Rechazan organismos humanitarios la marcha internacional contra la guerrilla
Un comunicado señala que se hará como gesto a los esfuerzos de Hugo Chávez y Piedad Córdoba
Los ex legisladores que quedarían libres son Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco y Orlando Beltrán
Afp, Dpa y Notimex
Bogotá, 2 de febrero. La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se dispone a liberar a tres ex congresistas colombianos que hacen parte de los cerca de 43 rehenes en su poder, aseguró este sábado el noticiario de televisión Noticias Uno, que dijo haber recibido un comunicado en ese sentido firmado por el grupo rebelde.
El texto, atribuido al secretariado de la organización guerrillera, señala que la liberación se daría por razones de salud y como un nuevo gesto de reconocimiento unilateral a los esfuerzos del presidente venezolano, Hugo Chávez, y de la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba.
Según partes del comunicado difundido esta noche por el telenoticiero, los rehenes a liberar serían los ex congresistas Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco y Orlando Beltrán, secuestrados desde hace más de seis años.
Los rebeldes piden en el texto a Chávez y Córdoba que “agilicen las gestiones” para que reciban directamente o a través de delegados a los tres rehenes en Colombia, según el comunicado recibido por el noticiero, que en el pasado ha sido destinatario de otros mensajes de las FARC.
Pérez, Polanco y Beltrán fueron secuestrados en distintas operaciones realizadas por esa guerrilla en 2001.
Mientras, organizaciones internacionales de apoyo a la liberación de Ingrid Betancourt se desmarcaron hoy de la manifestación contra las FARC, convocada para el lunes en varias ciudades del mundo, y denunciaron que la intención oculta de la movilización es de rechazo al acuerdo humanitario y en favor de la política militarista del gobierno de Álvaro Uribe, quien tiene confirmada su participación.
“Es de temer que el gobierno colombiano haga pasar nuestra participación como apoyo a su política militarista”, señaló en París la Federación Internacional de Comités de Ingrid Betancourt (FICIB), al pronunciarse sobre la convocatoria lanzada por colombianos en Facebook (un sitio en Internet para la búsqueda de amistades) con el lema “Un millón de voces contra las FARC”.
La FICIB también expresó su temor de que el gobierno colombiano utilice las marchas en favor de sus objetivos, cuyo eje ha sido desde 2002 –año de ascenso de Uribe a la presidencia– la acción militar contra los guerrilleros, así como la captura y extradición de rebeldes a Estados Unidos, requeridos con el alegato de que forman parte de las redes del narcotráfico.
Lorenzo Delloye, hijo de Betancourt –secuestrada por las FARC en 2002–, se opuso a la marcha con el argumento de que si bien es un llamado contra la organización en armas desde 1964, también es una expresión contraria al acuerdo humanitario que llevaría a la liberación de medio centenar de militares, policías, políticos y tres contratistas estadunidenses, hechos prisioneros en febrero de 2003.
Con relación a ese hecho, el comandante del ejército Mario Montoya informó hoy sobre la detención de una de las ejecutoras de esa captura en el sur de Colombia. Se trata de Doris Adriana, dirigente del Bloque Oriental de las FARC, quien está bajo pedido de extradición a Estados Unidos y es sucesora de la insurgente Anayibe Rojas, detenida en 2005 y entregada posteriormente a las autoridades estadunidenses.
El Comité de Apoyo a Ingrid Betancourt en Francia consideró a su vez que la marcha “contra la guerrilla y los acuerdos humanitarios dejan como única opción una operación militar”, con evidente peligro de muerte para los rehenes.
“Si esa marcha tiene algún crédito es que firma la sentencia de muerte para los rehenes”, afirmó el presidente de la agrupación, Arnaud Mangiapan.
Manipulación vergonzosa
La Coordinación Popular de Colombianos en París también manifestó su negativa a respaldar la convocatoria e hizo suya una declaración del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, la cual denunció la “manipulación vergonzosa del dolor de las víctimas secuestradas y la reducción de la tragedia nacional, que excluye intencionalmente a miles de víctimas de desapariciones forzosas, a millones de desplazados, matanzas y detenciones arbitrarias”.
El llamado a la realización de manifestaciones en distintas ciudades del mundo fue rechazado en Colombia por algunos intelectuales –incluida la escritora Laura Restrepo– y el partido de izquierda Polo Democrático Alternativo.
Tras asumir esta postura, el máximo líder de la organización política, Carlos Gaviria, recibió amenazas de muerte de un grupo paramilitar no identificado que envió una carta a las oficinas de ese partido político en Bogotá.
Gaviria, ex candidato presidencial en 2006 que logró la mayor votación de una fuerza política de izquierda en un sistema político dominado por dos partidos conservadores, afirmó que las amenazas forman parte de un “ambiente prefascista” en el que se estigmatiza a los opositores al régimen.
“No voy a asistir a la marcha. El Polo Democrático decidió desarrollar un plantón o manifestación en la Plaza Bolívar, desde las 10 de la mañana y hasta el mediodía. En la misma vamos a protestar contra las FARC, vamos a rechazar el secuestro, los crímenes de lesa humanidad y vamos a abogar por el acuerdo humanitario”.
Según el diario conservador brasileño O Estado, el asesor presidencial Marco Aurelio García informó desde París que Brasil y Francia han realizado contactos diplomáticos para promover un acuerdo humanitario que lleve a la liberación de rehenes de las FARC, pero aclaró que cualquier acción estaría ceñida a una estrategia delimitada por Uribe.
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