Asimetrías
Aunque ninguno de sus candidatos a dirigirlo lo ha propuesto, el PRD debe refundarse como un partido social verdaderamente revolucionario, de transformación real, que supere su actual condición tribal copiada de sus contrincantes.
por Fausto Fernández Ponte
I
En vísperas de la renovación del comité ejecutivo nacional del Partido de la Revolución Democrática, ninguno de los aspirantes a presidirlo ha sugerido ni remotamente la refundación de dicha entidad, parte, sábese, de un andamiaje político de simulación.
Esa simulación es grotesca, con arreglo a la percepción general: impide el ejercicio cortical de todo sistema político de laya democrática, aunque ésta sea --como es-- teórica. Ese ejercicio es el de la participaciòn social en la política.
Hágase la salvedad, por supuesto, de que el PRD es una expresión de la cultura política prevaleciente en México y, desde esa perspectiva, tiene su nicho, aunque en los hechos ese sitial no se corresponda con las expectativas de la pluralidad.
Ése es el telón de fondo. Las expectativas de la pluralidad --sería más apropiado decir pluralidades-- ideológica y política de los mexicanos tienen por esencia un anhelo histórico que se renueva constantemente en pos de la certidumbre.
Y ese anhelo histórico es el de la evolución --movimiento-- de la evolución de la política como enser que, aplicado socialmente, deviene en cambio que, a su vez, es consecuencia de que el poder sea ejercido sin subrogación arbitraria.
II
En México, el poder formal y, acentuadamente, el fáctico (de los facilitadores de cotos y gajes tangibles e intangibles de privilegio) actúa bajo una subrogación asumida unilateralmente, sin devenir de contrato social alguno ni de consensos populares.
A esa subrogación, el sistema --es decir, la élite de personeros de mayor jerarquía de la forma de organización económica y polìtica prevaleciente-- la adorna con atuendos de formalismos y convenciones comiciales, por definición espurios.
Señálese que las expectativas de la pluralidad se alimentan, todavía, de la esperanza aunque ésta --habría que reconocerlo como autocrítica partidista-- exhíbese ante propios y ajenos como muy enteca, estrujada además por una astenia peligrosa.
Ello antójase verismo. La peligrosidad de esa astenia --suma de anemias y atamientos-- reside en que no parece advertirse una conciencia de que, cual imperativo de supervivencia, el Partido tiene que mutar su vocación tribal por una propedèutica social.
Esa mutación --reorientar, en realidad, las vocaciones partidistas hacia lo social-- implica la refundación del Partido para posicionarlo a la vanguardia y rescatarlo de las inercias de la zaga y lo reactivo, como agente de catálisis.
III
El PRD debe convertirse, bajo esa filosofía de la catálisis --del cambio económico, político y social profundo-- en un ente revolucionario, en congruencia con su denominación misma y los principios que le dieron origen.
Dicho de otro jaez, el PRD debe refundarse como un partido social en su sentido más amplio y profundo, el revolucionario, y superar su condición actual --la etapa del presente-- para abanderar más allá del discurso nuestras luchas históricas.
Esas luchas históricas se representan en las fuerzas, nítidamente identificadas, de la transformación de la vida nacional --en lo político, lo económico e incluso en lo social-- y reprimidas bajo modalidades variopintas por el poder formal.
Estas disquisiciones tienen por singladura la interrogante que sigue: ¿Por qué ninguno de los candidatos a la Presidencia del PRD ha propuesto refundarlo y orientarlo hacia derroteros verdaderamente revolucionarios o transformadores?
La respuesta puede ser la de la cortedad de miras y de intereses crematísticos personales o de grupo en los candidatos y lo que representan. Ignoran que una revolución democrática trasciende el ámbito del statu quo y accede a estadios suasibles.
Esos estadios son los de encender la conciencia de que la transformación real, de fondo, estructural y superestructural, sólo es posible mediante la toma social del poder político y económico. Ese debe ser el destino del PRD. Empero...
ffponte@gmail.com
Glosario:
Estructural: referido al concepto sociològico de estructura de la sociedad. Conjunto de relaciones internas y estables que articulan a los diferentes componentes y elementos de una totalidad concreta; le confieren coherencia a ésta.
Statu quo: literalmente, "en el estado en que..." Estado de cosas en un determinado momento.
Suasibles: que se puede aconsejar y persuadir, modificar o alterar.
Superestructral: referido al concepcto sociológico de superestructura. Conjunto de instituciones cuya función es la de cohesionar a la sociedad y la cultura en torno a la base económica. Un cambio superestructural implicaría modificar las relaciones de producción y las fuerzas productivas.
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