Rechaza el presidente Correa las disculpas de Uribe por la violación de su espacio aéreo
Afp, Reuters, Dpa y Pl
Una guerrillera de las FARC herida por el ejército colombiano en la ofensiva del sábado, llega en un helicóptero de las fuerzas armadas ecuatorianas a la base militar en Lago Agrio, donde recibió atención médica; más tarde fue trasladada a Quito. Foto: Ap
Quito, 2 de marzo. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció esta noche la expulsión del embajador colombiano Carlos Holguín, el retiro de su representante diplomático en Bogotá, Francisco Suescum, y el traslado de tropas a la frontera norte, tras rechazar la disculpa del vecino país por la violación de su territorio y espacio áereos, el sábado, en un operativo militar que cegó la vida del dirigente guerrillero Raúl Reyes.
En un mensaje televisado a la nación, Correa informó que su gobierno pidió la convocatoria inmediata del consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
“En esta ocasión no será suficiente una disculpa diplomática del gobierno de Bogotá. Exigimos compromisos firmes y formales ante la comunidad internacional, que garanticen que no se repetirán estos inaceptables hechos”, sostuvo Correa.
Correa habló durante el día con sus homólogos de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, España, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, además de los secretarios de la OEA y de la CAN.
“He compartido con ellos la gravedad de la situación y he planteado la elaboración conjunta de una propuesta dirigida a impedir la internacionalización del conflicto colombiano”, precisó.
Más temprano, fuentes militares ecuatorianas informaron del rescate de tres guerrilleras de las FARC –una de ellas mexicana, estudiante de filosofía, cuyo nombre no fue revelado– en la zona de la incursión, en la provincia amazónica de Sucumbíos. La línea limítrofe tiene una extensión de casi 600 kilómetros.
Las tres combatientes, vestidas con ropa deportiva, están “heridas, pero estables” y fueron llevadas a instalaciones médicas militares en Lago Agrio, capital de la provincia, y posteriormente a Quito.
Las decisiones del gobierno de Correa no significan la ruptura bilateral, según explicó una fuente diplomática ecuatoriana, pero llevaron las relaciones a su nivel más bajo. En las primeras horas de este domingo, Quito señaló que su embajador sólo había sido llamado a consultas, pero por la tarde la cancillería rectificó y señaló que Suescum fue retirado por tiempo indefinido.
De forma paralela a las acciones diplomáticas, una comisión ministerial acudió a Sucumbíos para evaluar lo sucedido.
Los ministros de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, y de Defensa, Wellington Sandoval, dijeron que uno de los asuntos de relevancia es “saber con exactitud qué tipo de armas” se utilizaron en la operación.
Sandoval informó que en el momento del ataque no había patrullas del ejército en esa zona “muy recóndita de la selva” y describió el hecho como “el atentado más grave contra la soberanía ecuatoriana cometido por Colombia, al menos en lo que va del siglo”.
Desde enero de 2007, al inicio del gobierno de Correa, Quito se ha quejado en dos ocasiones por las fumigaciones antidrogas en la zona limítrofe y otras dos veces por la incursión de tropas en territorio ecuatoriano.
Larrea indicó a su vez que los 15 cadáveres hallados en la zona del bombardeo, conocida como Angostura, fueron trasladados a la localidad amazónica de Sucumbíos. Ahí mismo, los soldados ecuatorianos encontraron 25 fusiles.
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