domingo, octubre 21, 2007

Dos notas sobre Economía en México

Las dos notas sobre la economía en México que aparecen en La Jornada el día de hoy están íntimamente relacionadas, una lleva lógicamente a la otra, pero falta una para completar el cuadro del presente y el futuro de nuestro país si no logramos vencer al neoliberalismo:

FMI y BM advierten también que disminuye a ritmo menor que en otras regiones

Lenta reducción de la pobreza por alta concentración del ingreso en México

Roberto González Amador y David Brooks (Enviado y corresponsal)

Un manifestante en Washington porta una pancarta con una consigna contra el calentamiento global, durante una protesta contra la reunión de otoño del FMI y el BM Foto: Ap


Policías asignados a la vigilancia de la sede de la reunión de los organismos multilaterales en Washington Foto: Ap

Washington, DC, 20 de octubre. La pobreza en México disminuyó en los últimos años aunque a un ritmo sensiblemente inferior a la dinámica registrada en otras regiones del planeta, como consecuencia de la baja tasa de crecimiento de la economía “y la extraordinaria concentración” de la riqueza, aseguraron este sábado el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

“Las sociedades equitativas tienden a crecer más rápido y de manera más sostenible y reducir la pobreza es un punto clave para poder alcanzar tasas de crecimiento más altas”, comentó Anoop Singh, director del Departamento de América Latina del FMI. “En la medida en que disminuya la desigualdad, y de esto hay evidencia en América Latina, el crecimiento tiende a tener un mayor efecto en la reducción de la pobreza”, añadió.

En referencia a la situación particular de México, Francois Bourguignon, vicepresidente y economista en jefe del BM, dijo hoy en una conferencia de prensa que la “causa fundamental” por la que la pobreza en México no disminuye a un ritmo más acelerado, como ya se observa en otros países de la región y en Asia, es que la economía está creciendo a una “tasa muy modesta” de 3 por ciento anual, en vez de hacerlo a un ritmo mínimo de 5 por ciento.

El Banco Mundial, en un reporte divulgado en el marco de la reunión conjunta con el FMI, que se realiza esta semana y concluye el lunes, destacó que la economía mexicana creció entre 2000 y 2006 a una tasa promedio de 2.3 por ciento anual, debajo del promedio latinoamericano de 3.1 por ciento. En términos regionales, el Este de Asia registró un incremento del producto interno bruto (PIB) de 8.6 por ciento en promedio anual durante el mismo periodo; el sur de Asia, de 6.9 por ciento anual y Africa lo hizo a un ritmo de 4.7 por ciento, también en promedio por año.

Comparado con algunos países de los llamados “emergentes”, México, con su 2.3 por ciento en de crecimiento promedio anual se ubicó por debajo de China, con un repunte del PIB de 9.8 por ciento en promedio anual entre 2000 y 2006; de India, que logró un incremento de 7.4 por ciento; Tajikistán, 9.1 por ciento anual; Azerbaiyán, 15.6 por ciento cada año, o de Ucrania, cuya producción creció 7.7 por ciento anual en el lapso referido.

“La lenta reducción de la tasa de pobreza en México se debe atribuir a que no hay un incremento suficiente de la producción y a que existe una extraordinaria concentración de lo poco que se produce”, mencionó Bourguignon. “La reducción de la pobreza en México es más lenta que en otras regiones, como Asia, por el alto nivel de inequidad que existe en el país”, añadió.

Según el Informe del desarrollo mundial, la publicación anual del BM divulgada el viernes pasado, el 20 por ciento de la población de menor ingreso en el país -21 millones de personas de un total de 105 millones de habitantes—sólo realizan 4.3 por ciento del consumo total de bienes en la economía.

Un ejemplo expuesto aquí por el FMI que establece los diferentes ritmos de reducción de la pobreza en Latinoamérica fue Argentina. Anoop Singh mencionó que en ese país sudamericano, que prácticamente estuvo en bancarrota hace cinco años, la tasa de pobreza total se redujo más de la mitad a 23 por ciento de la población, después de haber alcanzado 49 por ciento del total de los argentinos en 2002.

“Los datos que tenemos son que la pobreza ha disminuido en México, ahora es menor de lo que existió en 2002”, comentó José Fajgenbaum, subdirector del departamento de América Latina del FMI. Agregó que una reducción mayor dependerá “de buenas políticas macroeconómicas y que logre un mejor ritmo de crecimiento, así como el empleo de medidas directas como el programa de Oportunidades”, un mecanismo de transferencia de efectivo a familias pobres, añadió.

Bourguignon, por su parte, habló de que la pobreza en México presenta dimensiones diferentes. En el universo de población que se encuentra en esa condición, dijo, “hay heterogeneidad”, se puede decir, abundó, que hay quienes están en una situación extrema y otros que están cerca de superarla.

