Por Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
En la búsqueda de padrinos, recomendando a sus ahijados para sustituir a los dos o tres primeros consejeros que deben irse del IFE y, entre ellos, Luis Carlos Ugalde (ya con su agenda a reventar de proyectos, no sin antes irse de vacaciones a rumiar su despido), casi nadie ha volteado a Los Pinos para localizar el padrinazgo de Calderón y, aunque no lo parezca, el más interesado en la promoción de Jorge Alcocer quien ya recorrió, de izquierda a derecha, las militancias partidistas y donde ha cosechado más críticas que elogios.
Su última intervención o penúltima (es un gato que siempre ha caído bien parado, sin saber cuántas de sus siete vidas ha invertido ya), fue como coordinador de enlaces con partidos y grupos políticos, gestionando el visto bueno para Calderón y a su servicio directo. Este recién ha dicho que es, ideológicamente, un político de centro; nada de centro-derecha y muchos menos, de centro-izquierda, con todo y que intenta rebasar por la izquierda para ganar simpatías, reconocimientos y recuperar legitimidad.
Así las cosas, durante el lapso de las candidaturas presidenciales, Alcocer Villanueva (paisano de Fox), parece que fue eficaz colaborador de Calderón, abriéndole espacios de aceptación. Ha sobrevivido económicamente y con holgura, asesorando a gobernadores en cuestiones electorales, elaborando leyes sobre esa materia, impartiendo cursos, publicando una revista especializada (Voz y Voto) y manteniendo un alto y calificado perfil como experto político-electoral.
En esas tareas se vinculó con Calderón y en cuanto éste se perfiló como candidato de Acción Nacional a fuerzas y contra Fox, fue llamado para encargarlo de tejer redes con los demás protagonistas electorales. Incluso Alcocer buscó a sus contactos en el PRD, de cuyo partido fue representante y militante. Se movió como pez en las aguas profundas del proceso electoral, aunque fue público su nombramiento calderonista. Donde más empeño puso fue cuando ya electo Calderón urgía que lo arropara el PRI para la toma de posesión.
Allá por enero, Alcocer fue recibido en Los Pinos por Calderón quien le preguntó si aceptaba ingresar a una subsecretaría de Gobernación donde, en 1998, ya había desempeñado un cargo semejante, para luego renunciar y fundar un efímero partido (Fuerza Ciudadana). Y rechazó el ofrecimiento. Calderón le hizo una segunda pregunta, para sondear la ambición política del economista. Las filtraciones dicen que Alcocer solicitó ingresar al IFE y, de ser posible, como su presidente, ya que desde entonces se cocinaba la destitución de Ugalde.
El sucesor de Fox accedió, en el entendido de que Alcocer debía esperar un año. Empero, el camino a ese cargo está cada vez más lleno de obstáculos. El PRD ha objetado la posibilidad de que Alcocer se apunte como aspirante. El PAN (ya no de Espino, sino de Germán Martínez) guarda silencio y el que calla otorga. El PRI, por boca de Beatriz Paredes, ya dio su bendición. Y de Los Pinos cruzan los dedos. Viviremos para saber si Alcocer es un profeta armado o desarmado.
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