Despropósito entre alzas de salarios y de precios
Carolina Gómez Mena
A poco más de 10 meses del comienzo del gobierno de Felipe Calderón, el balance para los trabajadores es “negativo”, pues mientras a las fuerzas armadas se les incrementaron 46 por ciento sus percepciones, el salario mínimo sólo aumentó 3.9 por ciento, señala el Frente Auténtico del Trabajo (FAT) en un documento emitido con motivo de su 47 aniversario.
Destaca que, en contraparte, “los precios de la canasta básica subieron 100 por ciento” y la mitad de la población económicamente activa está en el empleo informal, además de que en lo que va del sexenio “existe ya un déficit de más de 400 mil puestos de trabajo y 60 por ciento de los empleos creados son temporales”.
Asimismo, refiere que “la inflación ya rebasó en un punto el mísero aumento a los mínimos” y que la política laboral tampoco ha sido acertada, pues continúa el conflicto en el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, mientras la Secretaría del Trabajo sigue entrampada, debido a su alianza con Industrial Minera México (IMMSA) respecto a la recuperación de los 63 que permanecen sepultados en la mina Pasta de Conchos.
De igual forma, lamenta que el gobierno esté “retorciendo la justicia laboral para apoyar a las empresas”, y cita el caso de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA). “Literalmente fueron atracados con 54 por ciento de sus percepciones”, vía la modificación de su contrato colectivo de trabajo, con la interposición de un conflicto de naturaleza económica por parte de Mexicana de Aviación.
El FAT también critica la aprobación de la nueva Ley del ISSSTE, con la cual “se engaña a los trabajadores prometiéndoles mejores pensiones, cuando en los hechos convierte a las aseguradoras privadas en los principales beneficiarios”. Asimismo, cuestiona que se “haya optado por fortalecer el régimen corporativo, lo cual ha permitido la proliferación de la evasión de los derechos laborales vía la subcontratación”.
También critica la tesis neoliberal que plantea que el aumento de los salarios es inflacionario y el afán de tomar esa hipótesis como centro de la política económica. “En México, la política neoliberal ha convertido el control de la inflación en el objetivo central y prioritario, subordinando cualquier objetivo económico, incluido el crecimiento”.
En este sentido, el FAT, perteneciente a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), dice reconocer la importancia de la baja inflación, pero asegura que “hay que lograrla a la par del crecimiento y el bienestar de la población. El empobrecimiento de la mayoría no es consecuencia fatal de la inflación, sino una decisión política sobre la forma de enfrentarla”.
Apunta que ésta puede no afectar los niveles de bienestar en la medida en que los ingresos de la mayoría suban al menos al mismo ritmo, y advierte que en los hechos los gobiernos neoliberales la “atacan utilizando el emprobrecimiento de la población para bajar la demanda”.
La propuesta del FAT apunta a que la política antinflacionaria privilegie la productividad por el lado de la oferta, y por el de la demanda la ampliación de mercados vía aumentos salariales.
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