“No se puede tratar a todos por igual, para que haya avances en la reducción de la pobreza es necesario que se dimensione en toda su cabalidad el fenómeno, que no sólo afecta al grupo de población sino que tiene implicaciones regionales y urbanas de marginación; hay que ver las causas de origen de la pobreza y sus diferentes expresiones”, añadió.

E insistió en que, además de ver el tema de la pobreza en sí misma, la inequidad es algo que “debe ser corregido” en México.

El vicepresidente del Banco Mundial comentó que los programas de transferencia directa de efectivo, como el Progresa iniciado en el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo y su extensión, el de Oportunidades, mantenido en México desde el sexenio pasado, tienen efecto de largo plazo en la reducción de la pobreza y disminución de la desigualdad. Hacen posible una mejor la educación, obtener capacitación laboral y garantizar condiciones mínimas de salud para que una mayor parte de la población se incorpore al mercado laboral.

Protesta en la cumbre

Afuera unos 200 activistas realizaron una marcha y mitin demandando la cancelación de la deuda internacional y el fin de las políticas neoliberales promovidas por el FMI y el BM, y llevaron a cabo un tribunal popular para enjuiciar a estas dos instituciones por los “crímenes” que sus políticas han cometido contra los pueblos.

Aunque la presencia policiaca masiva, incluidos helicópteros, agentes secretos, retenes y barreras alrededor de las sedes del BM y el FMI dio la impresión de que esta reducida acción de protesta representaba una magna amenaza, los activistas sólo se dedicaron a corear y bailar.

Con una banda de metales y tambores, pancartas de “dale una nalgada al Banco” y “FMI+BM= Pobreza”, los poetas, anarquistas, estudiantes y representantes de ONG, entre algunos disfrazados de Dick Cheney y Condolezza Rice, se dedicaron a festejar su protesta bajo la vigilancia nerviosa de las autoridades, en un pálido recuerdo de las movilizaciones masivas que se realizaron aquí hace unos años y que obviamente aún recuerda la policía.

Según el FMI y el BM la reducción de la pobreza
dependerá “de buenas políticas macroeconómicas y que logre un mejor ritmo de crecimiento, así como el empleo de medidas directas como el programa de Oportunidades”, un mecanismo de transferencia de efectivo a familias pobres. Es decir, estos organismos neoliberales recomiendan la misma fórmula que no funciónó en México y que sumerge a la población en mayor pobreza, por lo cuál el descontento de la gente llega a tal grado que las protestas se multiplican ocasionando crisis políticas, por lo cual:

Se adherirá al MIGA, mecanismo que opera en el entorno del Banco Mundial
Asegurará el gobierno a empresas extranjeras contra riesgos políticos

Prevé dar garantías a la inversión cuando se frustren planes de privatizar compañías estatales

El acuerdo será firmado mañana por Agustín Carstens y el presidente del BM, Robert Zoellick

Roberto González Amador y David Brooks (Enviado y corresponsal)

Manifestantes son empujados por efectivos policiacos en la barrera instalada frente a la sede del Banco Mundial, durante una protesta contra éste y el Fondo Monetario Internacional efectuada ayer en Washington Foto: Ap

Washington, DC, 20 de octubre. En coincidencia con el incremento en México de actos violentos atribuidos a grupos guerrilleros o a otros relacionados con el crimen organizado, el gobierno del presidente Felipe Calderón se adherirá a un mecanismo que opera en el entorno del Banco Mundial para ofrecer “seguros contra riesgos políticos” a empresas extranjeras que deseen invertir en el país, según se confirmó hoy en esta capital. Ese mecanismo tiene también entre sus funciones la de asegurar proyectos de inversión privada en caso que se frustren proyectos de privatización de empresas estatales o se causen pérdidas por actos de sabotaje o terrorismo.

El secretario de Hacienda, Agustín Carstens Carstens, suscribirá el próximo lunes el “acuerdo para la adhesión plena” al Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA, por sus siglas en inglés), una entidad del Banco Mundial responsable de asegurar a las compañías privadas “contra riesgos políticos” en los países donde opera.

La adhesión plena de México al MIGA no depende exclusivamente del deseo del Poder Ejecutivo, sino que requiere de un proceso de aprobación en el Congreso para que se legalicen los compromisos que adquieren las partes. Hasta ahora, no se ha discutido públicamente en el país la incorporación a este mecanismo, que de acuerdo con algunos críticos del Banco Mundial es empleado en algunos casos por empresas trasnacionales para protegerse de riesgos en proyectos controvertidos o que enfrentan rechazo de grupos de población.

Cuestionan proyectos; algunos dañarán el medio ambiente

El MIGA confirmó aquí, en el marco de la reunión anual de otoño del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que el convenio de adhesión de México al mecanismo será firmado el lunes por el secretario Carstens y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

“La adhesión al MIGA permitirá a los inversionistas de México recibir seguros contra riesgos políticos para las inversiones pertinentes en otros países miembros en desarrollo. Las compañías extranjeras que reúnan los debidos requisitos y deseen invertir en México también pueden recibir garantías del MIGA”, indicó el organismo.

