Anuncia huelga de los sectores opositores a la privatización de CFE y Pemex
Patricia Muñoz Ríos
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) señaló ayer que el gobierno de Felipe Calderón ya tiene “planchada” la reforma energética, pero advirtió que “no podrá” imponerla, porque se van a glutinar a todos los sectores opositores a la privatización de Pemex y del sector eléctrico, y van a llevar a cabo una campaña de movilizaciones, incluso hay un acuerdo de asamblea, para “llegar hasta la huelga de ser necesario”.
Los secretarios del Exterior y del Interior del SME, Fernando Amezcua y José Humberto Montes de Oca, respectivamente, ofrecieron ayer una conferencia de prensa en la que señalaron que las empresas trasnacionales ya se preparan y se “saborean” frente a la apertura que les significará la reforma eléctrica, mientras se alista el terreno para sacar adelante uno de los grandes objetivos de los gobiernos de derecha, que es entregar el petróleo y la energía al capital privado.
Hicieron ver que con este propósito el gobierno federal lanza su ofensiva contra sectores como el de los electricistas y su contrato colectivo de trabajo, cuando los trabajadores generan un ingreso por cobros de energía por 44 mil millones de pesos al año y de este total, 39 por ciento de este monto va al pago de la nómina y jubilaciones de los agremiados, mientras el otro 61 por ciento le quedan a Luz y Fuerza del Centro.
Un trabajador del SME gana en promedio 190 pesos diarios, pero el director y los subdirectores y demás cuerpo directivo de LFC, tiene adicionales a sus altos sueldos, bonos mensuales “de productividad” que llegan hasta los 60 mil pesos y les pagan innumerables beneficios económicos que no reciben los sindicalizados, dijo Amezcua.
Entrevistados respecto de que cómo van a parar el mayoriteo en las cámaras legislativas para aprobar la reforma de energía, señalaron que el SME “no es el sindicato de ferrocarrileros, ni el ISSSTE”, que ya tienen un acuerdo de asamblea a favor de la huelga en caso de ser necesario, que armarán una política de alianzas con diversas organizaciones como el Frentes Sindical Mexicano, el Diálogo Nacional y la Convención Nacional Democrática, y dijo que no les importa que este gobierno desprecie la movilización obrera y social, porque la sociedad es la que va a parar las barbaries de este gobierno.
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