La apertura comercial agrícola y el aumento a gasolinas y de impuestos, “tres duros golpes”
“Piensan que con anuncios en radio y tv engañan a la gente; nadie le cree al gobierno usurpador”
Alma E. Muñoz
Andrés Manuel López Obrador externa su apoyo a la lucha campesina Foto: Roberto García Ortiz
Andrés Manuel López Obrador sostuvo que en un año y un mes de gestión de Felipe Calderón el costo de la canasta básica se incrementó 50 por ciento y los alimentos 55 por ciento, mientras el poder adquisitivo del salario, pese al aumento de 4 puntos, ha ido a la baja en 38 por ciento. Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) sostuvo que tan sólo en diciembre pasado se perdieron 253 mil empleos.
En conferencia de prensa, el ex candidato presidencial cuestionó que el gobierno calderonista provocara nuevas alzas de precios a partir del anuncio de incremento al diesel y la gasolina, y puso énfasis en el aumento de la tortilla que, afirmó, sobrepasó el doble de su costo en lo que va de la gestión calderonista, pues el kilo del producto en algunas partes llega a 15 pesos.
Mario di Costanzo, secretario de la Hacienda Pública del “gobierno legítimo” que encabeza López Obrador, subrayó en una breve intervención que para agravar la carestía el equipo de Calderón aplica el anatocismo fiscal, “poniendo un impuesto sobre otro”.
Puso de ejemplo que la gasolina Magna a finales de año costará 7.51 pesos, lo que representará un incremento de 6.8 por ciento. También dio a conocer que en la época de “estancamiento económico” que vive el país, el kilo de frijol pasó de 9.36 pesos a 17; el de lentejas, de ocho a 16; el de arroz, de 7.30 a 10.90, y el litro de leche, que en 2006 costaba 7.84, ahora cuesta 10.23 pesos.
La situación, expresó por su parte López Obrador, confirma que “desgraciadamente enero es un mes negro, de carestía, muy difícil para la de por sí empobrecida economía popular”, y reiteró su condena al “gobierno usurpador” porque “ha dado tres golpes al mismo tiempo: el aumento a las gasolinas y el diesel, los incrementos de impuestos por la llamada reforma fiscal, y la apertura de la frontera para permitir la entrada de maíz, frijol, leche y azúcar del extranjero, con lo cual se arruinará aún más al campo y a los productores nacionales”.
Con lo primero, manifestó, el panista desató nuevos “aumentos en todos los precios. Baste decir que en este mes la tortilla se incrementó de ocho a 10 y hasta 12 pesos el kilo”. Mencionó que en su más reciente gira por la Costa Chica de Guerrero supo que el precio del alimento llegó hasta 15 pesos, “y no olvidemos que cuando se inició el gobierno usurpador costaba seis”.
En este contexto, cuestionó la política de comunicación de Calderón. “Piensan que con anuncios de radio y televisión van a engañar a la gente. Son mensajes mentirosos… nadie le cree al gobierno usurpador”.
También criticó que el Ejecutivo pretenda recaudar, mediante el diesel y la gasolina, 8 mil millones de pesos, cuando suprimir las partidas de gasto médico privado, el fondo de ahorro y las percepciones extraordinarias para los altos funcionarios implicaría un ahorro de 12 mil 300 millones de pesos. Aquí llamó la atención de diputados para que propicien cambios en el presupuesto federal, reviertan la medida y quiten los beneficios gubernamentales.
No obstante, resaltó que la gente puede recurrir a los amparos que se promueven desde el “gobierno legítimo”, con ayuda de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, fundamentados en el ataque al artículo 31 constitucional en materia de equidad y al anatocismo fiscal, contra el “injustificado” aumento a los derivados del petróleo, y convocó a los trabajadores asalariados, profesionistas, comerciantes, así como pequeños y medianos comerciantes, a recurrir a esta vía jurídica.
López Obrador tachó una vez más a Calderón de mentiroso, porque “hizo el compromiso, durante su campaña, copiando una propuesta que hice, de bajar esos precios, el del gas y de la energía eléctrica, pero como es público y notorio, está haciendo exactamente lo contrario”.
Sostuvo que actúa como todos los panistas “de arriba”, cuya verdadera doctrina es “la hipocresía y piensan que el pueblo es tonto, pero tonto es el que piensa que el pueblo lo es. La gente se da cuenta de lo que está sucediendo”, apuntó.
El político tabasqueño externó su apoyo a la marcha que organizaciones campesinas realizarán el 31 de este mes en contra de la apertura comercial a maíz, frijol, leche y azúcar del extranjero, y advirtió que analizará “si tengo la posibilidad de participar”, aunque aclaró que habrá representantes de su equipo de trabajo en esa movilización.
López Obrador volvió a referirse al nombramiento de Juan Camilo Mouriño como secretario de Gobernación. Lo consideró “un pelele del pelele”, y manifestó que su designación busca la privatización de Petróleos Mexicanos.
Consideró que no hay diferencia entre “Mouriño y Manlio Fabio Beltrones, o entre Calderón y Emilio Gamboa”, porque, añadió, todos –junto con otros priístas y funcionarios federales– tienen esa intención, pues “los amos y señores de México ya compraron las dos franquicias: el PRI y el PAN”.
En otro orden, López Obrador fue cuestionado con relación al inicio del proceso electoral del PRD y la creación de un nuevo partido, pero declinó abordar esos temas.
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