De acuerdo con información oficial del MIGA, este mecanismo alienta la “inversión benéfica” para el desarrollo en mercados que inversionistas y aseguradores tradicionales ven con cautela, a través de seguros en contra de riesgos políticos y no comerciales”.

Algunos de los proyectos de inversión privada a los que el MIGA tiene asegurados contra riesgos políticos son, de acuerdo con información proporcionada por el Centro de Información del Banco Mundial (BIC), una organización no gubernamental con sede en esta ciudad que es crítica de las actuaciones del organismo:

La construcción del proyecto hidroeléctrico Bujagali, en Uganda, que afectaría parte de la porción ugandesa del Nilo Blanco y al que se oponen grupos de la sociedad civil. Tiene un costo de 800 millones de dólares; un gasoducto que atraviesa los territorios de Nigeria, Benin, Togo y Ghana, de 500 millones de dólares, proyecto encabezado por la petrolera Chevron y que de acuerdo con el BIC, agudizaría conflictos en el delta del río Níger.

Otros proyectos que aseguró el MIGA y que finalmente fueron archivados por la oposición civil y de grupos ambientalistas fueron un emplazamiento para producir cobre en la provincia de Katanga, en la República Democrática del Congo; y otro de producción de gas natural en Mozambique y Sudáfrica, según informó el BIC.

“Superada en gran parte la crisis financiera mundial, ha comenzado a registrarse un incremento de los flujos de inversión extranjera directa hacia los países en desarrollo. En este contexto, la demanda de garantías contra riesgos políticos ha aumentado rápidamente y es probable que continúe creciendo. A pesar del extraordinario incremento del mercado de cobertura contra riesgos políticos registrado en los últimos años –mercado en el que han predominado los aseguradores privados–, sólo un pequeño porcentaje de la inversión extranjera directa está cubierta por algún tipo de garantía contra riesgos políticos. Sigue existiendo una considerable demanda no satisfecha de tales garantías para proyectos complejos en el sector de infraestructura, y para proyectos en varias economías emergentes y en los países más pobres”, indica el MIGA en su página de Internet.

El MIGA protege contra “riesgos políticos” las inversiones privadas en cualquiera de sus países miembros. Hasta el año pasado había extendido garantías por 14 mil 700 millones de dólares en 774 proyectos en 91 naciones en desarrollo.Los proyectos de inversión extranjera en países en desarrollo asegurados por el MIGA incluyen, de acuerdo con la información proporcionada por el BIC, expansión, modernización o restructuración financiera de proyectos existentes y fallos en la privatización de empresas de propiedad estatal.

Europa y Asia central representan 45 por ciento del portafolio de seguros del MIGA, seguido por América Latina y Caribe, con 25 por ciento; Africa al sur del Sahara, 17 por ciento; Asia y Pacífico, 13 por ciento y Medio Oriente y norte de Africa, 3 por ciento. Por sectores, la mayor cobertura la ofrece en proyectos relacionados con infraestructura y finanzas, con 39 por ciento; y después contratos para petróleo, gas y minería, con 9 por ciento, entre los principales.

La adhesión de México al MIGA, si es aprobada por el Congreso después de la firma del próximo lunes, no sólo protegerá contra “riesgo político” a las firmas extranjeras que inviertan en el país, sino también dará cobertura en el mismo sentido a las compañías mexicanas que operan en otras naciones.

Entre los países latinoamericanos adheridos al MIGA están: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay, Venezuela y Chile. En varios de ellos empresas como la telefónica América Móvil (de Carlos Slim); Elektra y Televisión Azteca (de Ricardo Salinas Pliego); Maseca (de Roberto González Barrera); Coca Cola (Grupo FEMSA) y Bimbo (Lorenzo Servitje) han realizado inversiones en los últimos años.

Lo que falta es el intervencionismo militar nacional y extranjero que ya Washington diseñó para el gobierno usurpador para que sofoque las protestas de los pobres y reprima a los luchadores sociales acusándolos de terroristas.

El cuadro que plantea el gobierno espurio para México es: seguir concentrando la riqueza con la mismas políticas neoliberales, privatizar el patrimonio nacional para dejarlo en manos de inversionistas nacionales y extranjeros que serán los dueños del país, proteger a los inversionistas extranjeros para que no tengan riesgos de origen político, asesinar a los luchadores sociales y sofocar las protestas de los pobres que cada vez serán más a través de la represión militar.

Si no luchamos todos y nos unimos en una resistencia civil pacífica en contra de este plan demoníaco, nuestro país va a retroceder cada vez más y millones de familias sufrirán a tal grado que existe el peligro de una revolución sangrienta.

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