torales para los mexicanos: “la intención del pelele de seguir entregando bienes nacionales a extranjeros, sobre todo los dos que quedan, que son la industria eléctrica y el petróleo”.
Por ello, “desde aquí le decimos a Calderón que no lo vamos a permitir, por ningún motivo. ¡la patria no se vende, se defiende”.
Recalcó que “el petróleo es de todos los mexicanos a partir de la nacionalización que llevó a cabo Lázaro Cárdenas”. Desde entonces, explicó, los ricos se opusieron a ello e incluso el Partido Acción Nacional (PAN) se creó para oponerse a la política nacionalista del general Cárdenas.
López Obrador recalcó que si se entregan los recursos petroleros a trasnacionales, el país perderá su principal riqueza y entonces sí ya no habría posibilidad de desarrollo. Por eso, dijo, habrá una defensa férrea de Pemex en la Asamblea de la CND.
“Si el pelele de Calderón pretende reformar la Constitución, para abrir Pemex al capital extranjero, voy a llamar a todo el pueblo de México a la movilización.”
Los miles de poblanos allí reunidos aplaudieron muy fuerte esa definición y le festejaron también la otra advertencia al “usurpador”: “No vamos a permitir tampoco que se aumenten los precios de la gasolina ni en octubre ni en enero”.
Hizo notar que “en los 10 meses que llevan de usurpar el gobierno, se han dedicado a elevar los precios de los artículos de consumo básico, cuyo incremento es de 35 por ciento”.
López Obrador comenzó muy temprano su jornada, con un mitin en Saltillo la Fragua, donde explicó que es importante consolidar el movimiento de resistencia civil para defender los bienes de la nación, ya que “es mucha la voracidad de los potentados que impusieron a Calderón”.
Después, en Guadalupe Victoria, recordó que el municipio se llama así en honor del primer presidente de México. Después, en 1848, hubo unas elecciones también cuestionadas, ya que, aunque Vicente Guerrero ganó, los aristócratas de entonces nunca le reconocieron el triunfo.
“¡Para que vean, no es nueva nuestra lucha!”
Siguió su recorrido por carreteras en mal estado para llegar a los poblados de Tepeyehualco, Ocotepec y Cuyoaco, en los que expuso sus propuestas y la tarea del “gobierno legítimo” de México.
“Este es un movimiento muy fuerte, de modo que no hay que tener miedo, al contrario, hay que sentirnos orgullosos. Nosotros no hacemos daño a nadie, esta lucha es para mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo, para defender el patrimonio nacional, para que no vuelva a ocurrirnos lo del 2 de julio de 2006”.
Concluyó la jornada ante miles de simpatizantes en Zaragoza, que lo esperaron por la noche a pesar de la lluvia. Allí reiteró que “después del fraude” no podía quedarse cruzado de brazos. “Decidimos seguir luchando hasta lograr un vedadero cambio en el país, porque no hay otro camino, otra opción, lo afirmo de manera categórica.”
Como pocas veces en la historia de México “hay un claro divorcio entre los políticos que se manejan arriba y el pueblo raso. A los primeros sólo les preocupa mantener y acrecentar sus privilegios. Por eso es este movimiento, por eso nos echamos a andar pueblo por pueblo”.
Concluyó: “somos millones en todo el país los que queremos un cambio. Nunca había habido tanta gente como ahora, consciente, dispuesta a luchar. Eso es un tesoro”.
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